lunes, 8 de agosto de 2016

Historias de Japón 6: Nara y Osaka

Hi!
Bien, esta es la segunda entrada sobre la narración chapucera de mi viaje. He decidido subdividirlo un poco más porque si no me quedan entradas kilométricas.
Así que hoy toca Nara y Osaka.
Que parece poca cosa, pero no, tiene su miguilla.

Enfin, al tema:

Nara y Osaka.

Empecemos por Nara.
¿Qué hay en Nara, os preguntaréis? Pues, por lo menos, el mítico Todaiji-ni, también conocido por ser el edificio de madera más grande del mundo.
Como véis, todo es muy "mítico", pues, aunque yo insistiese en ver cosas históricas relacionadas con mis frikadas, en un primer viaje a Japón se va a ver lo mítico y lo que trae la guía xD Así que, quitando un par de cositas -como el templo de Nishi Hoganji del que os hablé- que conseguí sacarme de la manga, lo demás será todo sitios míticos que salen en las guías.

En nuestro segundo día, como dije, fuimos en tren a Nara, que queda por los alrededores de Kioto.
Nara, además de ser conocida por tener ese templo, es famosa porque tiene un gran parque-reserva al cual pertenece el templo, en el que cientos de ciervos campan a sus anchas. No están "domesticados" pero sí acostumbrados al trato humano, así que puedes verlos por las calles, se te acercan para ver si tienes comida y te siguen. Se dejan tocar y todo, y puedes comprarles unas galletitas que venden en los alrededores del parque para darles de comer. Ahí es cuando se ponen un poco agresivos y saltan para intentar pillar las galletas o te mordisquean la ropa.


Si es la primera vez que ves un ciervo en vivo en tu vida, te impresiona. Y da hasta un poco de mal yuyu que unos bichos supuestamente salvajes y que se asustan de las personas, anden por ahí sin inmutarse. Como yo ya había visto decenas de ciervos en mi vida, aunque el hecho de poder tocarlos era nuevo para mi, tampoco me parecía algo de otro mundo xD
Además, como curiosidad, muchos de los ciervos, si te ven con galletas, te harán una pequeña reverencia de cabeza para que se las des. No es coña, es totalmente en serio xD Es bastante divertido de ver.

En fin, después de pasear por el parque, nos dirigimos por una serie de callejuelas hacia la entrada del templo. Por el camino nos encontramos con un jardín japonés cuya entrada era gratis para extranjeros, así que bueno, entramos. Como todos los jardines japoneses, son muy bonitos e increíblemente verdes. Lo que me gusta de la naturaleza de ese país es que sus colores son realmente exuberantes no importa la época: si bien puedes ver los sakuras en primavera, en verano el verde es precioso y el otoño, todo es rojo.

Después de la visita exprés al jardín japonés, continuamos callejeando hasta llegar de nuevo a un parque y por ende, a la entrada oficial al templo. Hay que pagar entrada, como en todos los grandes monumentos. El edificio es espectacular, no en vano es el mayor edificio de madera.

 En su interior hay un enorme buda en el centro, y después otro más "pequeño" a la izquierda; al fondo del templo, en cada esquina, dos estatuas de dioses/demonios -aun no lo tengo claro- . También hay una pequeña exposición de maquetas que muestran las distintas reconstrucciones de dicho templo, que ardió un par de veces durante guerras. Fue terminado de construir en el 745, así que tiene su tiempo.
También, al fondo, hay un par de reconstrucciones de las manos del buda, para que se vea el tamaño monumental de estas.

En fin,una vez visto el templo, continuamos nuestro camino por el parque rodeados de nuevo de ciervos hasta que salimos del recinto y nos dirigimos hacia otro complejo de templos entre los que se encontraba una pagoda de 5 niveles. No sabía deciros cómo llegamos ni dónde estaba, pues eran las 12 del mediodía y hacía un calor de infierno así que ya es un hit que recuerde el lugar en sí.
En fin, allí había la ya citada pagoda, un par de templos y otro par de pagodas más pequeñas. Era grande sí, pero no tan llamativa como la pagoda roja de Kiyomizu-dera.



Ahí véis, la dicha pagoda y el templo. que así, desde lejos parecen pequeños.Pero no.
 En fin, después de pasear rápidamente por el recinto de templos bajo el sol abrasador, encontramos la típica fuente de purificación. Ya sabéis, generalmente es una pila o una fuente de caños en la que con una cazoleta recoges agua para lavarte y enjuagarte la boca y purificarte antes de entrar en un recinto sagrado. Yo simplemente pasé un poco de la purificación y metí mi pañoleta en el agua, la escurrí un poco y me la puse. Refrescante 100% y luego os preguntaréis porqué iba con pintas de indigente por ahí, con la ropa mojada.
Tras esto ya iba siendo hora de comer, y qué mejor que comer curri con 36º! Ese día tuve mi fatal encontronazo con el picante.
Trauma aparte, por la tarde dejamos Nara y fuimos a Arashiyama, donde está el míiiitico bosque de bambú.
Para ir, está muy bien señalizado desde la estación. Consiste también en callejear un rato por calles asfaltadas y prácticamente desiertas, pero lo bueno es que la dirección suele estar marcada en el suelo.
El bosque de bambú es precioso pero en verano es un infierno. Al calor ambiental y la humedad que hay normalmente en cualquier espacio abierto, añadidle estar dentro del bosque, donde los bambús hacen efecto invernadero y se concentra AÚN más calor y humedad. 
Sudas mucho, pero en plan, chorrear. Es totalmente un calor pegajoso y hasta parece que cuesta respirar. Por dios, había tanta humedad que la mayoría de las fotos me han salido una mierda porque se me empañaba la lente de la cámara.
Obviando el sufrimiento, es muy bonito, aunque tampoco tiene mucho que ver, pues no deja de ser un bosque. Así que está bien para un ratito,pero al fin y al cabo, te acabas cansando.


Así pues, después de subir una cuesta entre bambús llegamos al final -o por lo menos, encontramos una salida-. Justo al lado del bambusal había un lago y después, ¡más calles desiertas! De todas formas, parece que aquel conjunto de carreteras estrechas, desiertas y flanqueadas por casas formaba parte del recorrido y cada pocos metros un cartel te indicaba la dirección de salida.
Al principio si que daba un poco de mal yuyu, pues no había ni un alma y las casas que se veían a ambos lados estaban cerradas.  También había algún que otro templo, pero tenían una pinta más bien desangelada, así que tampoco me acerqué mucho.
Más o menos, era todo así. Bueno, al principio ni había casas, solo vallas y vegetación.
Sin embargo, me encontré con una cosa que no esperaba para nada. Íbamos andando y cada x metros, como dije, había algún templo o por lo menos algún cartel informativo contando cosas sobre los templos de la zona. Me paraba a leerlos por alto por si decían algo del Shinsengumi, pero tampoco había encontrado gran cosa. Entonces, nos encontramos con unas estatuas de 4 samuráis junto a su respectiva placa.

Y claro... ¡Sakamoto Ryoma! ¿Pero qué narices haces ahí, Ryoma? En fin xD Para quien no lo sepa, fue un samurái de la época del Shinsengumi (1860) pero del bando "contrario"; gracias a su labor, Japón abandonó su aislamiento al mundo y fue posible la modernización del país.
Y bueno, el tipo sale en el último juego de Hakuouki y en Bakumatsu Rock.....



No entramos en lo que quiera que fuese el edificio -al parecer, un museo-porque estaba cerrado. Por cierto, si alguien le interesa el tema, la tumba de Ryoma está en Kioto, pero en otra zona, cerca del Kiyomizu-dera, creo. Yo no pude ir,otra cosa pendiente (?)
En fin, después de dicho encuentro por sorpresa, quedé un ratito en estado de shock durante el cual solo pude decir "Lol" , y mientras tanto seguimos caminando hasta llegar de nuevo a la entrada del bosque; una vez allí volvimos por donde habíamos venido y nos fuimos para el apartamento.
Ese día por cierto, hice una incursión en el FamilyMart y me compré la revista LaLa, para quien no lo sepa, una revista de manga donde publican Vampire Knight.
Costó unos 600 yenes aprox, pero creo que los vale porque tiene el grosor de una guía telefónica xD

Osaka.

Bien, al día siguiente cogimos un tren para Osaka.Bueno, para ser sincera creo que no era "Osaka" centro, pues por la mañana fuimos a visitar el castillo de Himeji, el tíiiipico castillo japonés blanco.
Si váis, nada más salir de la estación veréis que al final de una interminable calle recta, allí está el castillo.


En fin, la entrada al recinto es muy bonita, tiene un foso, un puente y una gran puerta. Todo esto da paso a unos grandes jardines y hasta ahí, todo es gratis. Luego sí, hay una puerta en la que compras la entrada para pasar a lo que es el recinto en sí del castillo. Pero si no queréis entrar, que sepáis que desde los jardines de fuera se ve.
Una vez dentro, el camino señalizado te lleva directamente al interior del castillo. Es muy bonito e impresionante en sus partes externas: corredores y pasillos externos entre murallas, y puertas (muy bajitas, por cierto xD)
El interior es un poco decepcionante: está totalmente vacío.
Os harán descalzaros para entrar en castillo y tendréis que llevar los zapatos en una bolsa con vosotros. La visita consiste en un recorrido en espiral en el que vas viendo plantas totalmente vacías y subiendo empinados tramos de escalera en los que te tienes que agachar si no quieres dejar la cabeza o la espalda contra las vigas. Son unos 6 pisos -o 8, no recuerdo bien- en los que podéis encontrar esporádicamente algún punto de información pero nada más: habitaciones de madera vacías. Arriba del todo hay un pequeño santuario, de esos con un cascabel enorme y una cuerda para tirar, pero poco más. Así que puede parecer un poco decepcionante subir y bajar ese edificio entero para no ver...nada.
De todas formas, las estancias son bonitas en la medida que te pones a pensar que aquello es un palacio y tiene su historia y demás. Además, si cogéis uno de los folletos de información, os dará la dirección de una app que podéis descargar y en ciertos puntos del palacio, podréis ver con el móvil recreaciones históricas.
Después de salir del castillo desembocamos en unos jardines, y de ahí, fuimos a recorrer una de las partes amuralladas que por dentro contaba con habitaciones, donde se encontraban las estancias de la princesa Sen. Si queréis saber sobre ella, la wikipedia os informará mejor que yo, pero era la nieta de un shogun a la cual casaron de pequeña pero su marido murió, por lo que le permitieron casarse de nuevo, por lo que parece, "por amor". Vivió en ese palacio con su hijo y su marido hasta que ambos murieron y ella se metió a monja.
El recorrido consiste en un interminable pasillo a cuya derecha hay habitaciones completamente vacías o con algún panel informativo, para llegar al final, a las estancias de la princesa, donde solo hay un par de maniquíes de la princesa, su dama de compañía y un gato.

Tras esto, dejamos el recinto porque ya habíamos tenido suficiente castillo por un día, y como la entrada incluía la visita a un jardín samurái que había cerca,pues allí fuimos. Como todos los jardines, era realmente bonito. Y quizá realmente grande y lioso.

Se alternaban casas tradicionales, lagos y pequeñas fuentes, cenadores de madera para tomar el té....también contaba con una zona invernadero con bonsáis, lotos y demás plantas; como he dicho, era un poco lioso porque en ocasiones salías a amplios caminos entre murallas y te sentías del todo en el anime de Hakuouki xD

Me pareció realmente bonito, aunque no lo conseguí ver entero. Una foto más y ya lo dejo.

Tras esto, fuimos a comer ya era la hora y después cogimos un tren, esta vez sí, para Osaka. En la estación de Osaka -donde hay muuucha gente, y como decía uno de mis compañeros "aquí la gente ya es más guapa" - en la última planta, está el Centro Pokémon. Como no estoy muy enterada de estas cosas, perdón por la indeterminación, pero bueno, allí es donde si hay alguna promoción y llevas tu Ds te pasan al pokemon de turno y demás cosillas. Está lleno de posters de las películas, hay un par de máquinas recreativas de pokemon, y sobretodo, mucho, mucho merchan. Sobretodo, peluches, aunque encontraréis camisetas, lápices, bolis, carpetas, toallas, ....todo lo que podáis imaginar. Figuritas pokemon de las nuevas evoluciones y un largíiisimo etc.
Y sobre los peluches, de todos los tamaños y tipos, aunque sobretodo, pikachus disfrazados y eevees.

Morid de kawaiiosidad.

Después de esto, tuvo lugar el gran fail de día, alias "vamos a visitar el barrio retro de Osaka". Barrio que resultó ser lo más suburbial que vi hasta la fecha, si bien apenas había gente por la calle,no sé si eso me tranquilizaba o más bien al contrario. Digo suburbial porque era lo más parecido a una calle que no verías en Japón: basura por las aceras, colillas, gente fumando por la calle....osea, una calle normal de cualquier otro sitio.Eso sí, ¡tenían papeleras! Magnífico.
Incluso la periferia tiene su encanto.

 En fin, como aquello no llevaba a ningún sitio y pasear por calles semidesiertas en las que no se veía ni un turista más, dimos la vuelta y nos dejamos de experimentos. Por iniciativa mía fuimos al barrio fashion/moderno de Osaka, para el que no estaba muy preparada ni psicológicamente ni externamente, tenía unas pintas de guiri horribles xDDD
La verdad, era una auténtica pasada: tiendas de ropa con la música a tope puesta, tiendas de piercings y de tatuajes...y mucho moderno por la calle, con pintas de haber salido de High&Low y que nos miraba con una sonrisilla cosa que no me extraña porque en serio, daba pena. 
Desembocamos en una pequeña plazoleta con un pantallón en el que ponían videoclips con la música puesta a todo trapo para la calle, y  en la que nos sentamos para que yo pudiese contemplar a los espécimens locales en su hábitad natural.Y para que ellos pudiesen contemplarme y reirse aún más de mi. Whatever.

Más tarde me enteré de que Osaka es una de las zonas más modernas de Japón...y yo con esas pintas. Ay señor.
Después de mi chute de contemplación de modernos, tomamos dirección -y nos perdimos, pero llegamos- a Namba o la zona del río llena de neones.
El lugar no es nada más que una laaaaarga calle llena de restaurantes, bares, tiendas, heladerías y demás locales de comida de esos que haces cola para comprarte unas brochetas o similar. Todo lleno de neones y carteles luminosos y farolillos junto al río. 

Mucho ambientazo y mucha gente. La verdad, lo poco que vi de Osaka, me gustó bastante, sobretodo de noche. Podría decir que es como Tokio, pero de alguna manera la gente está más "concentrada", quizá porque las calles no son tan anchas.
Otra anécdota: justo en mita de la calle, sentado junto a una farola, había un chico con un bolso, del cual salía una serpiente. Y con una iguana en su regazo. Y el tío tan pancho, con el móvil mientras el resto del mundo flipaba en estéreo y se le quedaba mirando.
This is Osaka, people.

 En fin, cenamos en un restaurante de comida tipo "de diseño", pero fue porque:
1-estaba junto al río.
2-tenía terraza.
3-había farolillos por dios, y al otro lado del río, grandes carteles de host.
4- el local de al lado del restaurante era un garaje donde había un tipo sin camiseta, muy lozano, de charla con sus amigos en la entrada. Todo sea por las vistas.

La calidad nos ha abandonado.

En fin, después de deleitarme con la cena y con las vistas, decidimos que si no espabilábamos perderíamos el último tren y nos quedaríamos allí, así que tomamos rumbo a la estación. Creo que nos equivocamos de tren un par de veces pero al final conseguimos volver sanos y salvos. 


Y esto es todo por parte de Nara y Osaka! Espero que os haya gustado~ No lo he mencionado, pero la mascota de Nara es un ciervo -cómo no- y la de Osaka el castillo de Himeji,muy cutes ambos. La ciudad de Nara es bonita, es como algo intermedio entre Kioto -pues es tranquila, limpia y de calles amplias- y Osaka -pues es más "moderna".  En Nara, por cierto, había ciertas calles peatonales cuyas entradas estaban adornadas con largas tiras brillantes ...like this:

Ah! Sobre Osaka, una última cosa: creo que es allí donde se encuentra uno de los acuarios más grandes del mundo, por si os interesa visitarlo. Nosotros no fuimos por falta de tiempo por el cansancio  porque los únicos peces que queríamos ver eran los del sushi  porque no tuvimos tiempo, pero creo que sería una buena visita.

Y bueno, hasta aquí llega la entrada.~ En la siguiente, toca Hiroshima, Miyajima y Takayama.
Y luego ya, Tokio. Que quizá vaya en dos entradas, depende de cómo me lo gestione.

See you~~ 


6 comentarios:

  1. Esos...peluches *u* spdfibosiugvbfduogd *Muere de Kawaiosidad (?*

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  2. Subarashii >w<
    Maldita Lyn, qué envidia v':
    ¿Desde cuando llevabas ahorrando para ir a Japón?

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    1. Ah, eso ^^U desde nunca(?) xD quiero decir, contaba ya con mis ahorros y solo se me presentó la oportunidad de ir y lo aproveché (?) no fue porque hubiese reunido el dinero ni nada, podría haber ido antes o después x'D

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  3. Hola Lyn!
    Supongo que hacer un comentario sobre lo hermoso, imponente y verde que es todo está de más (realmente no hay mucho que decir sobre todo más que WOW) c:
    Así que solo voy a preguntar... Vos o alguien de tu grupo se compró algo en el Pokemon Center? Yo moriría por uno de esos peluches de Sylveons tan lindos :'v (Los Dittoeon son tan cómicos XD)
    P.D.: Acabo de ver esos Meowstic machos y Necesito Uno Ya!!!! >:3

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    1. xD No, no compramos nada. Personalmente me gusta el pokemon pero no lo suficiente para comprar merchan, y mi compañero se había ganado un pikachu en una de las máquinas de gancho,así que no hizo falta que comprase nada xD

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