Bueno, primero de todo gracias por compartir vuestras opiniones, puntos de vista y reacciones sobre el capítulo, he estado leyéndolo todo! Y coincido con todas vosotras y con todos vuestros malévolos planes, de verdad. Me consuela saber que no soy la única sádica, ni con ideas sanguinarias xDD
En fin, había propuesto reescribir el episodio 13 y como parece que hay gente a la que sí le interesa, a eso he venido.
Para ser exactos, y para explicárselo a los que no sepan de qué hablo, pues en vistas al fantáaastico final del episodio 13, he decidido reescribir el capítulo, a modo de fic. Es decir, no es que piense volver a poner aquí todos los diálogos ni nada por el estilo; simplemente haré una versión narrada de lo que ha sido el episodio más o menos. Un fic a todos los efectos.
Y su prota será en este caso particular, mi gardienne de la versión francesa. Para ser concretos, mi gardienne más oficial, pues tengo 4 más la española xDD Así que dicho fic será diferente del episodio, porque mi gardienne tiene una personalidad muy diferente a la de la Gardienne Prototipo.
Para ir entrando en materia, mi niña se llama Cyn y es una guardiana de Obsidiana, y como es obvio, va a por Valkyon a full. Ya sabéis todo lo que tenéis que saber.
Eso sí, aviso que no será clavado al capítulo, pues mi niña no es tan sociable como gardienne, y los millones de diálogos quedarán reducidos en apenas unos pocos.
Well, solo espero que os guste y os tenga entretenidos un buen rato.
El plan original incluía una "imagen"
Episodio 13.
-Leiftan... quiero volver a mi casa. -murmuré, abatida. En cuanto las palabras salieron de mi boca me percaté de que había bajado la guardia, y la expresión confusa de mi interlocutor no hizo más que aumentar mi arrepentimiento por haberme dejado llevar.
-¿Pe-perdón?
-Lo siento...estoy cansada.
Intenté cambiar de tema, pero Leif se me adelantó y siguió tratando de consolarme, diciéndome que era normal que me quisiese marchar y que me entendía. Ciertamente era un chico adorable, pero yo no tenía ganas de seguir hablando de eso, ni de que me mirase con lástima. Escuché atentamente, intentando quitarle hierro al asunto, y en cuanto se me presentó la oportunidad, cambié de tema.
-Por cierto...si no es indiscreción, ¿tú...qué eres? - Quizá no fuese la reina del tacto, pero a Leiftan no pareció importarle.
-Oh, soy un lorialet.
-Ah.... -el chico sonrió y yo supuse que en mi cara podía leerse que no tenía ni la más remota idea de qué era eso. Además, me sentía herida en mi orgullo de supuesta conocedora de gran parte de la mitología. Leiftan parecía esperar a que comentase algo, pero simplemente solo hice evidente mi ignorancia. -¿Y eso qué es..?
-Somos los hijos de la luna. - ¿Los hijos de qué? Su tono tranquilo tuvo el efecto contrario en mi, pero no quería que me tachase de impertinente, así que asentí ceremoniosamente. Por suerte, Leif siguió hablando. - Aunque sinceramente, no creo mucho en eso. Ni en los selenitas, tampoco...
No sabía muy bien porqué traía a coalición a los pobres selenitas, así que me limité a seguir dándole la razón. Aun así, nunca hubiese imaginado a un ser mágico poniendo en tela de juicio la existencia de otros seres de su misma condición.
-Te aseguro que la luna está vacía.
-¿Ah? ¿Ya has estado allí?
-Eh....- "sí, voy todos los fines de semana a leer un rato, es un sitio muy tranquilo de día", me hubiese gustado contestarle, pero no sé como se tomaría que le mintiese tan descaradamente si algún día la verdad salía la luz. Mis relaciones con la gente del cuartel no eran las mejores, que digamos, y Leiftan parecía alguien demasiado puro como para divertirme a su costa. -No exactamente..pero otra gente sí. En fin, creo que será mejor que deje de monopolizar tu tiempo. Muchas gracias por todo, Leiftan.
El chico sonrió, insistió en que no había sido un problema para él y se marchó, y yo hice lo mismo, aunque la perspectiva de encontrarme con un montón de personas que me preguntarían por mi estado no era la más apetecible de las ideas. Aunque sí que me apetecía ver a Valkyon....y solo por eso merecía salir al peligroso pasillo plagado de gente ociosa con ganas de cháchara.
Aunque al principio todo parecía tranquilo, y yo estaba siendo inusitadamente silenciosa -es increíble cómo puedo afinar mis dotes de antisocialidad- , no pude evitar encontrarme con Karenn. No en vano la vampira era ella, no yo. La conversación fue corta y pude seguir con mi paseo ninja, aunque eso no me libró de la cálida y efusiva bienvenida de Ykhar, ni de encontrarme con Alajea y Jamon. Este último parecía muy contento de verme, aunque su abrazo de oso casi acaba conmigo de nuevo en la enfermería.
¿Se habían puesto todos de acuerdo para abordarme por los pasillos? Sea como fuere, de Valkyon no había ni rastro. Con el que sí me topé fue con mi ex-compañero de misión.
-Mira quién anda por aquí...¿Miiko ya te lo ha contado todo?
-Sí....-hice un ademán con la mano, hablar de los sucesos en Balenvia no me afectaba de sobremanera, pero tampoco era mi tema de conversación preferido. -Hace buen tiempo hoy, ¿Eh?
Ezarel arqueó una ceja y observó dubitativo el techo de la sala de alquimia, para luego mirarme de arriba abajo.
-Me parece que el veneno te ha afectado más de lo que parece. -Hizo una pausa ante mi expresión neutral. - Pero entiendo que el asunto de Balenvia te haya afectado, Miiko también....
Su voz se convirtió en un runrún lejano. Seguramente no era muy educado decir que Miiko estaba diez mil veces más afectada que yo, sobretodo en vistas a que todo el mundo achacaba mi cansancio a una terrible y profunda depresión debido a la misión. Pero simplemente estaba...cansada; cansada de haber hecho todo lo que estuvo en mi mano y que no hubiese servido para nada. También estaba un poco enfadada, pero lo último que necesitaba esta gente era escuchar mi verdadera opinión sobre el asunto, así que les dejé seguir en la convicción de que la pobre humana estaba muy afectada por lo sucedido. Mejor eso a que pensasen que no tenía corazón...cosa bastante acertada.
Ezarel parecía haber acabado con su discurso y me miraba esperando alguna señal de que mi mente seguía allí con él. Volví a menear la mano para quitarle hierro al asunto.
-Por cierto, quería preguntarte, sobre Miiko...
El elfo volvió a arquear una ceja y lo tomé como una invitación al diálogo. Era increíble cómo había progresado nuestra relación, desde un "no quiero respirar el mismo oxígeno que tú" a poder tener conversaciones de personas normales.
-No sé que pensar sobre ella. A veces simplemente se pasa el día gritándome y otras...parece amable y dulce. No me fío....
-...¿porque temes que cuando esté siendo dulce y amable contigo, te invite a té y pastas por la noche.... y cuando te despiertes estés de nuevo en una jaula?
-Sí, has acertado. -Comenté, y la imagen no me parecía del todo descabellada. Seguro que acababa como Hansel y Gretel, siendo tratada bien y atiborrada a dulces para despertarme después en una jaula. Pastel de humana...brr.
-Si tengo algo que decir sobre Miiko, es que ladra más que muerde. -Ezarel hizo una pausa, sopesando seguramente si contarme algún oscuro secreto. - Puedo decirte más cosas, pero no aquí. Deberíamos ir a la playa, conozco un lugar tranquilo.
En pleno shock por el arranque de amabilidad de mi ex-archi-enemigo, solo pude asentir y corretear detrás de él. No quise ni preguntar porqué no podía contármelo allí, no fuese a ser que mi voz le devolviese de nuevo a la realidad y se percatase de que era conmigo con quien estaba hablando, y no con alguno de sus colegas.
Cuando llegamos, nos instalamos frente a un pedrusco rosáceo del cual nacían un par de palmeritas muy graciosas, pero que parecían estar también el la lista de enemigos mortales de Ezarel...como casi todos los seres vivos. Mientras el elfo despotricaba sobre lo antiestético de la piedra, me senté con las piernas cruzadas y lo observé como un niño de párvulos a la espera de la explicación del día.
-Hablemos en serio....-comenzó el peli azul, pero yo casi me negaba a creer que contase con esa capacidad. Obediente, permanecí en silencio, interviniendo solo para las preguntas necesarias, mientras Ez me hablaba sobre el antiguo jefe de la guardia y la toma de posesión de su puesto por parte de Miiko tras la muerte de este.
-También perdimos a otros miembros de la guardia...
-¿Como el anterior jefe de Obsidiana?- No pude evitar sacar el tema. Valkyon callaba como un muerto y no conocía a casi nadie de mi guardia que pudiese aclararme aquello. Y aunque había madurado bastante, la curiosidad seguía siendo uno de los defectos.
-Sí...pero Valkyon ya te hablará de ello en su momento. - Ez pareció no notar mi profunda decepción.
-Osea, nunca...-mascullé, pero antes de que el elfo añadiese nada, decidí retomar el hilo de la conversación.- ¿Y nadie pudo reemplazar a Miiko?
Ez se realizó explicándome que nadie fue lo suficientemente altruista como para amargarse la vida así, y que ni siquiera Leif, al que yo veía como una gran opción, estaba capacitado para ello. Yo seguí limitándome a intervenir oportuna y escuetamente, y sobretodo a escuchar. En parte porque esperaba que de un momento a otro recordase que me odiaba. Para mi sorpresa, todo finalizó sin altercados.
-Bueno...ha estado bien hablar contigo seriamente. -El chico se levantó, dando por concluida la conversación. -Venga, vámonos.
¿Acababa de oír lo que acababa de oír? ¿Ha estado bien? ¿Nada de "maldita humana, he perdido mi preciado tiempo explicándote cosas que tu pequeña cabecita no alcanzará a entender"? ¿Podría pedirle que lo repitiese con testigos delante? Echaba de menos tener una grabadora para estos casos.
Le seguí todavía entre la sorpresa y el recelo, aunque a medida que nos acercábamos al QG parecía que aquello iba en serio y no pude evitar sonreír como una idiota. A sí que su corazón se había ablandado un poco....ese veneno había obrado milagros. Me pregunto que hubiese pasado si le hubiese dejado cinco minutitos más a....
-¿Ezarel .... Cyn? ¿Qué hacéis juntos? - Una voz confusa y conocida me sacó de mi ensimismamiento. Valkyon nos miraba con las cejas arqueadas, paseando la mirada de uno a otro. Él tampoco se lo creía, estaba claro.
Agité la mano tal vez demasiado efusivamente a modo de saludo, intentando contener las ganas de canturrear "¿Has visto Valkyon? Yo tampoco me lo creo. Me ha invitado a dar un paseo, hemos hablado como personas y... ¡no me ha mordido! Creo que ya lo tengo domesticado!". Sin embargo, Valky a penas reparó en mi, concentrado en sonsacar información a Ezarel sobre...qué estábamos haciendo.
Espera, ¿desde cuando Valkyon preguntaba tanto? Comencé a preocuparme.
-Hemos estado hablando de Miiko y otras cosas.. -Ezarel se encogió de hombros.
-¿Qué otras cosas? -No le quitaba el ojo a Ez, pero a la vez noté que me observaba por el rabillo del ojo.
-¿Valkyon...pasa algo? -Pregunté, quizá demasiado alegremente, cosa que pareció crisparle un poco.
-No, nada.
Y tal y como vino, se fue. Le lancé una mirada interrogativa a mi nuevo....amigo, pero el elfo se limitó a encogerse de hombros. Curioso.
Tras despedirme de Ezarel, volví al interior del QG, con la esperanza de interceptar a Valkyon y enterarme de qué narices había pasado ahí fuera. Por desgracia, Chrome me interceptó antes a mi. Tras intercambiar un par de palabras, y sobretodo, tras intentar convencerle que lo ocurrido en Balenvia no era culpa nuestra -¿es que nadie iba a tener el tacto de dejar el tema un ratito, si se supone que me afectaba taaanto?-, me fui a dormir.
Al día siguiente, decidí que lo mejor para evitar más conversaciones lastimeras sería ocuparse con algo, así que salí en busca de Ykhar, que por no variar, estaba en la biblio. Allí, la brownie aprovechó la compañía para despotricar sobre los purrekos y a continuación pudo atender a mis demandas de una misión. En concreto, quería probar suerte e ir a ayudar a reconstruir el templo feng huang. Creo que un verdadero trabajo físico, y no diplomático, sería lo mejor para mi. En vistas a tener que lidiar con más setas, la idea de acarrear piedras me parecía realmente atractiva.
No obstante, Ykhar intentó persuadirme de que aquella misión ya estaba completa. Pero mi insistencia tuvo al menos la recompensa de que, si iba a darle la lata a Miiko en lugar de a Ykhar, quizá consiguiese algo. Así que con el objetivo de molestar por misión, me largué alegremente de la biblioteca.
Quizá demasiado alegremente, lo suficiente para no volver a activar mis capacidades ninja de antisocialidad. Lo que se tradujo en volver a hablar con medio cuartel general. ¿Por qué esta gente tenía tan poco que hacer?
La parte positiva fue que sin quererlo, me topé con Valkyon.
-Hola C....
-¿Puedes explicarme que ha pasado antes? - Pregunté a bocajarro, aunque logrando mantener un tono de voz tranquilo y casual, y cruzando las manos sobre el pecho. Valkyon compuso su mejor cara de desconcierto.
-¿De qué hablas?
-Parecías molesto antes...cuando estaba con Ezarel... - a medida que hablaba, el sentido común se iba apoderando de mi y me preguntaba qué narices estaba haciendo interrogando de esa forma a mi superior, y qué esperaba obtener como respuesta.
-Estaba tranquilo. - Valkyon desvió la mirada, pero parecía molesto. Genial, esto era terreno peligroso, pero mi curiosidad ahora era mayor.
-Pero...quizá menos de lo normal. Me pareció que yo te había molestado...por estar con Ezarel... -elegí las palabras con cuidado, no quería que pareciese que...pensaba que...¿estaba celoso?
-No, para nada. Solo pensaba que os habéis echo muy cercanos, Ezarel y tú. -Ahora sí que estaba sorprendida. ¿Estaba celoso de verdad? ¿De verdad de la buena?De quién, ¿de Ezarel? ¿Yo y Ezarel? Vamos por favor, tuve que hacer un gran esfuerzo por no abrir más los ojos y reprimir una carcajada. Luego las ganas de reír se me fueron de un plumazo cuando comprendí lo surrealista de la situación. O más bien, cuando analicé los hechos. Si eran celos...¿eso quería decir que le gustaba?
Por un momento las piernas empezaron a temblarme, y la joven idiota que había en mi comenzó a imaginarse lo que podría pasar a continuación. Le gustaba....
Como llevaba ya varios segundos sin añadir nada, Valkyon dio por finalizada la conversación. Pero no, oh no, mi parte madura y racional -y quizá un poco sádica- tomó el control de mi cuerpo y consiguió mantener a raya el temblor de voz para seguir indagando.
-¿Cercanos? Creo que solo ha empezado a tolerarme, nada más.
-...sé prudente con él... - el chico volvió a clavar sus iris en mi, y yo sentí la necesidad de añadir algo más. ¿Pero qué narices se puede contestar a un "se prudente", si hasta hace dos días era él quien me alentaba a confiar en el elfo? La joven idiota interior ya citada básicamente cruzó mi mente gritando mientras corría en círculos, y durante mi caos mental, no sé como, mi boca dijo algo que no debía.
-No te preocupes, te prefiero a ti. -Y para intentar conservar la poca dignidad que me quedaba, mantuve una expresión relajada y una sonrisa amable, como quien habla del tiempo. Ahora solo necesitaba huir elegantemente. Valkyon me miró soprendido, obviamente el tampoco sabía cómo interpretar aquello. Ni siquiera yo tenía muy claro su significado en ese contexto. Masculló un gracias y antes de que pudiese huir él, me despedí con aire despreocupado y procedí a una elegante retirada. Por fuera, tranquila e inalterable; por dentro, dándome cabezazos mentales contra un muro mientras una voz canturreaba de fondo "omg, le gusto. O por lo menos le importo. Algo. "
Cuando me alejé lo suficiente para que mis hormonas se enfriasen, analicé la situación más detenidamente. ¿Qué demonios? ¿De verdad estaba celoso? ¿Pero por qué? Que yo le gustase no era una respuesta válida, y ahora me avergonzaba de haberla sacado tan rápido. No tendría sentido. No señor,además acaba de dar un numerito bastante penoso de joven atontada por los corazoncitos que revoloteaban a su alrededor. ¿Qué demonios? ¿Dónde estaba mi parte racional? ¿Por qué narices iba a estar celoso, en primer lugar, si no éramos....nada? ¿Y porqué narices tenía que ser prudente con Ez, por el amor de Dios? Haría lo que me viniese en gana, fuera del campo de batalla Valkyon no tenía ningún poder sobre mi. O al menos eso quería yo creer.
Ligeramente molesta conmigo misma por haber olvidado que no debía explicaciones a nadie, decidí olvidar la conversación e ir a buscar a Miiko.
A la cual, por cierto, encontré en su rato libre. Diplomática y resumidamente le presenté mis argumentos para que me dejase ir a la misión, y para mi sorpresa no me pegó cuatro gritos, sino que me despachó rápidamente dándome la razón como a los tontos y prometiendo tenerme en cuenta para la próxima remesa de enviados. Supongo que no quería que la incordiase más de lo necesario. Tras esto, me sugirió que fuese útil aquí y ahora,y que de paso, avisase a Nevra si le veía de que ya estaba tardando en reunirse con ella.
Cual palomita mensajera revoloteé por el QG de nuevo hasta toparme con el ya mencionado vampiro, que para sorpresa general, no parecía tener ganas de tocarme las narices. Ezarel amable, Valkyon celoso, Nevra tranquilo... ¿qué demonios?
Tras entregar mi mensaje, diligentemente me presenté en la biblioteca para ocuparme de alguna de las misiones nimias que allí había. Para que Ykhar dejase de despotricar, tomé una de las de los purrekos; la de Purriry, para ser exactos. No tenía muy buena mano con los bichos de Eldarya y, sin una calculadora en mano no pensaba acercarme a ningún número, así que la oferta poco detallada de la gatita me pareció lo mejor.
Para mi sorpresa, la despaché en relativamente poco tiempo, tras lo cual me dirigía a...no hacer nada cuando Ykhar me interceptó y me recomendó amablemente que fuese inmediatamente a ver a Miiko.
En la sala del cristal se encontraban ya los tres chicos y Miiko, y yo comencé a olerme algo. Y más cuando la cosa iba adquiriendo tintes sospechosos.
-Nevra ha escuchado durante su misión que un grupo de...mercenarios humanos han oído sobre ti. Probablemente están buscándote para "salvarte" .... -Miiko lo dijo con un tono delicado, como si fuese un tema realmente peliagudo. Yo solo pude pensar "a buenas horas vienen a salvarme", pero claro está, seguro que mi comentario no hubiese sido bien recibido.
-¿Salvarme? - A ver, no es que necesitase ser salvada, pero sinceramente, si esa gente podía llevarme a la Tierra, tampoco pensaba oponer resistencia.
-Sí, rescatarte de nuestras garras, de los féericos.
-¿...En serio?- Intenté permanecer seria pero seguramente la sonrisita se me escapaba por las comisuras de los labios. Ay, qué bueno. Una panda de mercenarios me habían tomado por una pobre rehén en manos de un montón de malvados féericos. Probablemente ahora Miiko sacaría la parte escabrosa de decirme finamente "vamos a ver si nos podemos deshacer de ti ahora", pero por una vez, no solo la entendería, si no que se lo agradecería. Pero no.
-Sin embargo todavía no tenemos claras sus intenciones. Así que, queríamos preguntarte, ¿qué sabes de Eldarya?
-¿Eh? - Espera, ¿cuándo pasamos a la parte de "te dejaremos en bosque para que te encuentren"? Miré a Ezarel esperanzada, esas ideas solían ser suyas, pero por una vez, parecía serio.- Pues....lo que he aprendido desde que he llegado. No gran cosa.
-Y...¿no hay nadie de tu familia que pueda estar buscándote?
-Claro que sí. - Me sentí herida en mi orgullo. Que a ellos no les importase no quería decir que no hubiese nadie preocupado por mi. - He desaparecido, al fin y al cabo.
Miiko me miró largo y tendido, y después abatida, hizo un ademán con la mano.
-De acuerdo..puedes marcharte.
Confusa, obedecí, aunque no entendía porqué habían sacado a coalición esas cosas. ¿Acaso pensaban entregarme solo a los mercenarios si creían que podían haber sido enviados por mi familia? Porque eso lo veía un poco difícil, dada la "inexistencia" de Eldarya para los comunes mortales cuerdos.
Pero ahora que lo pensaba, ¿cómo narices habían llegado mercenarios humanos allí?
Pensé que lo mejor sería informarse sobre la situación real de los humanos allí, así que en vistas de que revolver en la biblioteca me llevaría mucho tiempo, fui directamente a interrogar a Kero, que sería más rápido e igual de efectivo.
Y cuando digo igual de efectivo, me refiero a que fue infructuoso.
El pobre hombre no supo decirme gran cosa y simplemente evitó el tema en lo posible, aludiendo a lo culpables que se sentían de no poder -ni querer- mover un dedo para enviarme a casa -ni dejarme secuestrar por mis congéneres.
Fui entonces a interrogar las siguientes víctimas potenciales, alias los jefes de guardia. Cosa que resultó igual de infructuosa: Nevra se fue por la tangente como siempre y acabó guiñándome un ojo, Ezarel recuperó su tono borde al sacar a coalición la existencia de otra humana en el QG, y a Valkyon se le subieron los humos hablando de la suerte que había tenido al haber caídoen sus brazos en el QG en lugar de en una tribu de asesinos sanguinarios comedores de humanos.
No había acabado de dar vueltas cuando Ykhar volvió a aparecer ante mi porque Miiko parecía ser que no me había visto bastante en un día, y volvía a solicitar mi presencia. Yo seguía esperando un "ha sido un placer tenerte pero ya no vas a ser nuestro problema".
-Hemos estado pensando....y queríamos proponerte una solución...aunque realmente no tienes elección. - Empezó, mirándome cautelosa. ¡Oh genial, las propuestas obligatorias eran mis favoritas!. - Hemos pensado en emplear una poción que...enmascararía tu presencia aquí.
-¿Cómo?
-Te volverías indetectable com humana. Es como si cubriésemos tu aura y tu olor...
-Oh. Sería como cubrir mi presencia, ¿no? - La miré pensativa. ¿Me había llamado para esto? Supongo que dialogar con los mercenarios y entregarme como botín de guerra no era una opción, aunque no entendía porqué. Ellos se libraban de mi, yo volvía a mi mundo....aun así, quise pensar que tal vez mi imagen de los mercenarios pecaba de bucólica y quizá no fuesen los misioneros salvadores que yo me imaginaba. -Bueno pues...vale.
Miiko suspiró aliviada y procedió a informarme de que la poción debía de fabricarla yo solita, aunque con ayuda de alguno de los jefes de guardia, que por lo que parecía, no debían de tener nada mejor que hacer que ayudar a una simple guardiana con su simple poción para cubrir su simple existencia. Seguía sin entender porqué tanta preocupación y ceremonia para llegar a una solución tan estúpidamente simple.
Así pues, me dirigí a paso ligero en busca de Valkyon, con el pretexto de que era el jefe de mi guardia, y también porque ya las cosas con Ezarel habían ido muy bien hoy, y quizá si tenía sobredosis de humana, volviésemos al punto de partida y odio mutuo.
Encontré a Valkyon en la biblioteca, y como parecía haber olvidado nuestra anterior conversación, pude hablar con tranquilidad y persuadirle para que me ayudase, aunque no parecía muy a gusto ante la idea de mezclar cositas que pudiesen explotar. Después de darme la lista con los ingredientes, me despachó rápidamente y se fue a preparar algún otro ingrediente de complicación superior y que, probablemente por su cara, en mis manos patosas acabase siendo peligroso.
-Aquí está todo. - Proclamé triunfal al regresar a la sala de alquimia con lo requerido, después de haber quedado sumida en la pobreza más vergonzosa tras haber tenido que pagar todo aquello con mi dinero. Valkyon me miró por encima del hombro.
-Muy bien, muchas gracias. ¿Te importaría volver más tarde, cuando haya acabado? Esto es una tarea delicada....- eché un vistazo rápido y solo pude ver lo que parecía agua, pero decidí no cuestionar nada y salí obedientemente de la sala.
De nuevo vagué por los pasillos rezando para que la gente estuviese ocupada en sus supuestos quehaceres, y así poder dar un paseo tranquila, cosa que obviamente, no conseguí. Lo único positivo de mi forzada socialidad fue que Leiftan me abordó para invitarme a tomar algo, lo cual me alagó, aunque no veía que interés podría tener seguir aguantando mis quejas. Quizá el masoquismo era propio de su raza los loria...lorie....lo que fueran.
Después de haber tenido mi más que suficiente dosis de conversación, volví a refugiarme a la sala del alquimia. Si no había finalizado aún,me daba igual, me sentaría calladita en una esquina y no molestaría, pero me negaba a pasar un segundo más en el pasillo y encontrarme con otra persona.
Gracias al cielo, Valkyon ya había terminado.
-Bueno, ¿por dónde empiezo? - Canturée emocionada, era mi primera mezcolanza mágica, dado que como guardiana de la Obsidiana, no pasaba mucho tiempo en el laboratorio. Me quité los mitones y miré a Valkyon expectante como un niño ante su primer pastel de chocolate, aunque mi superior no pudo percibir mi emoción, ocupado como estaba leyendo la receta.
-A ver...tienes que machacar los granos de café...batir la jalea...y cortar las fresas. - El pobre no parecía muy seguro de lo que estaba leyendo, y yo me esperaba sinceramente algo más parecido a la química y no tanto a la cocina. -Te ayudaré, pero tú debes cargar positivamente los ingredientes.
-No te preocupes, sé coci....espera, ¿qué?
Valkyon sonrió paciente ante mi expresión de besugo fuera del horno. ¿Que tenía que hacer qué? Pero si yo no tenía poderes. Ni era muy positiva, que digamos.
-Tienes que pensar en las cosas que te unen a tu mundo. Tu familia, tus amigos.....
-Aah... -asentí lentamente.- Así que cargo los ingredientes...pensando. Con mi infinito poder mental.
Él simplemente obvió mi último comentario y asintió. En el fondo estaba disfrutando de mi confusión y lo sabía. Decidí no hacer más preguntas para no dejarme más aún en evidencia, y me puse manos a la obra.
Comencé, eso sí, con ciertos problemas. Machacar café y batir jalea no era nada de otro mundo, pero concentrarse...en lugar de mis recuerdos, por mi mente paseaban cosas como "¿y si sin querer pienso en otra cosa? ¿y si me acuerdo de una película que me gustaba mucho, que pasará? ¿y si pienso en la gente de Eldarya? ¿Y si pienso en estos malditos granos de café que no se dejan moler, qué, los mercenarios entonces no podrán detectar el café nunca más? Que vida más triste....VENGA CYN, por lo que más quieras, déjate de tonterías".
Después de sudar la gota gorda debido a mi desconcentración, di los ingredientes por finalizados, y Valkyon me entregó ceremoniosamente un papel.
-Escribe los nombres de tus padres aquí.
Alcé una ceja.
-¿Y eso para qué? - No veía la relación entre los nombres de mis padres y hacer una poción para cubrir mi presencia.
-La energía que os une dará más poder a la poción. - No lo entendí del todo, en parte porque los conceptos del tipo "energía que os une" y "dará más poder" me sonaban a cuento chino. Seguía todavía bastante reticente con el asunto de que mis pensamientos hubiesen influido en unos granos de café....
Hice lo que me pidió y tras esto, Valkyon lo mezcló todo en un caldero, añadiendo un pequeño mechón de pelo que tuve que cortar con mi puñal nuevo.Tras esto, me hizo repetir una fórmula mágica, para mi vergüenza personal. ¿Era necesario hacer este numerito?
No obstante, cambié de parecer cuando tras pronunciar la dicha fórmula, comencé a sentirme mal. Seguro que era un efecto secundario por no haberme concentrado todo lo que debía....
-¿Estás bien? - Valkyon me miraba algo preocupado. Yo simplemente asentí e intenté recuperar la compostura, pero aquella sensación, como de mareo, no se iba.
-Sí, no pasa nada.
-Bueno, pues ya está. La poción estará lista para la próxima luna llena, en dos días.Debe reposar.
Asentí, le di las gracias y procedí a abandonar la sala, pero mi superior volvió a interceptarme.
-Espera Cyn. ¿Podrías pasarte por el comedor sobre las seis?
-Eh....sí...claro. - Mi curiosidad me decía que preguntase cuál era la razón de esa invitación repentina, pero no estaba segura de querer saber la respuesta. Así que sin más ceremonia, me fui a mi habitación a hacer tiempo.
Cuando dieron las seis y me presenté en el comedor, ya tenía preparadas varias reacciones a posibles escenarios. ¿Qué narices querría Valkyon? ¿Sería por lo de antes? ¿Tendría que explicarle porqué le prefería a él? ¿Por qué me habría metido en esos problemas?
Para mi sorpresa mayúscula, lo que me encontré al entrar fue...bueno, una sorpresa.
Una fiesta, para ser exactos.
¿Una fiesta para mi?
Por lo que parecía, el sonreír tensamente y hablar con todo aquel que estaba falto de conversación acababa con recompensas como esta.
El mencionado chico carraspeó, y sin añadir nada más, la fiesta dio comienzo.
Fiesta que consistió, claro está, en parlotear. Pero ya que me habían usado como excusa para juntarse todos a beber, no iba a ser yo la que les fastidiase el plan. Después de charlar educadamente con Kero y con el resto de personas preocupadas por mi salud -sobretodo, la mental - tuve una pequeña charla con Ezarel, que volvió a recodar que yo era su víctima preferida; y con Nevra, que mostró que podía seguir comportándose como una persona con las hormonas sin alterar. También volví a intercambiar un par de palabras con Valkyon, pero poco me quedaba que decirle ya después de haber pasado media tarde picando café con él.
Después de una larga velada de cotilleos y chismorreos sobre gente que ni siquiera conocía -y que nadie se molestó en explicarme quienes eran- el comedor se fue vaciando y yo decidí que también era hora de irse a dormir.
Lo pasado en los siguientes días podía resumirse en : nada interesante. Seguí desarrollando misiones nimias consistentes en ayudar a los purrekos, y afiné mis habilidades ninjas para evitar el contacto humano -¿féerico? - en lo posible. Por fin llegó el día en que debía tomar mi fantástica poción.
Seguía sin entender porqué tanta ceremonia, pero aun así, me dispuse a reunirme con Valkyon de nuevo en el laboratorio. Tampoco entendía muy bien porqué para beber una poción necesitaba de su presencia, pero tampoco me iba a quejar.
Antes de acudir a mi esperada cita, me pasé por mi habitación para dar de comer a Corko, medida que debía tomar para evitar que el bichito tuviese ideas propias. Sea como fuere, encontré algo más en mi habitación.
Un papel.
Firmado por alguien del que nunca había oído hablar, y que dio voz a esa pequeña preocupación que había surgido en mi mente cuando hacía la poción: ¿por qué debía pensar en la gente de mi mundo? No lograba entender del todo el propósito de la nota, pero sí era lo suficientemente lista para preocuparme, y como me indicaba, decidí informarme inmediatamente de para que servía ese agua de Leteo.
En la biblioteca Ykhar respondió a mis preguntas sin aparente problema.
-Ummm...aquí trae que se usa en pociones de olvido. Para hacer que la gente olvide algo, por ejemplo...aunque no es una práctica muy autorizada. -Ykhar siguió ojeando el libro, buscando probablemente más información que pudiese serme útil.Pero ya tenía bastante para unir las piezas de mi puzle mental.
¿Olvido? Si ese agua estaba en mi poción.....eso quería decir...
....el mundo empezó a girar demasiado deprisa. No podía ser.
No podían haber sido tan sumamente rastreros. No podían haberme engañado descaradamente y pretender borrarme la memoria.
¿Para qué?
¿Para qué demonios servía que yo olvidase mi mundo? ¿Para no tener que ayudarme a volver? ¡¡¡¿Pero qué tenía eso que ver con los mercenarios?!!
Intenté mantener la calma unos segundos para que Ykhar no sospechase y me fui veloz a buscar a Miiko, que oh sorpresa, parecía haberse volatilizado.
Necesitaba una explicación satisfactoria, aunque dudo que pudiesen dármela. Cuanto más tiempo pasaba, más paranoias se formaban en mi cabeza y mi odio iba creciendo, Necesitaba saber la verdad AHORA. Y sobretodo, necesitaba gritarle a alguien.
Sin embargo, solo sabía dónde estaba Valkyon.
Abrí la puerta de la sala de alquimia para encontrarme con su rostro tranquilo, que sin embargo se crispó ligeramente, seguramente al ver mi expresión asesina.
-Pareces enfadada, ¿ha pasado algo?
¿Cómo era posible que incluso en ese momento, con mi cabreo actual y más que justificado, su genuina preocupación me hiciese razonar? Mi plan original era entrar pegando gritos, pero reconsideré la idea, inspiré profundamente, invocando a mi paciencia, y decidí darle una oportunidad al diálogo.
-Lo sé todo, Valkyon. ¿Puedes explicarme por qué demonios esa poción es de olvido?
El chico fijó su vista en mi, pero tras la ligera sorpresa inicial, intentó permanecer tranquilo.
- .....¿cómo lo sabes?
-Sé para qué se usa el agua de Leteo. ¿Por qué me habéis mentido? - si no hubiese sido por mis mitones, ya me habría clavado las uñas en las palmas de apretar tanto los puños. Necesitaba gritar, pero no era lo más sensato.
-Porque te negarías a tomarla. Debemos proteger el QG a toda costa, y la situación actual es peligrosa.- Noté un pinchazo en el pecho cuando incluso él, de quien esperaba un poco de empatía, no había dudado ni un momento en mentirme. Me sentía traicionada.
-¡¿Y qué daño os pueden hacer mis malditos recuerdos?!
-No....no son tus recuerdos lo que borrará la poción. Es tu..existencia.
Tenía que haber oído mal.
-QUÉ.- Mi voz iba subiendo de volumen y a esas alturas, me importaba más bien poco que al que le estuviese gritando fuese Valkyon.
-La poción sirve para borrar todo rastro tuyo en la Tierra. Los que te han conocido...te olvidarán. Si nadie te recuerda, nadie vendrá a buscarte.
-..... - no sabía que decir. No...no podía....simplemente aquello era inconcebiblemente cruel. Por el amor de Dios, ¿es que eran estúpidos? ¿¿¿Qué bien haría eso si esos mercenarios ya estaban buscándome???? No tenía sentido. No tenían sentido, todos ellos. Aquello no era una solución, era una estupidez, y yo no le veía ningún otro resultado útil que no fuese joderme. Querían borrar toda mi vida, todo mi rastro en mi hogar...solo en base de una suposición. Aquellos simplemente no tenía sentido.
No pude decir nada. Quería gritarle, quería insultarle, pero sobretodo, quería buscar a Miiko y cogerla de los pelos. Quería desquitarme ante aquella locura que pretendían hacerme sin mi consentimiento. ¿Cómo se podía ser tan rastrero?
Comencé a salir sin mediar palabra cuando Valkyon me sujetó por el brazo.
-Suéltame. - Mi voz fue un susurro, pero firme. Mi superior me miraba con algo parecido a compasión.
-No es nada contra ti, Cyn. De veras que sentimos tener que hacer esto, pero tenemos personas que proteger. Por favor... - Tomó la poción y me la tendió.
Tenía que estar de broma, Él, precisamente él, la persona que admiraba por su compasión,comprensión y buen juicio, no podía estar pidiéndome aquello. No podía estar manteniéndome la mirada sin un ápice de arrepentimiento incluso después de haber intentado arruinarme la vida y haberme mentido.
Aquello no podía estar pasando. Simplemente era surrealista.
-¿Tenéis personas que proteger? ¿Eso es lo que te dices para dormir mejor cuando piensas que me vais a arruinar la vida, mi auténtica vida? ¿O ni siquiera te importa, porque en el plan no estaba que yo lo supiese?- Tomé aire, la voz se me quebraba. - Oh Dios, Valkyon, ¿Te das cuenta que me pides que ...lo pierda todo...? ¿Que ya nadie...me espere....que no me .....que no pueda....
Tuve que callar para reprimir la ira mezclada con un sollozo.
-Cyn, por favor....
-Me niego. No es justo que me deba de sacrificar yo por culpa de vuestras estúpidas suposiciones.
Me importaba más bien nada lo que pensase ya de mi. ¿Egoísta quizá? ¿Por qué, por querer proteger mi vida? Para ellos era muy fácil sacrificarla, pues no sabían nada de mi, de mi familia, de la Tierra. Esas personas...rastreras...además pensaban irse con la conciencia tranquila pues yo no sabría nunca nada....
....no me lo podía creer aún. La sangre me hervía.
Valkyon por su parte me miró, y casi pude decir que lo que reflejaban sus ojos era verdadera pena.
Casi.
-Que sepas que lo siento mucho, pero no tienes elección...
Todo pasó muy rápido.
Valkyon le pegó un trago a la poción, y en esos segundos de confusión, su agarre sobre mi se hizo más firme. Cuando quise darme cuenta, su boca estaba sobre la mía.
Estaba demasiado sorprendida para reaccionar, y el horror me había paralizado en el sitio.
El beso se hizo más profundo y entonces comprendí. Sentí el líquido resbalar por mis labios.
No podía ser cierto. No podía haber sido tan...tan...
Empecé a encontrarme mal, a sentir, de forma inexplicable, cómo iba desapareciendo de la vida de los que conocía. Todo se iba poco a poco, lentamente...hasta que ya no quedo nada de mi,
Desaparecí.
...
Valkyon sin embargo mantenía su boca sobre la mía. Su agarre se hizo más suave, y aunque ya había cumplido su maldito cometido, sus labios no se separaron. Quizá demasiado tarde, el horror dio paso a una ira aún mayor, y actué.
Instintivamente, me llevé la mano al puñal que llevaba al cinto. La muchachita humana que un día fui jamás habría sabido ser veloz y letal. Ni siquiera habría sido valiente.
Cuando Valkyon notó la fría hoja en su cuello, el beso cesó. No se separó inmediatamente, sino que permaneció unos tortuosos segundos más con sus labios sobre los míos, mientras sus brazos perdían fuerza y se deslizaban por mis brazos hasta soltarme suavemente.
Cuando su rostro estuvo frente al mío, pude ver su expresión devastada. Quizá por lo que acababa de hacer, por lo que me había quitado, por cómo me había engañado....y quizá también por verse amenazado así. Supongo que comprendió que si no había dudado en sacar el cuchillo para apartarle de mi, ningún tipo de perdón podría esperar por mi parte.
Esperaba reproche, quizá enfado por haber llegado tan lejos como para posar una mortífera hoja en el cuello de mi superior, pero en sus ojos solo veía dolor. Una parte de mi decía que el chico entendía mi reacción y que sabía que se lo merecía. Pero yo no quería pensar con claridad ni escuchar a la voz de la empatía que me decía que le estaba haciendo tanto daño como él a mi. Me daba igual. Ahora todo me daba igual.
-Cyn.....
-No me hables. -Siseé, apretando ligeramente más la hoja contra su cuello. Podría quitarme el cuchillo y noquearme con facilidad, nunca había sido rival para él. Sin embargo, se limitó a seguir mirándome desamparado, sin mover ni un músculo. En el fondo yo solo deseaba que me diera una razón para poder dar rienda suelta a mi ira, pero su expresión devastada no ayudaba a avivar mi enfado. Maldita sea.
-Yo...lo siento....
-CÁLLATE! - Noté que las lágrimas afloraban y me enfadé aun más. Me concentraba en mi ira homicida, en mis ganas de vengarme por lo que me habían hecho, en un intento de no pensar en lo que me habían quitado. Apreté el cuchillo un poco más contra su garganta, y de no ser porque no quería que me viese derrumbarme, probablemente habría seguido. Pero comencé a sentir algo húmedo en las mejillas, y no quería mostrar mi debilidad así. Furiosa aún retiré el cuchillo y sin mediar palabra me dirigí a la puerta a grandes zancadas.
Valkyon no dijo nada y probablemente se quedó inmóvil; yo simplemente siseé un "os odio a todos" antes de cerrar con un fuerte portazo.
Ya en el pasillo invoqué a todo mi autocontrol para tragarme las lágrimas, y decidí que lo que mejor era que fuese a mi habitación antes de que de verdad matase a alguien. Ahora era un poco más consciente de lo que acababa de hacer y la idea comenzaba a marearme....necesitaba tranquilizarme y elaborar un plan de acción racional. Aunque se lo mereciesen, simplemente no podía entrar a golpe de espada y pedir explicaciones.
Sin embargo, en mi camino hacia la habitación, me topé con Miiko. Por desgracia para las dos.
Primero me quedé paralizada en el sitio. Pero en cuanto vi su expresión tranquila y resulta, sin un ápice de culpabilidad, sin remordimientos...
-¿Pe-perdón?
-Lo siento...estoy cansada.
Intenté cambiar de tema, pero Leif se me adelantó y siguió tratando de consolarme, diciéndome que era normal que me quisiese marchar y que me entendía. Ciertamente era un chico adorable, pero yo no tenía ganas de seguir hablando de eso, ni de que me mirase con lástima. Escuché atentamente, intentando quitarle hierro al asunto, y en cuanto se me presentó la oportunidad, cambié de tema.
-Por cierto...si no es indiscreción, ¿tú...qué eres? - Quizá no fuese la reina del tacto, pero a Leiftan no pareció importarle.
-Oh, soy un lorialet.
-Ah.... -el chico sonrió y yo supuse que en mi cara podía leerse que no tenía ni la más remota idea de qué era eso. Además, me sentía herida en mi orgullo de supuesta conocedora de gran parte de la mitología. Leiftan parecía esperar a que comentase algo, pero simplemente solo hice evidente mi ignorancia. -¿Y eso qué es..?
-Somos los hijos de la luna. - ¿Los hijos de qué? Su tono tranquilo tuvo el efecto contrario en mi, pero no quería que me tachase de impertinente, así que asentí ceremoniosamente. Por suerte, Leif siguió hablando. - Aunque sinceramente, no creo mucho en eso. Ni en los selenitas, tampoco...
No sabía muy bien porqué traía a coalición a los pobres selenitas, así que me limité a seguir dándole la razón. Aun así, nunca hubiese imaginado a un ser mágico poniendo en tela de juicio la existencia de otros seres de su misma condición.
-Te aseguro que la luna está vacía.
-¿Ah? ¿Ya has estado allí?
-Eh....- "sí, voy todos los fines de semana a leer un rato, es un sitio muy tranquilo de día", me hubiese gustado contestarle, pero no sé como se tomaría que le mintiese tan descaradamente si algún día la verdad salía la luz. Mis relaciones con la gente del cuartel no eran las mejores, que digamos, y Leiftan parecía alguien demasiado puro como para divertirme a su costa. -No exactamente..pero otra gente sí. En fin, creo que será mejor que deje de monopolizar tu tiempo. Muchas gracias por todo, Leiftan.
El chico sonrió, insistió en que no había sido un problema para él y se marchó, y yo hice lo mismo, aunque la perspectiva de encontrarme con un montón de personas que me preguntarían por mi estado no era la más apetecible de las ideas. Aunque sí que me apetecía ver a Valkyon....y solo por eso merecía salir al peligroso pasillo plagado de gente ociosa con ganas de cháchara.
Aunque al principio todo parecía tranquilo, y yo estaba siendo inusitadamente silenciosa -es increíble cómo puedo afinar mis dotes de antisocialidad- , no pude evitar encontrarme con Karenn. No en vano la vampira era ella, no yo. La conversación fue corta y pude seguir con mi paseo ninja, aunque eso no me libró de la cálida y efusiva bienvenida de Ykhar, ni de encontrarme con Alajea y Jamon. Este último parecía muy contento de verme, aunque su abrazo de oso casi acaba conmigo de nuevo en la enfermería.
¿Se habían puesto todos de acuerdo para abordarme por los pasillos? Sea como fuere, de Valkyon no había ni rastro. Con el que sí me topé fue con mi ex-compañero de misión.
-Mira quién anda por aquí...¿Miiko ya te lo ha contado todo?
-Sí....-hice un ademán con la mano, hablar de los sucesos en Balenvia no me afectaba de sobremanera, pero tampoco era mi tema de conversación preferido. -Hace buen tiempo hoy, ¿Eh?
Ezarel arqueó una ceja y observó dubitativo el techo de la sala de alquimia, para luego mirarme de arriba abajo.
-Me parece que el veneno te ha afectado más de lo que parece. -Hizo una pausa ante mi expresión neutral. - Pero entiendo que el asunto de Balenvia te haya afectado, Miiko también....
Su voz se convirtió en un runrún lejano. Seguramente no era muy educado decir que Miiko estaba diez mil veces más afectada que yo, sobretodo en vistas a que todo el mundo achacaba mi cansancio a una terrible y profunda depresión debido a la misión. Pero simplemente estaba...cansada; cansada de haber hecho todo lo que estuvo en mi mano y que no hubiese servido para nada. También estaba un poco enfadada, pero lo último que necesitaba esta gente era escuchar mi verdadera opinión sobre el asunto, así que les dejé seguir en la convicción de que la pobre humana estaba muy afectada por lo sucedido. Mejor eso a que pensasen que no tenía corazón...cosa bastante acertada.
Ezarel parecía haber acabado con su discurso y me miraba esperando alguna señal de que mi mente seguía allí con él. Volví a menear la mano para quitarle hierro al asunto.
-Por cierto, quería preguntarte, sobre Miiko...
El elfo volvió a arquear una ceja y lo tomé como una invitación al diálogo. Era increíble cómo había progresado nuestra relación, desde un "no quiero respirar el mismo oxígeno que tú" a poder tener conversaciones de personas normales.
-No sé que pensar sobre ella. A veces simplemente se pasa el día gritándome y otras...parece amable y dulce. No me fío....
-...¿porque temes que cuando esté siendo dulce y amable contigo, te invite a té y pastas por la noche.... y cuando te despiertes estés de nuevo en una jaula?
-Sí, has acertado. -Comenté, y la imagen no me parecía del todo descabellada. Seguro que acababa como Hansel y Gretel, siendo tratada bien y atiborrada a dulces para despertarme después en una jaula. Pastel de humana...brr.
-Si tengo algo que decir sobre Miiko, es que ladra más que muerde. -Ezarel hizo una pausa, sopesando seguramente si contarme algún oscuro secreto. - Puedo decirte más cosas, pero no aquí. Deberíamos ir a la playa, conozco un lugar tranquilo.
En pleno shock por el arranque de amabilidad de mi ex-archi-enemigo, solo pude asentir y corretear detrás de él. No quise ni preguntar porqué no podía contármelo allí, no fuese a ser que mi voz le devolviese de nuevo a la realidad y se percatase de que era conmigo con quien estaba hablando, y no con alguno de sus colegas.
Cuando llegamos, nos instalamos frente a un pedrusco rosáceo del cual nacían un par de palmeritas muy graciosas, pero que parecían estar también el la lista de enemigos mortales de Ezarel...como casi todos los seres vivos. Mientras el elfo despotricaba sobre lo antiestético de la piedra, me senté con las piernas cruzadas y lo observé como un niño de párvulos a la espera de la explicación del día.
-Hablemos en serio....-comenzó el peli azul, pero yo casi me negaba a creer que contase con esa capacidad. Obediente, permanecí en silencio, interviniendo solo para las preguntas necesarias, mientras Ez me hablaba sobre el antiguo jefe de la guardia y la toma de posesión de su puesto por parte de Miiko tras la muerte de este.
-También perdimos a otros miembros de la guardia...
-¿Como el anterior jefe de Obsidiana?- No pude evitar sacar el tema. Valkyon callaba como un muerto y no conocía a casi nadie de mi guardia que pudiese aclararme aquello. Y aunque había madurado bastante, la curiosidad seguía siendo uno de los defectos.
-Sí...pero Valkyon ya te hablará de ello en su momento. - Ez pareció no notar mi profunda decepción.
-Osea, nunca...-mascullé, pero antes de que el elfo añadiese nada, decidí retomar el hilo de la conversación.- ¿Y nadie pudo reemplazar a Miiko?
Ez se realizó explicándome que nadie fue lo suficientemente altruista como para amargarse la vida así, y que ni siquiera Leif, al que yo veía como una gran opción, estaba capacitado para ello. Yo seguí limitándome a intervenir oportuna y escuetamente, y sobretodo a escuchar. En parte porque esperaba que de un momento a otro recordase que me odiaba. Para mi sorpresa, todo finalizó sin altercados.
-Bueno...ha estado bien hablar contigo seriamente. -El chico se levantó, dando por concluida la conversación. -Venga, vámonos.
¿Acababa de oír lo que acababa de oír? ¿Ha estado bien? ¿Nada de "maldita humana, he perdido mi preciado tiempo explicándote cosas que tu pequeña cabecita no alcanzará a entender"? ¿Podría pedirle que lo repitiese con testigos delante? Echaba de menos tener una grabadora para estos casos.
Le seguí todavía entre la sorpresa y el recelo, aunque a medida que nos acercábamos al QG parecía que aquello iba en serio y no pude evitar sonreír como una idiota. A sí que su corazón se había ablandado un poco....ese veneno había obrado milagros. Me pregunto que hubiese pasado si le hubiese dejado cinco minutitos más a....
-¿Ezarel .... Cyn? ¿Qué hacéis juntos? - Una voz confusa y conocida me sacó de mi ensimismamiento. Valkyon nos miraba con las cejas arqueadas, paseando la mirada de uno a otro. Él tampoco se lo creía, estaba claro.
Agité la mano tal vez demasiado efusivamente a modo de saludo, intentando contener las ganas de canturrear "¿Has visto Valkyon? Yo tampoco me lo creo. Me ha invitado a dar un paseo, hemos hablado como personas y... ¡no me ha mordido! Creo que ya lo tengo domesticado!". Sin embargo, Valky a penas reparó en mi, concentrado en sonsacar información a Ezarel sobre...qué estábamos haciendo.
Espera, ¿desde cuando Valkyon preguntaba tanto? Comencé a preocuparme.
-Hemos estado hablando de Miiko y otras cosas.. -Ezarel se encogió de hombros.
-¿Qué otras cosas? -No le quitaba el ojo a Ez, pero a la vez noté que me observaba por el rabillo del ojo.
-¿Valkyon...pasa algo? -Pregunté, quizá demasiado alegremente, cosa que pareció crisparle un poco.
-No, nada.
Y tal y como vino, se fue. Le lancé una mirada interrogativa a mi nuevo....amigo, pero el elfo se limitó a encogerse de hombros. Curioso.
Tras despedirme de Ezarel, volví al interior del QG, con la esperanza de interceptar a Valkyon y enterarme de qué narices había pasado ahí fuera. Por desgracia, Chrome me interceptó antes a mi. Tras intercambiar un par de palabras, y sobretodo, tras intentar convencerle que lo ocurrido en Balenvia no era culpa nuestra -¿es que nadie iba a tener el tacto de dejar el tema un ratito, si se supone que me afectaba taaanto?-, me fui a dormir.
Al día siguiente, decidí que lo mejor para evitar más conversaciones lastimeras sería ocuparse con algo, así que salí en busca de Ykhar, que por no variar, estaba en la biblio. Allí, la brownie aprovechó la compañía para despotricar sobre los purrekos y a continuación pudo atender a mis demandas de una misión. En concreto, quería probar suerte e ir a ayudar a reconstruir el templo feng huang. Creo que un verdadero trabajo físico, y no diplomático, sería lo mejor para mi. En vistas a tener que lidiar con más setas, la idea de acarrear piedras me parecía realmente atractiva.
No obstante, Ykhar intentó persuadirme de que aquella misión ya estaba completa. Pero mi insistencia tuvo al menos la recompensa de que, si iba a darle la lata a Miiko en lugar de a Ykhar, quizá consiguiese algo. Así que con el objetivo de molestar por misión, me largué alegremente de la biblioteca.
Quizá demasiado alegremente, lo suficiente para no volver a activar mis capacidades ninja de antisocialidad. Lo que se tradujo en volver a hablar con medio cuartel general. ¿Por qué esta gente tenía tan poco que hacer?
La parte positiva fue que sin quererlo, me topé con Valkyon.
-Hola C....
-¿Puedes explicarme que ha pasado antes? - Pregunté a bocajarro, aunque logrando mantener un tono de voz tranquilo y casual, y cruzando las manos sobre el pecho. Valkyon compuso su mejor cara de desconcierto.
-¿De qué hablas?
-Parecías molesto antes...cuando estaba con Ezarel... - a medida que hablaba, el sentido común se iba apoderando de mi y me preguntaba qué narices estaba haciendo interrogando de esa forma a mi superior, y qué esperaba obtener como respuesta.
-Estaba tranquilo. - Valkyon desvió la mirada, pero parecía molesto. Genial, esto era terreno peligroso, pero mi curiosidad ahora era mayor.
-Pero...quizá menos de lo normal. Me pareció que yo te había molestado...por estar con Ezarel... -elegí las palabras con cuidado, no quería que pareciese que...pensaba que...¿estaba celoso?
-No, para nada. Solo pensaba que os habéis echo muy cercanos, Ezarel y tú. -Ahora sí que estaba sorprendida. ¿Estaba celoso de verdad? ¿De verdad de la buena?De quién, ¿de Ezarel? ¿Yo y Ezarel? Vamos por favor, tuve que hacer un gran esfuerzo por no abrir más los ojos y reprimir una carcajada. Luego las ganas de reír se me fueron de un plumazo cuando comprendí lo surrealista de la situación. O más bien, cuando analicé los hechos. Si eran celos...¿eso quería decir que le gustaba?
Por un momento las piernas empezaron a temblarme, y la joven idiota que había en mi comenzó a imaginarse lo que podría pasar a continuación. Le gustaba....
Como llevaba ya varios segundos sin añadir nada, Valkyon dio por finalizada la conversación. Pero no, oh no, mi parte madura y racional -y quizá un poco sádica- tomó el control de mi cuerpo y consiguió mantener a raya el temblor de voz para seguir indagando.
-¿Cercanos? Creo que solo ha empezado a tolerarme, nada más.
-...sé prudente con él... - el chico volvió a clavar sus iris en mi, y yo sentí la necesidad de añadir algo más. ¿Pero qué narices se puede contestar a un "se prudente", si hasta hace dos días era él quien me alentaba a confiar en el elfo? La joven idiota interior ya citada básicamente cruzó mi mente gritando mientras corría en círculos, y durante mi caos mental, no sé como, mi boca dijo algo que no debía.
-No te preocupes, te prefiero a ti. -Y para intentar conservar la poca dignidad que me quedaba, mantuve una expresión relajada y una sonrisa amable, como quien habla del tiempo. Ahora solo necesitaba huir elegantemente. Valkyon me miró soprendido, obviamente el tampoco sabía cómo interpretar aquello. Ni siquiera yo tenía muy claro su significado en ese contexto. Masculló un gracias y antes de que pudiese huir él, me despedí con aire despreocupado y procedí a una elegante retirada. Por fuera, tranquila e inalterable; por dentro, dándome cabezazos mentales contra un muro mientras una voz canturreaba de fondo "omg, le gusto. O por lo menos le importo. Algo. "
Cuando me alejé lo suficiente para que mis hormonas se enfriasen, analicé la situación más detenidamente. ¿Qué demonios? ¿De verdad estaba celoso? ¿Pero por qué? Que yo le gustase no era una respuesta válida, y ahora me avergonzaba de haberla sacado tan rápido. No tendría sentido. No señor,además acaba de dar un numerito bastante penoso de joven atontada por los corazoncitos que revoloteaban a su alrededor. ¿Qué demonios? ¿Dónde estaba mi parte racional? ¿Por qué narices iba a estar celoso, en primer lugar, si no éramos....nada? ¿Y porqué narices tenía que ser prudente con Ez, por el amor de Dios? Haría lo que me viniese en gana, fuera del campo de batalla Valkyon no tenía ningún poder sobre mi. O al menos eso quería yo creer.
Ligeramente molesta conmigo misma por haber olvidado que no debía explicaciones a nadie, decidí olvidar la conversación e ir a buscar a Miiko.
A la cual, por cierto, encontré en su rato libre. Diplomática y resumidamente le presenté mis argumentos para que me dejase ir a la misión, y para mi sorpresa no me pegó cuatro gritos, sino que me despachó rápidamente dándome la razón como a los tontos y prometiendo tenerme en cuenta para la próxima remesa de enviados. Supongo que no quería que la incordiase más de lo necesario. Tras esto, me sugirió que fuese útil aquí y ahora,y que de paso, avisase a Nevra si le veía de que ya estaba tardando en reunirse con ella.
Cual palomita mensajera revoloteé por el QG de nuevo hasta toparme con el ya mencionado vampiro, que para sorpresa general, no parecía tener ganas de tocarme las narices. Ezarel amable, Valkyon celoso, Nevra tranquilo... ¿qué demonios?
Tras entregar mi mensaje, diligentemente me presenté en la biblioteca para ocuparme de alguna de las misiones nimias que allí había. Para que Ykhar dejase de despotricar, tomé una de las de los purrekos; la de Purriry, para ser exactos. No tenía muy buena mano con los bichos de Eldarya y, sin una calculadora en mano no pensaba acercarme a ningún número, así que la oferta poco detallada de la gatita me pareció lo mejor.
Para mi sorpresa, la despaché en relativamente poco tiempo, tras lo cual me dirigía a...no hacer nada cuando Ykhar me interceptó y me recomendó amablemente que fuese inmediatamente a ver a Miiko.
En la sala del cristal se encontraban ya los tres chicos y Miiko, y yo comencé a olerme algo. Y más cuando la cosa iba adquiriendo tintes sospechosos.
-Nevra ha escuchado durante su misión que un grupo de...mercenarios humanos han oído sobre ti. Probablemente están buscándote para "salvarte" .... -Miiko lo dijo con un tono delicado, como si fuese un tema realmente peliagudo. Yo solo pude pensar "a buenas horas vienen a salvarme", pero claro está, seguro que mi comentario no hubiese sido bien recibido.
-¿Salvarme? - A ver, no es que necesitase ser salvada, pero sinceramente, si esa gente podía llevarme a la Tierra, tampoco pensaba oponer resistencia.
-Sí, rescatarte de nuestras garras, de los féericos.
-¿...En serio?- Intenté permanecer seria pero seguramente la sonrisita se me escapaba por las comisuras de los labios. Ay, qué bueno. Una panda de mercenarios me habían tomado por una pobre rehén en manos de un montón de malvados féericos. Probablemente ahora Miiko sacaría la parte escabrosa de decirme finamente "vamos a ver si nos podemos deshacer de ti ahora", pero por una vez, no solo la entendería, si no que se lo agradecería. Pero no.
-Sin embargo todavía no tenemos claras sus intenciones. Así que, queríamos preguntarte, ¿qué sabes de Eldarya?
-¿Eh? - Espera, ¿cuándo pasamos a la parte de "te dejaremos en bosque para que te encuentren"? Miré a Ezarel esperanzada, esas ideas solían ser suyas, pero por una vez, parecía serio.- Pues....lo que he aprendido desde que he llegado. No gran cosa.
-Y...¿no hay nadie de tu familia que pueda estar buscándote?
-Claro que sí. - Me sentí herida en mi orgullo. Que a ellos no les importase no quería decir que no hubiese nadie preocupado por mi. - He desaparecido, al fin y al cabo.
Miiko me miró largo y tendido, y después abatida, hizo un ademán con la mano.
-De acuerdo..puedes marcharte.
Confusa, obedecí, aunque no entendía porqué habían sacado a coalición esas cosas. ¿Acaso pensaban entregarme solo a los mercenarios si creían que podían haber sido enviados por mi familia? Porque eso lo veía un poco difícil, dada la "inexistencia" de Eldarya para los comunes mortales cuerdos.
Pero ahora que lo pensaba, ¿cómo narices habían llegado mercenarios humanos allí?
Pensé que lo mejor sería informarse sobre la situación real de los humanos allí, así que en vistas de que revolver en la biblioteca me llevaría mucho tiempo, fui directamente a interrogar a Kero, que sería más rápido e igual de efectivo.
Y cuando digo igual de efectivo, me refiero a que fue infructuoso.
El pobre hombre no supo decirme gran cosa y simplemente evitó el tema en lo posible, aludiendo a lo culpables que se sentían de no poder -ni querer- mover un dedo para enviarme a casa -ni dejarme secuestrar por mis congéneres.
Fui entonces a interrogar las siguientes víctimas potenciales, alias los jefes de guardia. Cosa que resultó igual de infructuosa: Nevra se fue por la tangente como siempre y acabó guiñándome un ojo, Ezarel recuperó su tono borde al sacar a coalición la existencia de otra humana en el QG, y a Valkyon se le subieron los humos hablando de la suerte que había tenido al haber caído
No había acabado de dar vueltas cuando Ykhar volvió a aparecer ante mi porque Miiko parecía ser que no me había visto bastante en un día, y volvía a solicitar mi presencia. Yo seguía esperando un "ha sido un placer tenerte pero ya no vas a ser nuestro problema".
-Hemos estado pensando....y queríamos proponerte una solución...aunque realmente no tienes elección. - Empezó, mirándome cautelosa. ¡Oh genial, las propuestas obligatorias eran mis favoritas!. - Hemos pensado en emplear una poción que...enmascararía tu presencia aquí.
-¿Cómo?
-Te volverías indetectable com humana. Es como si cubriésemos tu aura y tu olor...
-Oh. Sería como cubrir mi presencia, ¿no? - La miré pensativa. ¿Me había llamado para esto? Supongo que dialogar con los mercenarios y entregarme como botín de guerra no era una opción, aunque no entendía porqué. Ellos se libraban de mi, yo volvía a mi mundo....aun así, quise pensar que tal vez mi imagen de los mercenarios pecaba de bucólica y quizá no fuesen los misioneros salvadores que yo me imaginaba. -Bueno pues...vale.
Miiko suspiró aliviada y procedió a informarme de que la poción debía de fabricarla yo solita, aunque con ayuda de alguno de los jefes de guardia, que por lo que parecía, no debían de tener nada mejor que hacer que ayudar a una simple guardiana con su simple poción para cubrir su simple existencia. Seguía sin entender porqué tanta preocupación y ceremonia para llegar a una solución tan estúpidamente simple.
Así pues, me dirigí a paso ligero en busca de Valkyon, con el pretexto de que era el jefe de mi guardia, y también porque ya las cosas con Ezarel habían ido muy bien hoy, y quizá si tenía sobredosis de humana, volviésemos al punto de partida y odio mutuo.
Encontré a Valkyon en la biblioteca, y como parecía haber olvidado nuestra anterior conversación, pude hablar con tranquilidad y persuadirle para que me ayudase, aunque no parecía muy a gusto ante la idea de mezclar cositas que pudiesen explotar. Después de darme la lista con los ingredientes, me despachó rápidamente y se fue a preparar algún otro ingrediente de complicación superior y que, probablemente por su cara, en mis manos patosas acabase siendo peligroso.
-Aquí está todo. - Proclamé triunfal al regresar a la sala de alquimia con lo requerido, después de haber quedado sumida en la pobreza más vergonzosa tras haber tenido que pagar todo aquello con mi dinero. Valkyon me miró por encima del hombro.
-Muy bien, muchas gracias. ¿Te importaría volver más tarde, cuando haya acabado? Esto es una tarea delicada....- eché un vistazo rápido y solo pude ver lo que parecía agua, pero decidí no cuestionar nada y salí obedientemente de la sala.
De nuevo vagué por los pasillos rezando para que la gente estuviese ocupada en sus supuestos quehaceres, y así poder dar un paseo tranquila, cosa que obviamente, no conseguí. Lo único positivo de mi forzada socialidad fue que Leiftan me abordó para invitarme a tomar algo, lo cual me alagó, aunque no veía que interés podría tener seguir aguantando mis quejas. Quizá el masoquismo era propio de su raza los loria...lorie....lo que fueran.
Después de haber tenido mi más que suficiente dosis de conversación, volví a refugiarme a la sala del alquimia. Si no había finalizado aún,me daba igual, me sentaría calladita en una esquina y no molestaría, pero me negaba a pasar un segundo más en el pasillo y encontrarme con otra persona.
Gracias al cielo, Valkyon ya había terminado.
-Bueno, ¿por dónde empiezo? - Canturée emocionada, era mi primera mezcolanza mágica, dado que como guardiana de la Obsidiana, no pasaba mucho tiempo en el laboratorio. Me quité los mitones y miré a Valkyon expectante como un niño ante su primer pastel de chocolate, aunque mi superior no pudo percibir mi emoción, ocupado como estaba leyendo la receta.
-A ver...tienes que machacar los granos de café...batir la jalea...y cortar las fresas. - El pobre no parecía muy seguro de lo que estaba leyendo, y yo me esperaba sinceramente algo más parecido a la química y no tanto a la cocina. -Te ayudaré, pero tú debes cargar positivamente los ingredientes.
-No te preocupes, sé coci....espera, ¿qué?
Valkyon sonrió paciente ante mi expresión de besugo fuera del horno. ¿Que tenía que hacer qué? Pero si yo no tenía poderes. Ni era muy positiva, que digamos.
-Tienes que pensar en las cosas que te unen a tu mundo. Tu familia, tus amigos.....
-Aah... -asentí lentamente.- Así que cargo los ingredientes...pensando. Con mi infinito poder mental.
Él simplemente obvió mi último comentario y asintió. En el fondo estaba disfrutando de mi confusión y lo sabía. Decidí no hacer más preguntas para no dejarme más aún en evidencia, y me puse manos a la obra.
Comencé, eso sí, con ciertos problemas. Machacar café y batir jalea no era nada de otro mundo, pero concentrarse...en lugar de mis recuerdos, por mi mente paseaban cosas como "¿y si sin querer pienso en otra cosa? ¿y si me acuerdo de una película que me gustaba mucho, que pasará? ¿y si pienso en la gente de Eldarya? ¿Y si pienso en estos malditos granos de café que no se dejan moler, qué, los mercenarios entonces no podrán detectar el café nunca más? Que vida más triste....VENGA CYN, por lo que más quieras, déjate de tonterías".
Después de sudar la gota gorda debido a mi desconcentración, di los ingredientes por finalizados, y Valkyon me entregó ceremoniosamente un papel.
-Escribe los nombres de tus padres aquí.
Alcé una ceja.
-¿Y eso para qué? - No veía la relación entre los nombres de mis padres y hacer una poción para cubrir mi presencia.
-La energía que os une dará más poder a la poción. - No lo entendí del todo, en parte porque los conceptos del tipo "energía que os une" y "dará más poder" me sonaban a cuento chino. Seguía todavía bastante reticente con el asunto de que mis pensamientos hubiesen influido en unos granos de café....
Hice lo que me pidió y tras esto, Valkyon lo mezcló todo en un caldero, añadiendo un pequeño mechón de pelo que tuve que cortar con mi puñal nuevo.Tras esto, me hizo repetir una fórmula mágica, para mi vergüenza personal. ¿Era necesario hacer este numerito?
No obstante, cambié de parecer cuando tras pronunciar la dicha fórmula, comencé a sentirme mal. Seguro que era un efecto secundario por no haberme concentrado todo lo que debía....
-¿Estás bien? - Valkyon me miraba algo preocupado. Yo simplemente asentí e intenté recuperar la compostura, pero aquella sensación, como de mareo, no se iba.
-Sí, no pasa nada.
-Bueno, pues ya está. La poción estará lista para la próxima luna llena, en dos días.Debe reposar.
Asentí, le di las gracias y procedí a abandonar la sala, pero mi superior volvió a interceptarme.
-Espera Cyn. ¿Podrías pasarte por el comedor sobre las seis?
-Eh....sí...claro. - Mi curiosidad me decía que preguntase cuál era la razón de esa invitación repentina, pero no estaba segura de querer saber la respuesta. Así que sin más ceremonia, me fui a mi habitación a hacer tiempo.
Cuando dieron las seis y me presenté en el comedor, ya tenía preparadas varias reacciones a posibles escenarios. ¿Qué narices querría Valkyon? ¿Sería por lo de antes? ¿Tendría que explicarle porqué le prefería a él? ¿Por qué me habría metido en esos problemas?
Para mi sorpresa mayúscula, lo que me encontré al entrar fue...bueno, una sorpresa.
Una fiesta, para ser exactos.
¿Una fiesta para mi?
Por lo que parecía, el sonreír tensamente y hablar con todo aquel que estaba falto de conversación acababa con recompensas como esta.
-Sorpresa...pero...¿por qué?
-Sabemos que no es tu cumpleaños...enfin, eso creo,ni siquiera el aniversario de tu llegada aquí,pero visto que estabas un poco tristona estos días....-ejem, me hubiese gustado corregirle y dejar claro que era cansancio lo que me hacía rehuir la compañía en general, pero tampoco era el momento de ponerse puntillosa. - ....hemos decidido hacerte una pequeña fiesta para subirte la moral.
-Oh. Pues...eh...muchas gracias. -No sabía muy bien qué decir.Mi moral estaba perfectamente...o bueno, casi. -Eres adorable, Chrome!El mencionado chico carraspeó, y sin añadir nada más, la fiesta dio comienzo.
Fiesta que consistió, claro está, en parlotear. Pero ya que me habían usado como excusa para juntarse todos a beber, no iba a ser yo la que les fastidiase el plan. Después de charlar educadamente con Kero y con el resto de personas preocupadas por mi salud -sobretodo, la mental - tuve una pequeña charla con Ezarel, que volvió a recodar que yo era su víctima preferida; y con Nevra, que mostró que podía seguir comportándose como una persona con las hormonas sin alterar. También volví a intercambiar un par de palabras con Valkyon, pero poco me quedaba que decirle ya después de haber pasado media tarde picando café con él.
Después de una larga velada de cotilleos y chismorreos sobre gente que ni siquiera conocía -y que nadie se molestó en explicarme quienes eran- el comedor se fue vaciando y yo decidí que también era hora de irse a dormir.
Lo pasado en los siguientes días podía resumirse en : nada interesante. Seguí desarrollando misiones nimias consistentes en ayudar a los purrekos, y afiné mis habilidades ninjas para evitar el contacto humano -¿féerico? - en lo posible. Por fin llegó el día en que debía tomar mi fantástica poción.
Seguía sin entender porqué tanta ceremonia, pero aun así, me dispuse a reunirme con Valkyon de nuevo en el laboratorio. Tampoco entendía muy bien porqué para beber una poción necesitaba de su presencia, pero tampoco me iba a quejar.
Antes de acudir a mi esperada cita, me pasé por mi habitación para dar de comer a Corko, medida que debía tomar para evitar que el bichito tuviese ideas propias. Sea como fuere, encontré algo más en mi habitación.
Un papel.
Firmado por alguien del que nunca había oído hablar, y que dio voz a esa pequeña preocupación que había surgido en mi mente cuando hacía la poción: ¿por qué debía pensar en la gente de mi mundo? No lograba entender del todo el propósito de la nota, pero sí era lo suficientemente lista para preocuparme, y como me indicaba, decidí informarme inmediatamente de para que servía ese agua de Leteo.
En la biblioteca Ykhar respondió a mis preguntas sin aparente problema.
-Ummm...aquí trae que se usa en pociones de olvido. Para hacer que la gente olvide algo, por ejemplo...aunque no es una práctica muy autorizada. -Ykhar siguió ojeando el libro, buscando probablemente más información que pudiese serme útil.Pero ya tenía bastante para unir las piezas de mi puzle mental.
¿Olvido? Si ese agua estaba en mi poción.....eso quería decir...
....el mundo empezó a girar demasiado deprisa. No podía ser.
No podían haber sido tan sumamente rastreros. No podían haberme engañado descaradamente y pretender borrarme la memoria.
¿Para qué?
¿Para qué demonios servía que yo olvidase mi mundo? ¿Para no tener que ayudarme a volver? ¡¡¡¿Pero qué tenía eso que ver con los mercenarios?!!
Intenté mantener la calma unos segundos para que Ykhar no sospechase y me fui veloz a buscar a Miiko, que oh sorpresa, parecía haberse volatilizado.
Necesitaba una explicación satisfactoria, aunque dudo que pudiesen dármela. Cuanto más tiempo pasaba, más paranoias se formaban en mi cabeza y mi odio iba creciendo, Necesitaba saber la verdad AHORA. Y sobretodo, necesitaba gritarle a alguien.
Sin embargo, solo sabía dónde estaba Valkyon.
Abrí la puerta de la sala de alquimia para encontrarme con su rostro tranquilo, que sin embargo se crispó ligeramente, seguramente al ver mi expresión asesina.
-Pareces enfadada, ¿ha pasado algo?
¿Cómo era posible que incluso en ese momento, con mi cabreo actual y más que justificado, su genuina preocupación me hiciese razonar? Mi plan original era entrar pegando gritos, pero reconsideré la idea, inspiré profundamente, invocando a mi paciencia, y decidí darle una oportunidad al diálogo.
-Lo sé todo, Valkyon. ¿Puedes explicarme por qué demonios esa poción es de olvido?
El chico fijó su vista en mi, pero tras la ligera sorpresa inicial, intentó permanecer tranquilo.
- .....¿cómo lo sabes?
-Sé para qué se usa el agua de Leteo. ¿Por qué me habéis mentido? - si no hubiese sido por mis mitones, ya me habría clavado las uñas en las palmas de apretar tanto los puños. Necesitaba gritar, pero no era lo más sensato.
-Porque te negarías a tomarla. Debemos proteger el QG a toda costa, y la situación actual es peligrosa.- Noté un pinchazo en el pecho cuando incluso él, de quien esperaba un poco de empatía, no había dudado ni un momento en mentirme. Me sentía traicionada.
-¡¿Y qué daño os pueden hacer mis malditos recuerdos?!
-No....no son tus recuerdos lo que borrará la poción. Es tu..existencia.
Tenía que haber oído mal.
-QUÉ.- Mi voz iba subiendo de volumen y a esas alturas, me importaba más bien poco que al que le estuviese gritando fuese Valkyon.
-La poción sirve para borrar todo rastro tuyo en la Tierra. Los que te han conocido...te olvidarán. Si nadie te recuerda, nadie vendrá a buscarte.
-..... - no sabía que decir. No...no podía....simplemente aquello era inconcebiblemente cruel. Por el amor de Dios, ¿es que eran estúpidos? ¿¿¿Qué bien haría eso si esos mercenarios ya estaban buscándome???? No tenía sentido. No tenían sentido, todos ellos. Aquello no era una solución, era una estupidez, y yo no le veía ningún otro resultado útil que no fuese joderme. Querían borrar toda mi vida, todo mi rastro en mi hogar...solo en base de una suposición. Aquellos simplemente no tenía sentido.
No pude decir nada. Quería gritarle, quería insultarle, pero sobretodo, quería buscar a Miiko y cogerla de los pelos. Quería desquitarme ante aquella locura que pretendían hacerme sin mi consentimiento. ¿Cómo se podía ser tan rastrero?
Comencé a salir sin mediar palabra cuando Valkyon me sujetó por el brazo.
-Suéltame. - Mi voz fue un susurro, pero firme. Mi superior me miraba con algo parecido a compasión.
-No es nada contra ti, Cyn. De veras que sentimos tener que hacer esto, pero tenemos personas que proteger. Por favor... - Tomó la poción y me la tendió.
Tenía que estar de broma, Él, precisamente él, la persona que admiraba por su compasión,comprensión y buen juicio, no podía estar pidiéndome aquello. No podía estar manteniéndome la mirada sin un ápice de arrepentimiento incluso después de haber intentado arruinarme la vida y haberme mentido.
Aquello no podía estar pasando. Simplemente era surrealista.
-¿Tenéis personas que proteger? ¿Eso es lo que te dices para dormir mejor cuando piensas que me vais a arruinar la vida, mi auténtica vida? ¿O ni siquiera te importa, porque en el plan no estaba que yo lo supiese?- Tomé aire, la voz se me quebraba. - Oh Dios, Valkyon, ¿Te das cuenta que me pides que ...lo pierda todo...? ¿Que ya nadie...me espere....que no me .....que no pueda....
Tuve que callar para reprimir la ira mezclada con un sollozo.
-Cyn, por favor....
-Me niego. No es justo que me deba de sacrificar yo por culpa de vuestras estúpidas suposiciones.
Me importaba más bien nada lo que pensase ya de mi. ¿Egoísta quizá? ¿Por qué, por querer proteger mi vida? Para ellos era muy fácil sacrificarla, pues no sabían nada de mi, de mi familia, de la Tierra. Esas personas...rastreras...además pensaban irse con la conciencia tranquila pues yo no sabría nunca nada....
....no me lo podía creer aún. La sangre me hervía.
Valkyon por su parte me miró, y casi pude decir que lo que reflejaban sus ojos era verdadera pena.
Casi.
-Que sepas que lo siento mucho, pero no tienes elección...
Todo pasó muy rápido.
Valkyon le pegó un trago a la poción, y en esos segundos de confusión, su agarre sobre mi se hizo más firme. Cuando quise darme cuenta, su boca estaba sobre la mía.
Estaba demasiado sorprendida para reaccionar, y el horror me había paralizado en el sitio.
El beso se hizo más profundo y entonces comprendí. Sentí el líquido resbalar por mis labios.
No podía ser cierto. No podía haber sido tan...tan...
Empecé a encontrarme mal, a sentir, de forma inexplicable, cómo iba desapareciendo de la vida de los que conocía. Todo se iba poco a poco, lentamente...hasta que ya no quedo nada de mi,
Desaparecí.
...
Valkyon sin embargo mantenía su boca sobre la mía. Su agarre se hizo más suave, y aunque ya había cumplido su maldito cometido, sus labios no se separaron. Quizá demasiado tarde, el horror dio paso a una ira aún mayor, y actué.
Instintivamente, me llevé la mano al puñal que llevaba al cinto. La muchachita humana que un día fui jamás habría sabido ser veloz y letal. Ni siquiera habría sido valiente.
Pero creo que con esa poción, también habían borrado lo poco que quedaba de ella en mi.
Lo saqué veloz, como si fuese un acto reflejo, sin pensar a penas en lo que estaba haciendo. A quién se lo estaba poniendo en la garganta.Cuando Valkyon notó la fría hoja en su cuello, el beso cesó. No se separó inmediatamente, sino que permaneció unos tortuosos segundos más con sus labios sobre los míos, mientras sus brazos perdían fuerza y se deslizaban por mis brazos hasta soltarme suavemente.
Cuando su rostro estuvo frente al mío, pude ver su expresión devastada. Quizá por lo que acababa de hacer, por lo que me había quitado, por cómo me había engañado....y quizá también por verse amenazado así. Supongo que comprendió que si no había dudado en sacar el cuchillo para apartarle de mi, ningún tipo de perdón podría esperar por mi parte.
Esperaba reproche, quizá enfado por haber llegado tan lejos como para posar una mortífera hoja en el cuello de mi superior, pero en sus ojos solo veía dolor. Una parte de mi decía que el chico entendía mi reacción y que sabía que se lo merecía. Pero yo no quería pensar con claridad ni escuchar a la voz de la empatía que me decía que le estaba haciendo tanto daño como él a mi. Me daba igual. Ahora todo me daba igual.
-Cyn.....
-No me hables. -Siseé, apretando ligeramente más la hoja contra su cuello. Podría quitarme el cuchillo y noquearme con facilidad, nunca había sido rival para él. Sin embargo, se limitó a seguir mirándome desamparado, sin mover ni un músculo. En el fondo yo solo deseaba que me diera una razón para poder dar rienda suelta a mi ira, pero su expresión devastada no ayudaba a avivar mi enfado. Maldita sea.
-Yo...lo siento....
-CÁLLATE! - Noté que las lágrimas afloraban y me enfadé aun más. Me concentraba en mi ira homicida, en mis ganas de vengarme por lo que me habían hecho, en un intento de no pensar en lo que me habían quitado. Apreté el cuchillo un poco más contra su garganta, y de no ser porque no quería que me viese derrumbarme, probablemente habría seguido. Pero comencé a sentir algo húmedo en las mejillas, y no quería mostrar mi debilidad así. Furiosa aún retiré el cuchillo y sin mediar palabra me dirigí a la puerta a grandes zancadas.
Valkyon no dijo nada y probablemente se quedó inmóvil; yo simplemente siseé un "os odio a todos" antes de cerrar con un fuerte portazo.
Ya en el pasillo invoqué a todo mi autocontrol para tragarme las lágrimas, y decidí que lo que mejor era que fuese a mi habitación antes de que de verdad matase a alguien. Ahora era un poco más consciente de lo que acababa de hacer y la idea comenzaba a marearme....necesitaba tranquilizarme y elaborar un plan de acción racional. Aunque se lo mereciesen, simplemente no podía entrar a golpe de espada y pedir explicaciones.
Sin embargo, en mi camino hacia la habitación, me topé con Miiko. Por desgracia para las dos.
Primero me quedé paralizada en el sitio. Pero en cuanto vi su expresión tranquila y resulta, sin un ápice de culpabilidad, sin remordimientos...
-Eh Gardienne, ya es pronto la hora de la poción!- Aquello fue la gota que colmó el vaso. ¿Cómo se atrevía a ....decirme aquello tan alegremente?
-Tú.... - Miiko ladeó la cabeza, inocentemente. La ira volvía a hervir dentro de mi. Tuve que apretar fuertemente los puños para evitar que mi mano volviese inconscientemente al cuchillo. -¡¡MENTIROSA¡¡ ¡¡TÚ Y TODOS!!
...
..
.
TO BE CONTINUED. Siempre quise poner eso.
~~ ~~
Well, y hasta aquí el fic alias reescritura del episodio 13, espero que os haya gustado o al menos os haya tenido entretenidos un rato. Ya me contaréis que os ha parecido. Que son 15 páginas de word!
Vuelvo a pedir perdón por no haber podido incluir un dibujo, pero la verdad es que no me encuentro nada bien anímicamente qué novedad, Lyn depresiva y quejándose por escrito. Obviadme.Quizá algun día me de por contaros mi vida y mi tragedia, but not today.
Y con esto, me despido, aunque no por mucho tiempo. Si bien voy a dejar un poco de lado el Eldarya -que menudo mesecito llevo....- tengo entradas de libros en proceso y estoy buscando más info para las de JSB y Exile, so, tendréis noticias mías.
See ya~
Hola lyn antes q nada mucha fuerza y espero q estes mejor animicamente... me encanto esta entrada la vrdad que estuvo super como reacciono la gardienne o como se escriba jejeje bueno yo hubiera reaccionado igual solo que si l hubiera sacado el cuchillo a la maldita de miko... se que no es bueno la violencia pero en este caso que le vamos a hacer se lo merece... saludos...
ResponderEliminarGenial mejor que el original :) seguir e espera ndo otro capítulo con muchas ansias XD
ResponderEliminarAh por cierto se me olvido decir q m gustan mucho tus dibujos.. me hubiera gustado ver una imagen de gardienne con el cuchillo en el cuello de mi hermoso valky... jijijiji pero sin hacerle daño por favor:)
ResponderEliminarYo: ya son la una am deberia dormir, ah Lyn subio el fic del ep 33 que dijo... oh esta bueno! Quien necesita dormir a la 1? No es que tenga clases mañana a las 7 am ni nada, Valkyo esta sexy <3 Que decia... *muere¨*
ResponderEliminarAcabo de entrar a chequear tu blog (estoy en plena clase de quimica) mi crush esta frente a mi y yo solo tengo los ojos llenos de lagrimas T-T Probablemente hubiese reaccionado de la misma forma aunque yo soy mas de las que primero actuan, luego piensan y luego se arrepienten... probablemente el cuchillo hubiese hecho una que otra herida a Valkyon :V claro que el me hubiese detenido a tiempo pero we de ahi me metian a la carcel y fruta vida, pero eso si, Miiko no se libraba de mis puños!
ResponderEliminar(voz de infocomercial)"BIENVENIDOS A.....COCINA CON VALKYON, el día de hoy haremos una poción que arruinara la vida de nuestra pobre gardienne y nuestra opinión sobre Val (lastimosamente esto último no por completo en algunas debido a la cara de devastación del sujeto, pero eso es un tema aparte)CON NUESTRA VÍCT-digo INVITADA ESPECIAL....GAAAAARDIENNE!"
ResponderEliminarmuchas gracias por subir esto lynn, LO AME! Adoro tu blog, tus comentarios y tu forma de escribir, se nota que esa gardienne es tuya XD, sobre lo del dibujo, no te preocupes nadie te obliga a hacerlo, todas amamos tu trabajo tal y como es, por eso estamos aqui! Espero que te mejores pronto y buena suerte
Me leí todo lo que tienes respecto a Eldarya y ahora soy tu fan. En todas las entradas esperaba el momento de las letras rojas con tus súper comentarios, me parto de risa contigo. Gracias por traducir. ��
ResponderEliminarYo espero que Gardienne haga un drama grande grande para el próximo capítulo, que desestabilice a los chicos, debe tener mucho coraje para que la empiecen a tomar en serio.
Episodio 14
ResponderEliminar"Damas y caballeros sean bienvenidos al encuentro de esta noche, del lado derecho del cuadrilatero con un peso de *censura* libras, está enoja, esta lista para desatar el averno en la tierra pero no para una conversación de más de 5 palabras, la única e inigualable CYYYYYYN!!!. Y en la otra esquina, con el mismo peso que su contrincante(?, la Kitsune que le da un nuevo significado a "Zorro no te lo lleves", "Zorra no te lleves mi vida"; con sus puños de hierro MIIKOOOOOOOOOO!!!. Este encuentro promete damas y caballeros, el baño de sangre esta asegurado!!"
Es que me lo imagino asi, debe de ser asi xDD
Jajajajajaa me matas 😂😂😂
EliminarGracias por traducir el juego en verdad eres la mejor, me encontré con tu blog de milagro y desde los primeros comentarios me ganaste, tu cap es muchisimo mejor que el oficial en verdad me gusta la reacción de tu gardinner.
ResponderEliminarAy algo que se me acaba de ocurrir tal vez por todo el enojo grdinner no podría despertar sus poderes faericos, llamadme loca pero si ella despierta sus poderes y se va del QG eso no daría lugar a muchos problemas ya que los del cuartel se darían cuenta de cuanto la necesita y ella ya no confiaría en ellos y entenderán que cometieron un error, eso estaría muy intenso y el enmascarado o Ashker(creo que se llamaba, no se como se escribe) podrían aprovecharse de su desconfianza con el cuartel asi gardinner se pasaría tanto momentáneamente o permanente mente al lado "malo"
Teorías locas ever.
Loooooooo ameeeee, lo del cuchillo no me lo esperaba D8
ResponderEliminarLoooooooo ameeeee, lo del cuchillo no me lo esperaba D8
ResponderEliminarMe gustó mucho :v
ResponderEliminarAnimo Lyn, te queremos mucho, ame tu trabajo, si pudiera leer todo un libro facficionado tuyo lo haría con placer, ahora ha esperar nuevo fic o traducción tuya
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