viernes, 15 de febrero de 2019

Randomdarya: San Valentín 2019


Hi, criaturas pastelosas !!
Disculpad la tardanza de la entrada, espero que no os importe leerlo con un poco de retraso!

Bueno, ha llegado el día más Temido del Año.
San Valentín.
Escalofríos.
Un año más, el amor, la falsedad y el marketing nos invaden y llenan nuestra vida de rosas, bombones y demás merchandaisin vario. A los que celebréis el día, espero que lo disfrutéis y no os paséis con el azúcar, literal y figurado.
A los que como yo, esta festividad os produce cierto repelús y no tocaríais el romance ni con un palo, espero que podáis sobrellevarlo.
Pero todos estamos aquí por el Randomdarya.
El año pasado el relato no gustó a todo el mundo porque hay gente cándida y de buena alma que aún cree en el amor y esperaba algo Romántico y Bucólico. Como para desvaríos y chorradas me tenéis los 364 días restantes, he decido hacer de tripas corazón este año y escribir Algo Romántico.
Creo que me encuentro mal ya...
Gracias a la gente que votó en la mini encuesta que había puesto en el Twitter del blog! Aunque el resultado demuestra que me odiáis. Gracias a vuestros votos ya tenemos víctima para el Romance de este año: Lance.
A ver en qué contexto meto yo romance con este hombre, que parece odiarlo tanto como yo.
En cierto modo me parece una idea original y novedosa, ya que ya he escrito mucho sobre el resto de chicos y apenas hemos explotado a nuestro colega.
Así que al tema.
Antes de empezar, os deseo buen día, y espero que esto al menos os distraiga un poco en caso de que no llevéis la fiesta con mucha alegría~~

He decidido ambientar el fic -al menos el principio- en el episodio 15, cuando Ashkore nos pilla por los pasillos del QG, deja K.O. a Valkyon con una sartén y luego Gardi le pide que la lleve con él. Como tampoco quiero que quede muy largo, habrá saltitos temporales y el resto será de mi caótica invención. Básicamente he intentado reconstruir una especie de "ruta" entera, ¡Espero que os guste!

San Valentín 2019: Lance

-Llévame contigo.
Las palabras habían abandonado mis labios mucho antes de que fuese consciente de haberlas pronunciado. Ashkore se giró sobre sus talones, y solo cuando se deshizo bruscamente de mi agarre me percaté que mi mano había ido a parar su brazo para intentar detenerlo.
-¿A dónde quieres que te lleve?
Tomé aire.
-Contigo. A donde sea, no quiero seguir aquí. La Guardia me ha mentido, manipulado, me han...-mi voz fue haciéndose un susurro. Quizá no era una buena idea decir que habían borrado mi existencia de la faz de la Tierra. No de momento. -No tengo razón para seguir aquí, ni para seguir de su lado.
-No.
-¿No?
Intenté descifrar alguna señal bajo aquella máscara inanimada, sin éxito. No esperaba compasión por parte de un hombre que irrumpía en el QG a escondidas y que según la guardia se trataba del principal enemigo. Sin embargo, después de tantas irrupciones, tantos encuentros a escondidas...algo me decía que no podía ser peor que el resto de miembros de la Guardia. Él me había sacado de prisión, me había dado un trozo de cristal...mientras Miiko solo me había encerrado,mentido y tratado como una marioneta más de su circo.
Ashkore volvió a darme la espalda, pero no podía dejar escapar aquella oportunidad.
-¡Quiero ir contigo!
-Y yo te he dicho que no, pequeña humana. Vigila tus modales.
-Pero... -comencé, pero el hombre se giró de forma brusca, sobresaltándome y haciéndome retroceder de forma instintiva. ¿Qué demonios me pasaba? ¿Por qué olvidaba con tanta facilidad dónde y con quién me encontraba? En aquel dichoso mundo nadie parecía ser de fiar.
Ashkore me acorraló contra la pared en un parpadeo, con ambos brazos impidiéndome la huida. Intenté fijar mi mirada decidida, aunque no carente de duda, en las inexpresivas facciones de su máscara. ¿Cómo sería su rostro ahí debajo...?
-Te quedarás aquí. -Y su siseo sonó como el metal atravesando la carne fresca. - No me obligues a mandarte al reino del Morfeo como has hecho tú con el resto.
Intenté mantener un duelo de miradas con aquella inerte mirada, sin éxito. Pese a todo el muchacho parecía haberse calmado, y separándose a penas unos centímetros recorrió mi figura con curiosidad.
-Es realmente una suerte tenerte aquí. Y no has contado nada a nadie sobre nuestros encuentros, ¿verdad?
Negué levemente con la cabeza.
-No. Los problemas entre la Guardia y tú no son asunto mío. No les debo nada.
-Umm....-tan rápido como se había acercado a mí, recuperó su posición inicial. Comenzó a caminar en torno a mí, como un predador estudiando a su presa. Barajé volver a insistir, pero quizá ser paciente era una mejor estrategia con él. Tras unos segundos que me parecieron eternos, su mano revoloteó distraída para acariciar uno de mis mechones de pelo. Un leve susurro pareció brotar de debajo de su máscara, pero no alcancé a comprender sus palabras. Sin más ceremonia, me dio la espalda y echó a andar. - Pórtate bien, pequeña humana. Puede que te recompense por ello.


Tras aquel episodio, la vida continuó su curso. El QG seguía presentándose para mí como un lugar quizá no hostil, pero tampoco acogedor. Aunque algunos de sus miembros eran buenos conmigo, Miiko y los altos mandos seguían teniéndome al margen de todo y decidiendo por mí y sobre mí sin mi opinión. Muchas veces intentaba calmar mis ánimos con paseos nocturnos por el QG. A veces me encontraba a Ashkore.
Primero los encuentros eran tensos y siempre me pillaba por sorpresa, como queriendo demostrarme que no era más que una insignificante criatura a su merced. Con el tiempo me fui acostumbrando a su silenciosa aparición por los alrededores o el interior del QG. Me sorprendía la facilidad con la que se colaba allí, y el hecho de que hasta ahora nadie le hubiese pillado in fraganti.
-¿Otra vez aquí? - comenté al descifrar su silueta tras el tronco de un árbol, a la entrada del bosque.
-¿Desde cuándo te has vuelto tan atrevida, humana? Deberías vigilar esa boquita.
Carraspeé levemente mientras seguía contemplando la luna que brillaba con intensidad aquella noche.
-Simplemente me sorprende que vengas por aquí tan a menudo ahora.
-No deberías perder el tiempo pensando en cosas que no te incumben. Solo ocúpate de no comentar nada de esto a esas ratas de la Guardia.
-Sí, sí, como siempre. -Murmuré. No había vuelto a pedirle que me llevase con él, estaba convencida de que debía demostrarle algo para lograr ese reconocimiento. Aunque mientras necesitase a alguien que mantuviese un ojo puesto en la Guardia, seguramente me tocase seguir aquí...sola. Un suspiro escapó de mis labios tras unos largos minutos de silenciosa contemplación. Casi siempre era lo mismo. Aquella mutua compañía en mis noches de insomnio se basaba en el más riguroso silencio, hasta que yo volvía al QG. No sé que hacía Ashkore después, pero nunca se había ido antes que yo.
-Deberías irte a dormir, humana. Un pajarito me ha dicho que mañana tienes una importante misión.
-No me llamo "humana".-Musité, más por acto reflejo que por verdadera preocupación hacia el trato que recibía por su parte.
-¿Disculpa?
-Yo...tengo nombre. Ya que te ayudo y no te delato, lo menos que podrías hacer sería llamarme por mi nombre.
Al no obtener una respuesta inmediata, me tensé instintivamente. Conociendo a Ashkore -y ya habían sido muchas noches compartidas- probablemente se habría ofendido por mi arrogancia. Estaba ya un poco harta de aquello; no entendía la necesidad que tenía aquel hombre de escudarse en esa actitud prepotente y arrogante con el fin de asustarme y mantenerme fiel a su causa. Fuese cual fuese aquella, yo ya lo era. Aquella coacción velada se me antojaba cómica y pesada al mismo tiempo.
Esta vez, sin embargo, no ocurrió lo que esperaba.
-Interesante...
Lo siguiente que pude escuchar fue el débil murmullo de las hojas. Cuando me giré para encararlo, ya había desaparecido.
¿Interesante?
Quizá nunca alcanzaría a comprender a aquel muchacho.


Los días pasaron, las misiones se sucedieron.
Aburrida en mi incómodo catre durante una de nuestras cada vez más habituales misiones en Balenvia, me vestí en silencio para ir a dar un paseo mientras el resto dormía o, en el caso de los chicos, discutía nuestro siguiente movimiento sin tener en cuenta lo que pensásemos los demás.
Paseé con calma entre los árboles hasta llegar al camino que conducía al poblado. Pese a las horas intempestivas, podía adivinarse alguna luz encendida en el interior de las casas.
Mi mirada distraída se paseaba entre las estrellas que preñaban la inmensidad oscura que caía sobre Eldarya.
Una mano fría se posó en mi hombro.
Antes de que pudiese gritar, se deslizó hasta cubrir mi boca con firmeza. Olía a cuero.
¿Ashkore?
-¿Me has echado de menos, pequeña?
-¿Qué haces aquí? - susurré, lanzando una mirada furtiva a las luces del campamento.
-Echar un vistazo al progreso de vuestras misión de pacotilla. -Contestó,  y ajeno a mi ligera preocupación por ser descubiertos, tomó asiento sobre una roca mientras fijaba su mirada en mí.
-¿No estoy yo aquí para eso? -Me atreví a cuestionar. Para mi sorpresa, lo que parecía una carcajada resonó como un eco bajo la máscara.
-También he venido a verte a ti, pequeña humana, si es lo que quieres oír. ¿Tienes algo que contarme?
Vigilando con el rabillo del ojo el campamento, hice un rápido resumen de lo que había sido la misión hasta el momento. Ashkore escuchaba con atención mis palabras, pero una vez hube terminado mi informe, su única pregunta no tuvo nada que ver con mi discurso.
-¿Qué pasa, humana? Siento que tu atención no está aquí.
-Eh...solo vigilo que no venga nadie. No me gustaría que te encontrasen.
-¿Ah no? ¿Y eso porqué?
Me encogí de hombros, dando la respuesta más obvia a mi parecer.
-Porque eres lo único que tengo.
El silencio calló pesado entre los dos, sin comprender porqué. Era la verdad. Él era de momento mi pasaporte más seguro para salir de allí. El muchacho seguía sin contestar y por un momento una leve sonrisa asomó a mis labios ante la idea de que el Malo Malísimo, el Enemigo Número 1 de la Guardia hubiese pensado en que aquella frase tenía connotaciones románticas.
Como no parecía decidido a continuar con la conversación, y puesto que nunca había mostrado ante mí ningún tipo de debilidad, decidí aprovechar la oportunidad.
-¿Por qué no te quitas la máscara?
-...Te creía más inteligente que eso, humana.
-Quiero decir... -carraspeé - no sé quién eres ni qué hacías antes de...bueno, hacer lo que haces. Supongo que si ocultas tu rostro es porque podrían reconocerte. Pero yo no soy de aquí. No te conozco, ni conozco a nadie. Me gustaría ver tu cara.
-¿Y qué te impediría contarle a esas ratas lo que has visto bajo la máscara? -Replicó, pero la habitual amenaza en su voz había sido sustituida por una velada curiosidad.
-Estoy de tu lado. Si se lo contase, sospecharían de mí también. Y ya te lo he dicho, me gustaría irme contigo...a donde sea. Lejos de aquí. ¿Porqué me desharía de mi único pasaporte fuera de la Guardia?
Mi sinceridad arrancó una carcajada a mi interlocutor, y volví a lanzar una mirada rápida al campamento a mi espalda. Todo parecía igual. Cuando centré de nuevo mi atención en Ashkore, este se encontraba a escasos centímetros de mí.
-Está bien, pequeña. - Susurró en mi oído, y pude notar su tibio aliento mientras la máscara que cubría su rostro se desprendía por fin. - Creo que te lo has ganado.
Retrocedí un par de pasos. La luz de las estrellas era suficiente para lo que debía ver. Era joven. Facciones proporcionadas, un par de cicatrices y ojos acerados en los que relucía un brillo de diversión. Se parecía a....no. Comprendí que aquello había sido una muestra de confianza enorme, sonreí y le di las gracias. No creía que fuese necesario decir nada.


Seguimos viéndonos, en principio bajo el pretexto de mi crucial informe casi diario sobre lo que Miiko hacía o dejaba de hacer. A veces me preguntaba hasta qué punto era necesaria aquella información, y si Ashkore no tendría otros espías en el seno del QG y aquello no sería más que una excusa para pasarse a verme. Pero, ¿por qué querría verme?
Fuera como fuese, salía diligentemente del QG en dirección al bosque cada dos días. Diligentemente Ashkore aparecía y me preguntaba por las novedades. A veces hablábamos de otras cosas, aunque el chico seguía siendo de pocas palabras y se centraba más en intentar hacerme de rabiar. Supongo que era su forma de demostrar aprecio.
A veces se quitaba la máscara, y me hacía sentir merecedora de una confianza que nadie en el QG había depositado en mí.

Una noche que no coincidía con ninguna de nuestras citas, decidí dar un paseo por las afueras del QG. Hacía buen tiempo y el cielo estaba despejado. Las luciérnagas eldaryanas revoloteaban entorno a la entrada del bosque, iluminando el camino y haciendo que no pareciese tan aterrador. Caminé con aire ausente, disfrutando de la brisa nocturna. No sé en qué momento me alejé demasiado, no sé cuándo noté aquella presencia, pero lo último que supe fue que unos ojos malvas se alzaban a mitad del camino, fijos en mí.
Un blackdog.
Tomé aire. No era el primero que veía, pero sí la primera vez que estaba totalmente sola ante uno. Lentamente llevé la mano al puñal de mi cinturón. Cuchillo en mano supe que mis posibilidades de sobrevivir a un enfrentamiento eran bastante bajas, y comencé a recular lentamente.
Al tercer paso hacia atrás, el blackdog se abalanzó sobre mí.
No recuerdo con claridad lo que pasó después. Intenté defenderme, y un par de veces mi cuchillo se hundió en la carne de la criatura, pero eso no le impidió herirme con sus afiladas garras. De un zarpazo salí despedida hacia atrás, y todo se volvió negro durante unos segundos.
Luego oí un grito.
Sacudiéndome el aturdimiento, logré enfocar la visión: una figura luchaba contra el blackdog. Un zarpazo de la bestia arrancó algo al desconocido.
Una máscara aterrizó a pocos metros de mí.
Ashkore.
Intenté levantarme, quería ayudar, pero la cabeza me daba vueltas. El blackdog tiró al suelo al muchacho, dispuesto a abalanzarse sobre él.
Tenía que hacer algo.
¿Qué has aprendido de jugar a los dardos, Cyn?
Lancé el cuchillo sin apenas pensar. Durante un tenso segundo no se escuchó nada.
El grito de la bestia atravesó el aire y sacudió el bosque.
Con un rápido movimiento Ashkore acabó con él, y volvió a reinar el silencio.
-Eh, ¿estás bien? -noté como el muchacho me sacudía ligeramente, mientras yo intentaba enfocar la mirada. Me dolía la cabeza y notaba un brazo entumecido. - ¡Eh! ¡Maldición, Cyn!
-Umm...-mascullé, para darle a entender que estaba más o menos consciente. Tomé aire con fuerza, intentando centrarme. Necesité aún unos minutos para estar completamente consciente, durante los cuales sentí las manos de Ashkore recorrer mis brazos, piernas y abdomen, sin pudor alguno, buscando probablemente la fuente de toda aquella sangre que me cubría. Por suerte, solo una pequeña parte era mía.
-¡Cyn, joder, ¿me escuchas?!
-Oh..así que sí sabes que tengo nombre. -Murmuré mientras intentaba incorporarme.
Ashkore suspiró visiblemente aliviado.
-Qué más da que lo tengas, no eres más que una estúpida e inconsciente humana. ¿Qué demonios haces aquí? ¡Hoy no teníamos que vernos!
-Solo...daba un paseo. -Respondí, poniéndome en pie con cuidado. Ashkore me sujetó de forma instintiva, temiendo que no fuese capaz de levantarme por mi cuenta. - ¿Y tú que haces aquí, entonces?
-¿Así me agradeces que te haya salvado la vida? -Respondió, esquivo. La luz de la luna dio de lleno en su rostro y pude ver una fina línea de sangre recorriendo su sien.
-Estás sangrando...-mascullé mientras llevaba una mano para limpiar la sangre de su rostro. - Lo...lo siento, Lance...
El muchacho se separó de mí, como si quemase, atravesándome con la mirada.
Me quedé muy quieta, dándome cuenta de que el subconsciente me había traicionado. Nunca me había confesado su auténtica personalidad, pero el parecido era innegable.
-¿Qué has...?
-Eh..lo siento, no quería...no he pensado...p-perdona, yo...
El silencio se instaló de nuevo durante unos largos segundos. Finalmente la tensión de sus hombros pareció relajarse.
-No volveré a hacerlo, te lo prom...
-No.
-¿No?
-Está bien. Puedes llamarme por mi nombre si quieres, humana. -Respondió con un tono monocorde  que no supe como interpretar, mientras se acercaba a mí. Su mano recorrió mi rostro con aire ausente. Había una melancolía velada en sus ojos. - Te lo has ganado.
No sé porqué lo hice.
Lo único que sé es que antes de haberme dado cuenta, mis labios habían buscado los suyos.
Una vez fui consciente de lo que estaba haciendo, intenté retroceder. ¿Qué demonios me pasaba?
Mis labios habían comenzado ya a retirarse de su atrevido acercamiento cuando noté su frío guante de cuero sobre mis caderas. Tras reponerse de la sorpresa inicial, Lance me atrajo hacia sí de forma brusca, casi con ansia, devolviéndome con pasión aquel tímido beso. La adrenalina recorría mis venas, y mis manos revolotearon inquietas hasta rozar aquel rostro que tanto me había costado descubrir. Quizá había querido ignorarlo durante todo ese tiempo: la única persona que había confiado en mí, que me había acompañado, que me había ayudado...era él. Primero por sus propios intereses, pero después...eso lo sabría más tarde.
Tiempo después descubriría que Lance tenía a más aliados en el QG. Que no necesitaba de mis informaciones teniendo a Leiftan infiltrado en los altos mandos; y muchos menos necesitaba visitarme todos los días. Tiempo después descubriría también que sus continuas visitas se habían vuelto una forma de no dejarme sola como probablemente él lo había estado. Incluso había tenido problemas con Leiftan, que no parecía aprobar que el chico estuviese constantemente a mi lado.
Pero eso lo sabría más tarde.

Me separé del muchacho, respirando entrecortadamente y con las mejillas ardiendo con toda seguridad. Lance sonrió disfrutando de mi turbación, aunque podía notar el leve temblor en sus manos sobre mis caderas.
-Vaya, vaya, vaya...quién diría que la pequeña humana iba a ser tan atrevida. -Bromeó mientras sus manos se paseaban por mi espalda. Sin dejarme intimidar, alcé la mirada para encontrar la suya.
-¿Me habrías elegido de no haberlo sido?
Sonrió, robándome otro beso, para separarse poco después y recobrar su expresión habitual.
-Vuelve a dentro. Y échale un vistazo a esas heridas. - Recogió su máscara, y antes de perderse entre las sombras, se giró una última vez hacia mí.
-Cyn, quiero que me hagas un favor.
-Claro, ¿qué tengo que hacer?
-Seguir llamándome Lance. -Contestó. - Hacía mucho que nadie lo hacía.



El tiempo en Eldarya parecía escurrirse entre los dedos. Mis encuentros con Lance dejaron de ser tácticos y silenciosos. Seguía siendo un hombre de pocas palabras, como su hermano, pero aprendí a apreciar sus silencios y sus intentos mordaces por hacerme de rabiar. Pasábamos noches enteras a la intemperie, pero no me importaba. Aquel muchacho, el enemigo, había acabado por convertirse en mi única ancla a aquel mundo. Lo único que me importaba.
Y por lo visto, yo también debía de ser lo único que le importaba él.

Una tarde como otra cualquiera, volví a mi habitación tras la cena. Aún era de día ahí fuera, pero prefería dormir unas horas antes de salir a mi cita obligada y clandestina de todos los días.
Abrí la puerta de mi cuarto, cerré de llave y me dejé caer sobre el colchón.
-¿Te han explotado mucho hoy, esas ratas de la Guardia?
Me levanté, sobresaltada.
-¡¿Lan....?!- Su mirada intensa me advirtió de que quizá no estaba siendo lo suficientemente discreta. -¿Qué demonios haces aquí?
-¿Oh? ¿A estas alturas te sorprende mi capacidad para colarme aquí? 
-No, pero...¡es de día! Podrían haberte visto. -Rebatí, levantándome para correr las cortinas, por si acaso. Lance se acercó a mí y enlazó mi cintura desde atrás.
-Soy demasiado impaciente para pasar un día entero sin verte. -Murmuró, cubriendo de besos mi cuello. Sus palabras siempre despertaban una sensación agridulce en mi interior. La sensación de estar atrapados, por la guardia, por su misión, por las circunstancias...Si las circunstancias fuesen otras...la Guardia no gozaba de mi aprecio, pero con el tiempo había sabido ver que sus intenciones eran buenas y legítimas, incluso si sus métodos dejaban mucho que desear. Sabía que el objetivo de Lance era acabar con todo aquello. Intentaba no pensar mucho en ello; no quería que llegase el día en que tuviese que escoger entre hacer lo correcto para ese mundo o seguirle a él.
Intenté apartar esos pensamientos de mi cabeza, y busqué los labios del muchacho. Él era mi refugio y mi tormenta.
Lance rodeó de nuevo mi cintura, respondiendo con avidez a mi beso. Cada vez que estábamos juntos podía percibir en su ansia, en su necesidad, toda la soledad que había tenido que soportar hasta ahora. No podía ni imaginarme el dolor ni la situación que le habían llevado a ser lo que era ahora. Pero en el fondo, era un muchacho sincero y amable.
-Lance...-suspiré, entre beso y beso, mientras lo conducía lentamente hacia la cama. Mis piernas tocaron el colchón y el chico me empujó levemente, tumbándome sobre la cama y situándose sobre mí.
-Dilo otra vez...-su aliento acarició mis labios mientras clavaba sus iris sobre los míos.
-¿El qué?
-Mi nombre. Hacía mucho que nadie lo hacía.
Sonreí y capturé sus labios brevemente, antes de cumplir su adorable deseo.
-Lance. Lance, Lance, Lance. -Musité, acariciando sus cabellos cortos. - Te amo.
Antes de sellar mi boca con la suya, pude oír su trémulo suspiro.
-Y yo.

Cuando abrí los ojos, la noche ya parecía haber caído hacía rato. Mi primer pensamiento fue que llegaba tarde a mi cita con Lance. Luego recordé que estábamos en la misma habitación.
Sin embargo, cuando me giré para encontrar su rostro, solo encontré las frías y vacías sábanas.
-¿Lance...?
-Buenas noches, pequeña. -El muchacho estaba de pie, apoyado contra la puerta. Estaba vestido y parecía preparado para marcharse. Le dediqué una sonrisa de agradecimiento por haber esperado a que me despertase para poder despedirse.
Me levanté y acercándome lentamente, deposité un dulce beso en sus labios.
-Buenas noches.
Lance no pareció querer moverse de allí.
-¿Lance? ¿Pasa algo?
-Sí, la verdad. Vístete. 
Sin entender muy bien qué pretendía, obedecí, esperando a obtener alguna indicación por parte del muchacho.
-Bueno, ya estoy. ¿Qué pasa? ¿Vamos a dar un paseo?
-Coge eso de ahí. -Con un gesto de cabeza señaló la que parecía ser mi mochila de viaje, sobre la mesa del escritorio.
-¿Me vas a decir qué pasa? -Repliqué, sin moverme ni un ápice.
Suspiró, pero una leve sonrisa parecía esbozarse en sus labios en contra de su voluntad.
-Hace tiempo,una ingenua humana me pidió que la llevase conmigo. Dijo que no le importaba a dónde. ¿Enternecedor, verdad?
Sonreí, poniendo los ojos en blancos.
-Mucho.
-He decidido que ya es hora de llevarla conmigo.
Mi mirada se clavó en la suya. No había un ápice de broma ni duda en ella.
-¿Qué...?
-Te llevaré conmigo. Nos iremos los dos, juntos. Lejos de este nido de ratas, lejos del Oráculo, de Leiftan, de todos. Solo tú y yo.
-Pe-pero...-titubeé, todavía sin entenderlo del todo.- ¿Y tu misión...y...?
-Ya no es mi misión. -Me cortó, acercándose para acariciar mi mejilla. - Mi misión eres tú. Eres más importante que cualquier venganza, cualquier profecía y cualquier futuro. Lo eres todo para mí. No necesito nada más. Solo estar contigo.
Acercó su rostro al mío, depositando el beso más lento y dulce que había vivido jamás. Aferré sus ropas con desesperación, temerosa de que aquel momento fuese a desvanecerse, de que fuese a separarse de mí justo ahora. Sus labios se separaron escasos milímetros de los míos.
-¿Qué me dices? ¿Vendrás conmigo?
Asentí, intentando ignorar las lágrimas que comenzaban a deslizarse por mis mejillas.
-Hasta el fin del mundo.
Recogí mi mochila, y tomé la mano que me tendía mientras abría la puerta con su habitual sonrisa.
-Hasta el fin del mundo.


FIN~~~~~~~




Bueno, espero que os haya gustado! La verdad es que me ha quedado un poco largo, pero no sé, quería "desarrollar" un poco la trama, no simplemente deciros "bueno, pues Ashkore y Gardienne se enamoraron porque pasaba por ahí Cupido". Espero que me perdonéis también por tirar de clichés, ya no sabía como empujar a Ash a ser un cinnamonroll. Y pues nada, perdón de nuevo por el retraso, espero que lo disfrutéis igual y hayáis tenido un buen día!
Y eh, perdón si ha quedado poco romántico (?) he hecho lo que he podido xD

En fin,esto es todo,  espero que os haya gustado,ya me comentaréis qué os ha parecido!!
See you~~~



28 comentarios:

  1. me encanta Lyn, es bellisimo y super romántico y he de confesar que en la locura mientras lo leía me saltaba partes y luego volvía porque no quería perder ni una palabra, es perfecto, gracias.

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    1. Muchas gracias por leer, comentar y por tus palabras <333 me alegro mucho de que te haya gustado~

      See you >w<~~

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  2. Pues Como Para Que No Te Guste El Romance, Relataste Increíblemente El Fic. Es Sin Duda El Mejor Que He Leido. Lo Ame <3 <3
    Mil Gracias Por Hacerlo!!!!!!

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    1. Muchas gracias por tus palabras <3 Gracias a ti por leer!

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  3. Estuvo genial , me gusto tu fanfic , sigue asi
    jejeje es la primera ves que comento

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    1. Pues muchas gracias por venir a comentar, me alegro de que te haya gustado! ^^

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  4. Me ha encantado! escribes muy bien. Gracias por compartir tanto con nosotros!

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    1. Muchas gracias por tus palabras <3 gracias a vosotros por leer! <3~

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  5. Me encantó, ojalá pasara esto en el juego. Esperando a que en Eldarya exista quinta ruta y sea Lance. Muchas gracias por el fic!!

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    1. Me alegro mucho ^^ y ojalá nos den su ruta, me causa mucha curiosidad ver cómo lo desarrollarán.
      Gracias a ti por leer y comentar! ^^~

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  6. Ufff ahora quiero ruta Lance jajajaja esto SI es desarrolar una historia de amor increible!!! :D eres muy buena Lyn!!

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    1. Muchas gracias por tus palabras, jo >///<
      Gracias por leer <33

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  7. AAAHHH me encantó cómo lo relataste 😍😍😍

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  8. Hasta dude de mi ruta jajaja me encanto

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    1. Me alegro de leer todo eso (?) xD gracias por leer~~

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  9. Deberían contratarte a ti los desarrolladores de la historia de Eldarya. Me imaginé todo lo que escribiste y dibujaste varias sonrisas y sonrojos en mi rostro. Tienes muy buena imaginació. Te ADORO

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    1. Me honra leer eso, pero no sé si será para tanto x'D Muchas gracias por leer y por tus palabras ^//^~

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  10. Denle un premio Nobel de literatura a esta mujer. Y en frente de los desarrolladores y escritores de Beemov porfa.

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    1. Nunca me imaginé nominada al Nobel (????) me honra x'D Gracias por leer y por comentar ~~

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    2. Apoyo esta moción.

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  11. KYYYYYAAAA! ¡Lyn lo amo! ¡Te luciste! ¡Esta genial! ¿Ya dije que lo amo? Pues lo hago.
    Deberías ser tu la guionista de eldarya, nos ahorraría muchos dolores de cabeza y enojos

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    1. >///< muchas gracias! Me alegra mucho saber que os ha gustado ^^~~ (lo de guionista quizá sería venirse arriba XDD)
      Gracias por leer!

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  12. Bueno, generalmente soy lectora fantasma, pero no sé. Quise pasar a saludar. Hace unos meses que no juego Eldarya, pero me gusta pasarme por tu blog para leer tus descripciones e historias alternativas (incluso las aventuras de Corko tienen más profundidad y coherencia que la historia original jajaja). En fin, creo que entiendo tu relación con el juego, respecto a lo que dijiste en un post anterior sobre jugar por las traducciones y traducir porque aún te guste un poco (independientemente de que las eras de traducir han terminado): siento que los personajes, la trama y todo podría explotarse mucho más, pero terminan recurriendo a soluciones simplistas o demasiado dramáticas. Como sea, tal vez vuelva a saludar en alguno de tus siguientes post.

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    1. Pues me alegro de que te haya apetecido venir a saludar, gracias <3 Coincido bastante con todo lo que has dicho, pero a estas alturas de la trama dudo que le den una fuerte mejora al juego .-.
      Gracias por leer y comentar! ^^~

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  13. Esto se siente como un sueño tan lejano despues del episodio 24 :|
    En resumen, muy buen trabajo, espero poder seguir leyéndote a ti y tus historias en un futuro <3

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    1. Que mierdas, se borró la mayoría de mi comentario D: Esto me pasa por querer comentar, ish.

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    2. Vaya, siento que se haya borrado el comentario :c (me ha pasado también a veces xD) pero gracias por tomarte el tiempo de leer y comentar ^^~~

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