miércoles, 11 de julio de 2018

Randomdarya: the return. Fic capítulo 17 (p1)

Hi criaturas!!
Primero y como siempre, os pido perdón por haber retrasado tanto la publicación de esta entrada problemas personales y estudios , que lleva la encuesta cerrada desde finales de febrero. Pero entre traducir y escribir las demás cosas, no he tenido tiempo. De veras que lo lamento porque el retraso ha sido vergonzoso, podéis tirarme piedras si queréis.
Escusas, escusas.

Bueh, para ir poniéndonos en situación y calentando motores, recordaré para quien no sepa que estoy haciendo, que prometí ficcionar el episodio que escogieseis, como podréis ver en la columna de la derecha.  No he quitado la encuesta para recordármelo a mí misma y para que supieseis que no me había olvidado.
Whatever. Ya había hecho esto una vez, como supongo recordareis, y si no lo recordáis, aquí os dejo el link al Fic del episodio 13!

Para ir finalizando el resumen, decir que la prota del fic es mi Gardienne oficial -la de la cabecera que podéis ver aquí-, se llama Cyn, tiene la paciencia de mecha corta  e iba por Valkyon a full hasta que el chaval tuvo ideas brillantes en forma de pociones. Ahora está un poco reticente en lo referente al chaval, ya se verá como acaba esto.

Episodio 17.

La reunión acabó en aplausos, y el gentío se disipó lentamente, para mi profundo alivio. Aunque aquel gesto me había conmovido un poco, convertirme en el centro de atención de toda la guardia de pronto, no es que hubiese sido lo que más ansiaba. Y mucho menos teniendo en cuenta los recientes roces con Miiko y compañía...
Intenté escabullirme rápidamente ahora que todo parecía haberse calmado, pero en mi huida fui interceptada por Chorme. En un derroche de amabilidad no muy propio de él, me ofreció entrenar en la playa. Visto que la idea de alejarme un poco del QG me tentaba, acepté encantada la petición del lobito, pero antes debía arreglar una cosa. Bueno, quizá arreglar no fuese la palabra. Simplemente me sentía mal por no haberle dado las gracias aún a Valkyon por su heroico -y no por eso menos estúpido- gesto de darme su máscara en las grutas. Aunque tuviese que admitir que fue realmente útil a la hora de llevar a cabo la misión, su inconsciencia seguía enfadándome un poco...un jefe de guardia, poniendo su vida en peligro gratuitamente...¿qué se le pasaba por la cabeza?
En fin. Traté de guardarme la bilis para mí misma y recordarme por décima vez que solo tenía que darle las gracias, no sermonearlo. Ya era mayorcito para tomar sus decisiones.
Hablando del rey de Roma, me ahorró una exhaustiva búsqueda apareciendo por el pasillo en aquel momento.

-Valkyon! Eh! -grité, haciendo gala de mi falta de educación en cuanto se refiere a abordar a la gente por el QG. El interpelado se giró, sorprendido, quizá preguntándose qué me habría pasado para aparecer así de la nada gritando por un pasillo.
-¿Cyn...?
-Quería... -" preguntarte qué tienes en la cabeza para hacer estupideces como la que hiciste en Balenvia" - darte las gracias por haberme dado tu máscara en las grutas...aunque fue una completa estupi...bueno, que...gracias. Y siento también no haber ido a hablar contigo antes o a ver como estabas.
-No es nada. La necesitabas y había prometido cuidar de ti. - Una de sus cejas se frunció levemente, como si hubiese algo que no le cuadrase. - Pero...Ewelein me había dicho que sí habías ido a ver cómo estaba...
-Ah, ya. -hice un aspaviento con la mano mientras apartaba la mirada.- Pero me refiero, podría haber ido a verte una vez te hubieses despertado.
-Lo haces ahora, que es lo que cuenta. Me alegro de que no te haya pasado nada y...volvería a hacerlo. - "Por el Oráculo, espero que no" pensé mientras leía la seriedad de sus palabras en su rostro. Estaba a punto de decirle que no hacía falta llegar a esos extremos cuando continuó con su discurso, probablemente sin haberse percatado de mi expresión de incomodidad. - Siento tener que dejarte ahora, pero tengo una reunión.
-Claro, claro, hasta luego. - Ondeé la mano un par de veces antes de irme a paso ligero en busca de Chrome. El lobito me esperaba en el jardín y ya estábamos en dirección a la gran puerta cuando Karenn apareció por el horizonte, con el ceño ligeramente fruncido.
-Hola Karenn!
-Hola..¿qué hacéis juntos, vosotros dos? - La sonrisa que exhibía se congeló en mi cara. ¿A qué venía esa pregunta? ¿Estaba celosa? Ya no tenía edad para aguantar estas niñerías, así que inspiré profundamente e intenté sonar calmada y amable.
-Chrome ha propuesto ir a entrenar a la playa, ¿qui...?
-Ah. No sabía que eráis tan amigos. - Noté un pequeño temblor en el párpado derecho. Cyn respira, eres adulta para estas tonterías...
-¿Quieres venir? -Chrome, ajeno a lo que pasaba, no pudo dejar escapar el momento de acercarse a Karenn todo lo posible.
-Os molestaría...
-No, qué va. Ven, será divertido! - No tenía ninguna gana de aguntar a Karenn de morros solo porque me había visto con Chrome. Era mi día libre y no quería pasármelo aguantando chiquilladas. Karenn dudó por un segundo, pero la tomé del brazo alegremente y sin esperar respuestas ni quejas, me dirigí a la puerta.
Gracias al Oráculo nadie dijo nada más y llegamos a la playa sin sufrir ningún otro episodio de celos adolescentes.
Una vez allí, Chrome se lanzó al agua dejándome claro que poco íbamos a entrenar ese día. Al ver que ninguna de las dos le habíamos seguido, regresó a la orilla a sacudirse cual perro mojado cerca de Karenn, que olvidó de un plumazo su episodio de celos y malestar, y de paso todo decoro posible, y se lanzó sobre él mar adentro. Mientras chapoteaban como críos y se intentaban ahogar mutuamente, yo por mi parte permanecí bien lejos de sus juegos y de la posibilidad de que intentasen ahogarme.
-Cyn, ¿no vienes? 
-Ven, no nos meteremos mucho!
-Eh...-miré con ligera aprehensión el agua. No es como si me fuese a ahogar en medio metro de agua...
Comencé a introducirme en el agua hasta una altura respetable, y ellos hicieron el favor de acercarse hasta donde me encontraba, para poder salpicarme sin problema. Pese al recelo inicial, fui capaz de mantener el tipo y participar en su batalla acuática sin ningún contratiempo. Hasta por un momento olvidé que casi me había ahogado hacía tiempo.
Finalizada la batalla campal, procedimos a arrastrarnos fuera del agua para tumbarnos en la playa como morsas al sol.
Tras un rato que se me antojó totalmente atemporal, en el que estuvimos contemplado nubes y hablando de todo y de nada, el sueño y el sol me adormecieron. Me desperté poco después, alertada por la sensación de mi piel caliente.
Solo me faltaba parecer una gamba.
Mis amigos parecieron pensar lo mismo, pero un rápido intercambio de miradas con Karenn me confirmó que ni ella ni yo parecíamos gambones a la plancha. Sin embargo...
-Madre santa Chrome... -me llevé una mano a la boca al ver a lo que ahora parecía un langostino con orejas y cola de lobo.
-Callaros!! Ni una palabra del tema! 
-Pffff...-pese a la amenaza de muerte implícita en su tono, no pude evitar un ataque de risa. Chrome me fulminó con la mirada para después irse refunfuñando y murmurando algo sobre la enfermería.
Karenn y yo le seguimos apresuradamente, intentando reírnos en silencio, ya que evitar la risa estaba descartado.

Llegados al QG Ykhar apareció en el horizonte, corriendo como siempre. La visión el lobo-gamba hizo que se parase en seco, parpadease un par de veces para asegurarse, y estallase en carcajadas histéricas muy contagiosas. Chrome gritó, pataleó, amenazó con matarnos mientras dormíamos, y se fue corriendo a la enfermería seguido de una Karenn que intentaba mantener la compostura sin éxito.
Ykhar y yo nos miramos con complicidad intentando controlarnos un poco.
-Ejem... -tomé una profunda inspiración para calmar mi voz temblorosa amenazada por un  nuevo ataque de risa- ¿querías algo, Ykhar? Creo que venías corriendo hacia acá.
-Sí, sí...ja ja...estoo... ¡Tus asignaciones, sí! Quería hablar contigo de ello.
-¿Mis...qué? -Pregunté mientras me dejaba dirigir hacia la biblioteca.
-Asignaciones. Se te asignará un trabajo para que lo realices cuando no estés de misión. 
-Aahm... - así que ahora tendría que trabajar en serio. Con toda seguridad sin cobrar y en algún emocionante puesto como Encargada de limpiar los retretes o Supervisora de Escobillas. Mi vida se estaba volviendo más emocionante por momentos. -Y, eh...¿en qué voy a trabajar?
-Tienes actualmente tres opciones. - Rebuscó entre sus papeles hasta hacerse con una lista, que repasó rápidamente con la mirada. - Puedes trabajar como asistente en la biblioteca. Ordenar y clasificar libros, encargarte de los informes de misión, esas cosas. 
-Dee aacueerdo....- intenté que no se notase mi cara de aburrimiento mientras esperaba a que la muchacha me ofreciese algo más emocionante, como Líder de los FriegaSuelos.
-La siguiente opción es ser asistente de Ewelein en la enfermería. Ewe tiene mucho trabajo actualmente y no le vendría mal una mano. - Asentí levemente intentando que no se notase que la sola idea de tener que enfrentarme a SANGRE me ocasionaba mareos. Nunca fui muy buena con eso. Es más, de no haber sido porque me gustaba lo de cargar con armas potentes, no me habría postulado para la Guardia Obsidiana ni muerta. Fregar retretes comenzaba a tener su encanto en mi cabeza.
-Y finalmente, ayudar como profesora en el refugio. Como ves, las micónidas aún no controlan muy bien el idioma, y nunca sobran profesores para los niños...
-Eh, espera Ykhar. ¿Puedo ser profesora...sin tener ni idea? Te recuerdo que asisto a clases yo misma. No sé si...
-Bah bah, no te preocupes. Más que nada necesitamos a alguien que entretenga a los niños y vigile que no se peleen ni hagan nada peligroso. Bueno, ¿y bien?
-Muy bien... -Ykhar me miraba expectante y yo intenté analizar rápidamente mis posibilidades. Ayudar a Ewe estaba totalmente descartado, o  yo acabaría más tiempo inconsciente que los mismísimos pacientes. El trabajo soporífero de oficina aguantando a Kero y a Ykhar no es que me entusiasmase, aunque por otro lado, vigilar a críos...nunca me había llevado bien con los niños. No obstante necesitaba que me diese el aire, y por lo menos, si se me hacían muy insufribles, podría atarlos a un árbol. - Puees...creo que me quedo con lo de cuidar niños.
-Perfecto!  - Ykhar garabateó unos papelajos que me tendió con rápidez. Tuve la misma sensación que quien acaba de venderse como esclavo. - Toma, aquí tienes. Vete al refugio, ya puedes empezar.
-¿Qué? ¿Ya? ¿Osea, ahora? ¿Ya? ¿Nadie me dará unas pautas, o un cursillo introductorio o... - la cara de la brownie se estaba volviendo la viva imagen del escepticismo-  ....al menos un consejo...?
-Allí te dirán lo que tienes que hacer. No te preocupes, no será complicado. La mayoría de ellos son obedientes y muy pocos muerden.
Y con ese tranquilizador comentario, dio por finalizada la conversación, desapareciendo entre las estanterías.
Suspiré y me fui a mi lugar de trabajo.
Me recibió un hombre canoso, cuyas canas espero que no fuesen causadas por los niños, que leyó el papel que Ykhar me había dado y me prometió que me haría llegar un horario en los próximos días. Volví a intentar obtener algún consejo o pauta sobre qué debía hacer, sin éxito,pero al menos se me invitó a ver cómo otro profesor daba clase.
Allí me encontré a Cameria. La muchacha era de las pocas personas del QG a las que admiraba. Era fuerte, directa, independiente y autosuficiente, algo a lo que aspiraba llegar a ser también, algún día entre hoy y dentro de 80 años. En cuanto me vio me dedicó una mirada rápida y un intento de sonrisa tranquilizadora mezclado con lo que parecía compasión, que hizo que me replantease si aquello había sido una buena idea.
Me senté quieta y callada para observar cómo Cameria enseñaba a leer a aquellos niños. A medida que el tiempo pasaba y aquel niño era incapaz de pronunciar la dichosa letra, fui siendo consciente de que quizá mi paciencia no era apta para este trabajo. Cameria debió de haber visto mi cara de desamparo así que intentó hacerme partícipe de sus clases, con aceptable resultado. No obstante, mis 30 minutos batallando con un niño para que leyese una palabra me dejaron mentalmente agotada.
-Señorita Cyn... - Milo, la pequeña micónida, se acercó con curiosidad.
-Dime, Milo - intenté componer una sonrisa amable, aunque después de los veinte mil "señorita Cyn" que había escuchado en esa media hora, me costó lo suyo.
-¿Va a ser nuestra profe ahora? 
-Claro.  Nos lo pasaremos muy bien juntos.
-Entonces...- el niño no parecía muy convencido, y temí que el tic en mi ojo derecho me hubiese delatado.- ¿El abuelito musculoso no va a venir más?
-¿Quién?
-El abuelito musculoso...tiene el pelo blanco como un abuelito pero es muy fuerte y .... -la voz del niño se perdió mientras yo intentaba disimular mi risa con unas sonoras toses.
-No lo sé Milo, ya se lo preguntaré. - Claro que le preguntaría a Valkyon. ¿Cómo es posible que le llamasen algo tan bueno como "abuelito musculoso" y yo no estuviese al tanto? Aquello era oro puro.

De vuelta a mi habitación tras un agotador día rematado por una persecución a Corko después de que este hiciese alguna de las suyas -preferí no saber el qué-, encontré 3 sobres en el suelo.
El primero, el famoso horario que ponía fin a mi libre albedrío y me establecía unas horas semanales como esclava de unos mocosos ruidosos y preguntones. El segundo, un aviso serio que, en resumidas cuentas, decía que la enfermería y la biblioteca no eran un bar y ya no podría entrar quien quisiese cuando quisiese. El último era el más bizarro: una invitación a una...¿feria?
Una feria INMINENTE. Es más, según ese papelajo, había comenzado ya.
Tenía que ver eso.
Y efectivamente, ahí estaba la dichosa feria. Puestos de comida, de juegos, algo parecido a una tómbola...Huang Hua se acercó a mí con su habitual aura de felicidad y su perenne sonrisa.
-¿Son eso señales de felicidad y alegría, lo que leo en tu rostro?
-Eh...bueno, sí. Lo serán, si tú lo dices.... -Huang Hua no me caía mal, pero había algo en su continuo estado de MindFullness que me crispaba. Le dediqué una sonrisa de disculpa y me fui a echar un vistazo a todo ese tinglado que Miiko se había sacado de la manga.
Todo el mundo parecía contento y entretenido y se dejaban timar de buena gana por los purrekos y sus tómbolas y juegos de tiro al blanco. Por mi parte, mi pobreza y mi ausencia de sueldo me impedían ponerme derrochadora, así que solo observé desde la distancia. Como ya venía cansada de serie, terminé mi recorrido y decidí ir a acostarme, ya participaría en algo al día siguiente.

El día comenzó animado, y de nuevo di un paseo por entre los puestos de aquel folklórico evento, hasta que vi un tumulto de gente cerca de la gran puerta. Allí, uno de esos purrekos parlantes me informó de que iba a tener lugar una carrera por parejas. Pareja a la que irías atada. La idea era turbia y a la vez tentadora, así que comencé a buscar a alguien con quier compartir la experiencia. Quiso la suerte que mi despistado jefe de guardia, ajeno a lo que se cernía sobre él, pasase por allí ingenuamente. Seguía siendo reticente a cualquier contacto con Valkyon después de aquel Pequeño Incidente Sin Importancia consistente en borrarme la vida, pero la cabra siempre tira al monte y oye, si no lograba tocar carne, al menos podría vengarme y ponerle una buena zancadilla para que se pasase tres días recogiendo dientes.
-Valkyon, ¿quieres ser mi compañero en la carrera?
-Eh..claro, solo espero no caer sobre ti.
-Tranquilo, me quitaré antes de que eso pase para que puedas darte contra el suelo. -Sonreí con toda la calidez posible y creo que Valkyon comprendió el verdadero sentido de mis palabras, porque me correspondió a la sonrisa y se puso a mi lado para que nos atasen.
Nos pusimos en nuestros puestos y Purroy dio la salida.
....
Aquella carrera fue lamentable y uno de esos momentos que prefieres resetear de tu mente. Rozamos el ridículo espantoso, y aunque yo estaba bastante familiarizada con ese tipo de ridículo a diario, aquello superó con mucho mis expectativas. Puede que no batiésemos un récord de velocidad, pero seguramente que habíamos hecho polvo un par de récords de vergüenza ajena. Valkyon tenía miedo de tirarme así que no corría mucho, y yo por mi parte solo quería correr. El resultado fue una extraña mezcla en la que había apretado a fondo pero el cuidado que Valkyon había puesto hacia mi persona me frenaba. Y aunque sentir el musculoso cuerpo de Valkyon contra el mío era un buen consuelo, solo quería que me soltasen de una vez para poder ir a buscar mi dignidad perdida en la carrera.
Tan pronto como fui libre procedí a huir de la escena del ridículo cuando mi compañero me retuvo.
En un momento de escasa lucidez me giré hacia el peliblanco.
-Tranquilo, ya nos han soltado, no hace falta que vayas detrás de mí.
Valkyon me miró confuso durante unos segundos y lo intentó de nuevo, esta vez con palabras.
-No es por eso, ya lo sé...solo quería decirte que me lo he pasado bien. Quería preguntarte si podríamos seguir hablando más tarde.
-Eh..claro, claro, hablar. Mientras no nos vuelvan a atar, todo correcto. Ya nos vemos.
Y sin darle tiempo a interpelarme aún más, arrastré mi penosa persona fuera de aquel lugar y decidí que ya había tenido suficiente feria por hoy. Dediqué el resto del día a observar de lejos las demás actividades y puestos.
Ya estaba atardeciendo cuando en una de mis vueltas, Leiftan me dio un par de golpecitos en el hombro.
-Hola Cyn, ¿qué tal te lo estás pasando?
-Hola Leif. Bien, bien...
-¿Vas a participar en algo? - Leiftan me sonrió y supuse que no había sido testigo de mi esplendorosa introducción en el mundo del Espectáculo de feria.
-No, creo que me quedaré mirando sin hacer nada. No es lo mío.
-¿Te importaría que te acompañase...?
La compañía de Leiftan no solía molestarme, e iba a aceptar la invitación cuando una sombra se cernió sobre mí. Cuando me giré, me encontré con un Valkyon impasible como un tótem indio.
-Te estaba buscando...pero quizá molesto.
-No, dime.  - Empezaba a notar cierta tensión en el ambiente, pero no sabía a qué se debía.
-Quería preguntarte si podíamos ir ahora a dar una vuelta...- contestó, y supuse que me lo decía a mí, pese a que clavaba sus ojos en Leiftan. Quizá me había perdido algo. Quizá aquí había un romance oculto y yo no formaba parte de ello.
-Perdona, ¿me dices a mí...?-comencé, siendo interrumpida por Leiftan.
-Vaya, ahora mismo acababa de preguntarle lo mismo.
-Ah, no sabía que te interesase Cyn.
-Pues sí.
-Ya somos dos.
-¿Eh.....? - Mis ojos iban de uno a otro como en un partido de ping-pong. Suponía que tendría que decir algo, pero ver cómo se lanzaban puyas uno a otro resultaba revelador.  Y más cómo ignoraban mi presencia y mi opinión por completo.
-Bueno, pues siento haberos molestado. Me voy.
-Eeeeeehh...Valkyon... -el interpelado se alejó sin decir nada, pero justo cuando ya me estaba encogiendo de hombros para asumir su respuesta, retrocedió sobre sus pasos y volvió a plantarse ante mí.
-No, la verdad es que no lo siento. Me da igual que él haya llegado antes. ¿Quieres pasar la tarde conmigo?
-¿Eh? - Por el Oráculo, iban a pensar que era tonta o algo si no comenzaba a cambiar de monosílabo. Miré a Leiftan, que me miraba con cara de abandono y casi podía ver la aureola sobre su divina cabeza. Después miré a Valkyon, que me miraba con una fijación que podría partir la piedra y esperaba una respuesta como un perro a que le lances la pelota. Suspiré. - Eh..bueno... supongo que iré contigo Valkyon, al fin y al cabo te lo prometí antes, en la carrera. Otra vez será, Leiftan.
-Claro, no pasa nada. - El muchacho desapareció elegantemente aunque supongo que sus pensamientos hacia Valkyon no serían tan elegantes. Aún no comprendía porqué me estaban rifando, pero dudo que lo entendiese de todas formas.
-Me gustaría ir a la playa contigo. -Valkyon hizo gala de su habitual falta de tacto y de preliminares y se fue directo al tema.
-Perfecto, ¿nos vemos en una hora? Tengo que ir a darme una ducha antes de hacer nada.
-Claro, te espero allí! -Y tal como vino, se fue.

Antes de dejarme caer por mi cuarto, fui a echar un vistazo a la tienda de ropa, donde Purriry me agasajó y posteriormente estafó vendiéndome un exótico conjunto de verano que me había dejado más pobre de lo que ya era, aunque supuestamente más guapa. Tras ducharme y vestirme, me fui a la playa.
Llegué un rato antes que mi jefe de guardia, así que hice lo único que podía hacer:sentarme y llenarme de arena la ropa nueva. Tras unos minutos, Valkyon apareció por el horizonte y tras disculparse por el retraso, comenzó a sacar un mantel y demás cubertería.
-¿Vamos a cenar? ¿Aquí?
-Sí, así podremos ver la lluvia de estrellas. ¿Te parece bien plan?
-No sabía que teníamos plan,así que está bien. - Contesté sinceramente, mientras me sentaba y buscaba un tema de conversación válido. No estaba muy ágil mentalmente, así que mientras repasaba sus brazos hercúleos con la mirada, reparé en sus cicatrices. -¿Cómo te has hecho todo eso?
-¿Las cicatrices? Cada una tiene su historia. Esta, por ejemplo...-comenzó, destapándose un poco más el pecho, y consiguiendo que me importase bien poco la historia de aquel rasguño. Aquello era indecente pero yo ya tenía el cupo de vergüenzas completo por un día, así que no me molestó lo más mínimo tener a Valkyon ante mí exhibiendo su cuerpo. Me dediqué simplemente a murmurar un "ajá" cada 10-20 segundos para dar a entender que estaba prestando una atención que a decir verdad solo tenía depositada en su torso.
Cuando pude apartar los ojos de sus pectorales, reparé en una extraña marca en su cuello.
¿Pero qué...?
-Valkyon, ¿eso de ahí es un chupetón? -Solté sin ningún miramiento, no porque no me sintiese incómoda por la pregunta, sino porque la sorpresa había sido demasiada como para mantener la educación. El interpelado abrió mucho los ojos, pillado por sorpresa, y se llevó rápidamente la mano al cuello.
-Bueno...son otro tipo de cicatrices. De mis conquistas...
Supongo que lo que hizo que se ruborizase fue que mi mandíbula casi tocase el suelo. Increíble. Y parecía tonto cuando lo había comprado. El tímido, callado y serio Valkyon tenía conquistas. Conquistas un poco efusivas, si dejaban esas marcas. Supongo que sentí un pinchazo de envidia, pero creo que lo surrealista de la situación hizo que olvidase cualquier posible ataque de celos.
-Mira, ya empieza. -Mi acompañante, ya bastante turbado porque yo me sentía incapaz de retirar la mirada de su cuello, señaló al cielo con la esperanza de llevar mi atención lejos de su persona. Funcionó más o menos.
Tras un rato mirando al cielo, el frío comenzó a traspasar aquellos caros trapos que Purriri me había endosado, y comencé a arrepentirme de haber malgastado el dinero así. Valkyon me ofreció que me acercase a él, pero hasta cierto punto me pareció algo un poco fuera de tono, así que me mantuve estoicamente soportando el frío. Pese a todo Valkyon se acercó a mí para protegerme un poco del viento, y pasó un buen rato hasta que la lluvia de estrellas finalizó.
-Deberíamos volver ahora.
-Claro, claro. -Le observé mientras acababa de recoger y esperé a que se incorporase de nuevo para seguir hablando. -Valkyon...gracias por invitarme. Ha estado bien.
-Lo mismo digo, me alegro mucho de haber pasado tiempo contigo. 
Nos miramos el uno al otro, esperando a que alguien hiciese algo. Quizá no había sido muy cálida con él, así que a modo de tregua y señal de amistad, me puse de puntillas y le di un leve beso en la mejilla. El muchacho se sorprendió levemente, se aclaró la garganta y comenzó a hablar algo cortado.
-Oye, Cyn, quería decirte...
La frase se quedó en el aire cuando una fuerte explosión nos sacudió. Aturdida me giré a tiempo para ver un relámpago dirigirse directamente sobre el QG. Valkyon se olvidó de todo sentimentalismo y se puso en guardia.
-Sígueme! -gritó, y echó a correr sin darme realmente tiempo para reaccionar.

Corrí dejándome los pulmones hasta llegar por fin al muro que rodeaba el QG. Valkyon ya había llegado y pedía explicaciones a gritos a los que corrían por allí. Por mi parte, logré interceptar a Jamon.
-¿Qué ha pasado?
-El QG ser atacado.
Relámpagos de una extraña luz rosácea iluminaban el cielo,seguidos de violentos temblores y estallidos una vez tocaban tierra. Todo el mundo corría sin orden ni concierto, presa del pánico. De nuevo el típico ambiente en el QG: un ataque.
-Cyn, vete a dentro.
-Y un jamón. -Contesté automáticamente, y por la expresión confusa de Valkyon comprendí que ahora mismo no estaba para interpretar mis expresiones. - Me quedo fuera a ayudar, alguien tendrá que llevar a todo el mundo a dentro antes de que esto sea un caos.
-Está bien. -Valkyon no insistió más, simplemente suspiró resignado. Demasiado tiempo siendo mi jefe de guardia le había enseñado cuándo insistir es inútil.

Me puse a ayudar frenéticamente a la gente, indicándoles que se refugiasen dentro del QG, cargando a un par de niños y en resumen, comprobando que nadie se quedase fuera, todo bajo la continua luz rosa que iluminaba el cielo. Cuando revisaba si quedaba algún rezagado en el refugio, Miiko apareció ante mí. Le expliqué porqué estaba fuera antes de que me gritase, y tras comprobar que efectivamente todo el mundo estaba a cubierto, me hizo acompañarla a la sala del cristal donde todos estaban refugiados.

TO BE CONTINUED.

En efecto y en efectuoso (?) He visto que me estaba quedando un poco largo así que lo dejaré aquí. Como ha pasado mucho, muuuuuucho tiempo, entendería perfectamente que el fic os diese igual, así que de momento os dejo esto. Si os interesa o queréis la segunda parte, pues me lo ponéis aquí y os traigo el resto del episodio ficcionado esque era muy largo. pls.  Si os da igual, o no os gusta, o yo qué sé, preferís que hable de otra cosa en el Randomdarya y me deje de fics cutres, me lo decís también, a ver si me pongo las pilas.
Así que
si queréis segunda parte, decidme.
Si queréis otra cosa, decidme. Otro cap, otro tema para randomdarya, lo que sea.
Si no queréis nada, pues nada, no me digáis nada (?)

De momento os dejo esto y me esfumo de nuevo.
Imaginaos que me pongo las pilas.
mauahshahsha ojalá.

Well, well, espero que os haya gustado y

see you~~







5 comentarios:

  1. Esta súper genial!!! Yo quiero que publiques la segunda parte uwu jeje
    Gracias Lyn <3

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  2. "Y un jamón"
    Jajajajajajuajahajahahahahahahajjajaj

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  3. Segunda parte, por favor! Llevaba tiempo esperando que ficciones este capítulo y me ha encantado <3 Gracias, Lyn :D

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  4. Me encantaaaa!!! Como me gustaría que, al menos, Gardienne compartiera los pensamiebtos ue tiene tu guardiana. Que hay veces que la origonal es para matarla -.- me gusta que sigue como recelosa con Valkyon por lo de la pocion

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  5. Me encantooooo 😍 trae la segunda parte, plis! 😄

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