lunes, 27 de abril de 2020

Libros. Historia de los samuráis



Hi!
Seguimos con los libros monotemáticos, sorry not sorry.

Hoy vengo con un libro  que no es narrativa, de nuevo sobre Historia. Japonesa ella obsesa. Esta vez, es se trata de un libro sobre el papel de los samuráis en tooooda la historia de Japón.

Hoy os traigo:

Historia de los samuráis.






•Autor: Jonathan López-Vera
•Editorial: Satori Ediciones
•Ambientación/género: manual "histórico" sobre la evolución política y social de Japón, centrado más en el ámbito bélico y en las guerras y conquistas a lo largo de su historia
•Páginas: 295

•Reseña: el libro es, a grandes rasgos, un manual de historia sobre Japón, enfocado especialmente en la organización política y en el surgimiento y papel de la clase guerrera, los samuráis. Nos habla de forma general de todas las guerras que hubo a lo largo de la historia de Japón, del papel de los samuráis en ellas y de los principales protagonistas de dichos hechos históricos. Nos explica así mismo cómo era la organización social, y especialmente la política, y cómo a lo largo de los siglos el papel de los samuráis fue variando en importancia, dependiendo de los periodos de paz y guerra.
Si bien no es un "manual samurái" en el que se explique el código de honor o sus costumbres, sí que nos da una visión general de esta clase guerrera y sobretodo, nos permite tener una idea global de la evolución político-bélico-social de Japón hasta finales del siglo XIX.


•La historia: Pese a lo que pueda parecer en un momento, el libro no es un "manual sobre samuráis", ya que en él no encontraremos nada sobre el código del bushido, ni sobre cómo eran sus armas o sus armaduras, ni de cómo era la vida diaria de estos hombres, etc. Es más bien un recorrido por la historia de esta casta guerrera, desde sus orígenes hasta su fin, a finales del siglo XIX. Se centra pues en el papel que tuvieron las clases samuráis en la historia japonesa, así que se narran guerras y gobiernos (porque recordemos, desde cierto momento Japón pasó a tener un gobierno militar), así como tramas y conflictos entre diferentes clanes. El libro nos explica de forma sencilla las guerras que marcaron cada Era y los principales protagonistas, samuráis, emperadores, shogunes y demás. En general nos ofrece una visión muy por alto de lo que viene a ser toda la línea cronológica de Japón hasta el fin de los samuráis. 

En resumen: es un libro sobre la historia de Japón, que es, como la historia de cualquier país, una historia de guerras y conflictos y conquistas entre señores feudales. 


Como no es narrativa, no me voy a poner a hablar de los personajes y demás (ya que de todas formas ya el propio libro nos habla de los principales personajes y de vez en cuando nos mete una cuña informativa sobre algún personaje relevante), así que voy a hablar un poco del libro en general, en el aspecto organizativo:

El libro está organizado en 11 capítulos, que en general llevan un orden cronológico, si bien los sucesos que ocurren en el mismo espacio de tiempo (por ejemplo la Guerra de Corea y los conflictos que había en Japón en ese momento) son narrados en episodios diferentes.
Cuenta con bastantes fotos, dibujos, esquemas, mapas y demás intercalados entre los capítulos para facilitar la comprensión de lo que se narra (sobretodo por ejemplo, al hablar de conquistas o de líneas sucesorias), y en torno a la mitad del libro tenemos una colección de imágenes y fotografías de samuráis coloreadas, así como de ilustraciones históricas.

Además, cada vez que en la narración aparece un personaje o momento importante, se nos introduce un recuadro "aparte" donde se nos explica en qué consistió dicho evento o quién fue dicha persona, lo que resulta bastante útil para orientarse entre tantos datos.

Al final tenemos, como en cualquier libro de este tipo, una amplia bibliografía que personalmente encuentro muy interesante, ya que nos puede servir para encontrar muchos más libros de esta temática si queremos profundizar más. Así mismo, tenemos una tabla de cronología de las Eras, una lista con TOOODOS los emperadores y shogunes de Japón (con sus fechas) y un par de mapas de Japón.

En general, decir que todo está muy bien explicado, con vocabulario sencillo y que pese a ser más o menos "un libro de historia" te lo puedes leer como si fuese narrativa y no se hace pesado ni difícil de leer.

•¿Cómo acabé yo leyendo esto?: pues ya sabéis que me gusta mucho la temática samurái y como solo controlo más o menos bien el último periodo de su historia, decidí comprarme este libro para ampliar horizontes y tener una idea general de toda la historia de Japón desde el punto de vista político-bélico.

•¿Conclusión?: como decía, no es una novela, y si no os llama mucho la atención la historia japonesa probablemente no os guste, porque no deja de ser un libro de historia. Si os va la historia de Japón, os lo recomiendo vivamente porque trata toooda la historia de Japón enfocada en la casta guerrera, y en general no se detiene en muchos detalles o grandes explicaciones, por lo que permite que tengamos una idea general de lo más importante. Como os decía, no se hace pesado de leer y personalmente me ha resultado muy interesante.


Y bueno,esto es todo~~ Perdonad que de nuevo la reseña sea cortita, pero al ser un manual de historia, tampoco quiero profundizar mucho en la temática en sí. Espero que si os interesa la historia de Japón esta recomendación os haya gustado u os sirva en un futuro para ampliar conocimientos~


En fin, seguiré con los libros en la medida que mi tiempo me lo permita~
See you~~ 

martes, 21 de abril de 2020

Randomdarya. Lance


Hi again!

Y diréis, ¿qué demonios es esto? no os falta razón
Bueno bueno,  seguro ya no lo recordaréis porque han pasado MUCHOS meses porque soy un desastre,  pero allá por los albores de los tiempos, cuando se podía salir de casa y vivíamos nuestras vidas, una personita había propuesto esta idea en los comentarios sobre el Fic de la Ruta Lance, y como la idea me pareció buena cómo para no lo sometí a votación y ganó (?)
Así que, casi y sin el casi  8 MESES después, aquí estamos de nuevo con estas cosas pornográficas y calenturientas.
La razón de ser de este fic no es ninguna, a decir verdad, porque ni el juego ni los eventos ni nada nos ha dado pie a que la ruta Lance se asiente, y mucho menos a que haya roce entre el chico y Gardienne, así que esta entrada no es más que resultado de mis y vuestras hormonas alteradas.

So, a los avisos, que me encanta avisar:
-Esta entrada es un FIC de Eldarya (Gardienne x Lance) sin NINGUNA relación con la historia que el juego ha mostrado hasta ahora (si bien intentaré meterlo de forma que tenga sentido con la trama, mantendré su personalidad aunque relajándolo un poco como la última vez). Os recuerdo que me he estancado en el episodio 26 jsjs.
-Esta entrada es un fic R18 de cómo sería una noche pornosa con Lance, al estilo de la primera vez con los chicos en el episodio 20 (que por cierto ficcioné en esta otra entrada: CLICK y podréis leer las escenas porno del episodio 20 llevadas a lo explícito de la mano de mi imaginación).
-Y como siempre os pido perdón porque escribir porno no es que sea mi dedicación de vida, así que igual el relato queda un poco cutre o no es lo que esperabais, y como siempre digo, aviso que es R18 pero quizá habéis visto/leído cosas más hards (?)

-Situémonos un poco (imaginemos que hay Ruta Lance y que esto ocurre después del fic del anterior Randomdarya, en una línea paralela en la que Eldarya no se ha desmadrado aún hacia el drama del episodio 27 en adelante): Lance tiene a gardienne pero no es un Malo Secuestrador sino solo un Alma Atormentada y pues hay chispas entre ellos.
Así que con estas:

  AVISO que a partir de aquí habrá "CONTENIDO SENSIBLE" alias R18 y que si no sois mayores de 18 bueno, mejor no leáis.
A partir de aquí hay contenido +18. Leed bajo vuestra cuenta y riesgo.


-LANCE-

Las noches de mi cautiverio en Memoria se traducían muy a menudo por insomnio.
Al principio, porque el tirón de la cuerda que mantenía atado mi pie a la cama me despertaba cuando intentaba cambiar de postura en mi sueño; más adelante, porque los continuos arranques de Lance me mantenían alerta. Una nunca sabía cuándo aquel muchacho querría que rastrease la isla con él en plena madrugada, siguiendo alguna pista que para mí carecía de sentido.
Los días habían pasado y mi situación ya no era la de prisionera, sino más bien de molesta y obligada carga bajo la responsabilidad de Lance. Mi contacto con el resto de sus secuaces era prácticamente inexistente, debido a un mutuo desprecio que hacía que cada vez que intercambiaba un par de palabras con alguno, la cosa acabase generalmente en trifulca. Así pues, pasaba los días apaciblemente a mi aire, y las noches junto a Lance y la hoguera que mantenía habitable aquel improvisado asentamiento. Debido al tiempo que pasábamos juntos, había comenzado a sentir cierto aprecio por el muchacho, al que intentaba hacer cambiar de idea de forma bastante subliminal mediante distendidas conversaciones nocturnas. Había descubierto que, si bien no era su hermano, podía ser de trato más o menos agradable. Cuando quería.
Creo que habíamos pasado demasiado tiempo juntos.
-¿De dónde has sacado eso? ... ¿Laaaaance? - canturreé curiosa, desde mi acomodado sitio, recostada sobre unas mantas junto al fuego. Había cerrado los ojos durante un apacible rato, pero el frusfrus de las ropas del chico al acercarse a la hoguera me había sacado de mi duermevela. Parecía enfrascado en la lectura de un libro que no había visto hasta ahora entre las cosas de su tienda. Lance me ignoró todo lo que pudo, hasta que uno de los pequeños guijarros que proyecté en su dirección hizo pleno justo en su frente.
-¿Qué demonios quieres? - gruñó, molesto, aunque su cara no trasmitía nada más que su habitual desesperación hacia mi persona.
-¿De dónde has sacado ese libro? No es de los tuyos. 
Lance alzó una ceja, probablemente barajando hasta qué punto había cotilleado sus cosas,y sin mediar palabra y con un temerario desprecio por el bienestar del tomo, lo lanzó en mi dirección. Como era de esperar, el objeto me golpeó ya que desde mi cómoda posición era bastante difícil agarrarlo al vuelo, y mientras me frotaba la mejilla magullada pude escuchar una risa satisfecha por parte de mi acompañante. Me incorporé hasta sentarme y abrí el tomo por una página al azar, esperando encontrarme frente a algún idioma incomprensible. 
Para mi sorpresa, no fue así.
-¿Está en mi idioma? -musité, sorprendida.
-¿Es que acaso no sabes leer? -Lance me miraba con una ceja alzada y una sonrisa pedante en los labios. Hice caso omiso de sus puyas y comencé a hojear el preciado objeto entre mis manos. Parecía hablar sobre las costumbres y tradiciones de Memoria.
-¿De dónde lo has sacado?
-¿De dónde va a ser? Hay una maldita Academia en esta isla, pequeña e ignorante Cyn. -Ya cansado de la conversación, se levantó, me arrancó el libro de las manos y volvió a su sitio. Viendo que no obtendría ningún tipo de conversación aquella noche, y juzgando que no tenía sueño, me incorporé, tomé una lámpara de aceite y eché a andar. 
Lance levantó la vista del libro.
-¿A dónde crees que vas?
-A buscar un libro. - Respondí sin más, y me adentré en el oscuro camino que llevaba a Memoria.

Quizá no ha sido una buena idea, pensé, cuando el tenue resplandor de la hoguera se perdió a mi espalda y la oscuridad de la noche me envolvió.
No, definitivamente no ha sido una buena idea, razoné, bastante sugestionada por las alargadas e informes sombras que la vacilante luz de mi lámpara proyectaba sobre las paredes de la Academia. 
-Todo esto es culpa de Lance. Sí, eso. -Mascullé, más para llenar el inquietante silencio que me rodeaba que por otra cosa. - Por su culpa siempre acabo haciendo estupideces. Como cuando se desmayó y me pateé toda la isla buscando a sus secuaces de pacotilla. Si no fuese por la vida provocando con ese aire de superioridad suyo....
Venga Cyn, cuanto antes encuentres un libro, antes te podrás ir. 
Y con esas, me acerqué a una estantería al azar. Comencé a recorrer las baldas con la luz de mi lámpara, pero casi ninguno de los lomos tenía nada escrito, o al menos nada en mi idioma. ¿Iba a tener que sacarlos uno a uno...?
Justo cuando iba a maldecir sobre la tumba del bibliotecario de aquel lugar, se escuchó un chasquido a mis espaldas.
Contuve el aliento, incapaz de girarme.
Ha sido el viento, Cyn. O una rata...o algún espíritu sediento de sangre que mora en esta antigua biblioteca... 
Esperé, con las sienes palpitantes y el aliento entrecortado.
Nada.
No había llegado a tocar el siguiente libro cuando un nuevo chasquido me sobresaltó.
-Bueno Cyn, ya vale, no es más que...- comencé, pero en aquel momento un delicado soplo sobrepasó mi hombro y apagó mi vela. 
Quizá ya sea un buen momento para entrar en pánico. Genial, voy a morir por ir a buscar un libro a la biblioteca, fantástico.
Inspiré, espiré, y me dispuse a girarme para correr hacia la puerta. 
Pero me choqué contra algo.
-AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!
-Pfff...JAJAJAJAAJJAJAA! - La sonora carcajada de Lance inundó el espacio que había quedado tras mi sonoro alarido.
-¿La-lance...? -mascullé, temblorosa. Apenas distinguía su silueta recortada contra la luz de la luna que se colaba por la gran entrada, pero claramente era el muchacho el que estaba ahí, riéndose de mí. Tras reponerme más o menos del susto, la indignación y la vergüenza se apoderaron de mí. - Pero....¡SERÁS IMBÉCIL!
Traté de propinarle un puñetazo en el pecho, pero los reflejos del dragón seguían en guardia pese a que hasta hacía solo unos segundos se estuviese riendo a pecho partido de mí. Sin darme tiempo a reaccionar, retuvo mi golpe sujetándome por la muñeca y se acercó peligrosamente a mí. Retrocedí hasta que mi espalda tocó la estantería.
-Ay Cyn, en ocasiones merece la pena soportar tu insufrible compañía por momentos como este.  -Comentó, disfrutando visiblemente de mi indignación.
-Uy sí, qué gracioso, ¿no? Muy impresionante por tu parte, el malvado dragón asesino asustando por la espalda a una humana indefensa. -Escupí, aunque para mi desgracia me tranquilizaba bastante saber que no estaba sola.
Lance apretó ligeramente el agarre sobre mi muñeca, acercándose aún más. Su aliento me rozó la mejilla.
-Creo que no estás en posición de hacerte la listilla ahora mismo.
Ya estamos otra vez.
-¿Ah no? -Intenté imprimir en mi voz toda la confianza que mi reciente taquicardia podía permitirme, ya que en la oscuridad seguramente no se podía apreciar mi ceño fruncido. A veces me cansaba ese continuo halo de superioridad que coronaba todas sus intervenciones.
Con un gesto rápido llevó mi muñeca contra la estantería. ¿Con que esas teníamos? Íbamos a ver hasta donde llegaban sus insinuaciones.
-Qué miedo. -Mascullé con tono airado. -¿Eso es todo lo que sabes hacer?
Noté una ligera crispación en sus dedos, como si de verdad no se esperase que la muchacha que acababa de gritar por un simple susto por la espalda estuviese ahora retándolo.
-Créeme, no te gustaría ver todo lo que sé hacer.
-Quién sabe. - Mi murmullo descolocó al chico, que soltó de pronto mi muñeca.
Interesante...¿y si...? No, no, ¡¿Cyn?! ¿Se puede saber en qué demonios piensas?!
Intentando mantener mi apariencia resuelta, coloqué las manos sobre el pecho del muchacho y lo empujé ligeramente para abrirme paso. A penas había dado un par de pasos en dirección a la salida cuando Lance me retuvo de nuevo, esta vez por el brazo, obligándome a encararlo una vez más.
-Suéltame.
-¿Y si no quiero? -La voz ronca del dragón, inusitadamente baja, me pilló por sorpresa.
-No todo en esta vida es lo que tú quieras. -Rebatí, esperando que pudiese apreciar mi mirada desafiante pese a la oscuridad que nos envolvía.
Sin demasiada ceremonia, tiró de mí hacia él.
Cyn por el amor del Oráculo, ¿qué-demonios-estás-haciendo?
-Humana, no sabes a lo que estás jugando.
-¿Oh? ¿Ahora vuelvo a ser "humana"? ¿Te he puesto nervioso? 
Un nuevo tirón me pegó a su pecho, mientras su mano libre paseaba un dedo por la comisura de mis labios.
-Hace falta mucho más que tú para ponerme nervioso. -Susurró, con cierto tono de amenaza que no parecía cumplir su función, sino más bien retarme. - Ahora, largo de mi vista antes de que me lo piense mejor.
Vamos a ver si es verdad.
-¿Antes de que te pienses mejor...?
-Antes de que me piense mejor cómo entretenerme esta noche.
-Umm...-murmuré, y sin pensar realmente lo que hacía, reduje a nada los milímetros que nos separaban y presioné mi boca contra la suya, primero tímidamente, después con cierta seguridad tras ver que el chico no me empujaba lejos de él. Noté su sobresalto y la crispación en la mano que sujetaba mi brazo, pero para mi sorpresa el muchacho respondió con fiereza a mi beso. Cuando nos separamos la tenue luz de la luna me permitió ver el ligero desconcierto en su mirada.
-¿Ves? Te he puesto nervioso. - Canturreé, y aprovechando que la turbación le había hecho bajar la guardia, me libré, una vez más, de su agarre, que sin embargo se cernió rápidamente sobre mi cintura, impidiéndome escapar con dignidad.
Durante unos segundos no se escuchó nada más que su respiración entrecortada. Una de sus manos abandonó mis caderas para subir por mi espalda hasta mi cuello.
-Esta es tu última oportunidad para dejar este jueguecito, Cyn. Estás a tiempo de marcharte. -Por el tono de su voz comprendí que aquella era su forma de pedirme permiso para...¿continuar? En el fondo, tras todas esas capas de superioridad y frialdad, no era un mal chico. Paseé la mirada por la suya, por primera vez ligeramente desubicada y expectante. No pude evitar sentir lástima, ¿cuánto tiempo llevaría solo? Seguro que era la primera vez en mucho tiempo que alguien le mostraba algo parecido a cariño. Quizá necesitase a alguien....o quizá sintiese algo por mí...deseché la idea rápidamente, aunque, ¿sentía yo algo por él...? Concluí que ese no era el momento de pensar en aquello y desterré el pensamiento lejos de mi cabeza. Ya habría tiempo para complicarse con eso.
Le sonreí de forma despreocupada, llevando mi mano a su mejilla.
-Creo que me gusta este jueguecito. -Musité, y para dar más seguridad a mis palabras volví a llevar mi boca contra la suya. Lance no se hizo de rogar, y la apremiante necesidad de su respuesta encendió el deseo en mí. Quizá todo eso no había sido tan mala idea...
Me separé, jadeante, y sin esperar nada más el chico llevo su lengua a mi cuello. Un estremecimiento recorrió mi espalda, pero de pronto mi compañero se detuvo en seco. Antes de que pudiese preguntar nada, noté como me elevaba del suelo, en volandas, y me llevaba fuera de la Academia.  ¿Se lo habría pensado mejor...? ¿Estaría solo riéndose de mí, una vez más?
Conforme nos acercábamos a la salida pude ver una sonrisilla de satisfacción en su rostro, probablemente como respuesta a mi confusión.
-No es divertido si no puedo ver tu cara, humana. -Sentenció con voz altiva, mientras hundía momentáneamente su cara en mi cuello, recorriéndolo con la lengua hasta dejar un leve mordisco en el lóbulo de mi oreja.  Muy a mi pesar, un pequeño gemido escapó de mis labios, causando que Lance sonriese satisfecho.
-¿A dónde vamos? -Pregunté desde mi posición de fardo, algo sorprendida de que el muchacho no me hubiese soltado aún.
-Al campamento.
-¿Qué? - Dejé escapar, de forma más estridente de lo que esperaba. - Pero...puede que nos...
Lance arqueó una ceja.
-¿Ah? Vaya, vaya, Cyn... quién habría dicho que la tierna humana fuese tan... -comenzó, disfrutando de mi perturbación. Le propiné un leve manotazo en el pecho, intentando de paso que me soltase. El dragón solo se rió, y bajando de nuevo la voz, susurró: - tendrás que controlar esa vocecita tuya entonces.
Aquello ya era más de lo que podía soportar. Forcejeé hasta que al chico no le quedó más remedio que soltarme, y una vez con los pies en el suelo, me planté firmemente ante él. De ninguna manera iba a ir al campamento, esas tiendas de tela no eran....lo mejor para ese momento.
-El campamento está lejos. - Sentencié, e intentando aparentar lo más seductora posible, recorrí lentamente la coraza del muchacho con las manos, bajando peligrosamente. Mis labios buscaron los suyos pero lo que salió de ellos no fue un beso. - Aquí. Ahora.
Sonrió, posiblemente complacido por mi hasta ahora desconocida capacidad de tomar el liderazgo, y capturó mis labios en un beso ávido y voraz que me hizo olvidar por completo dónde y con quién estaba. Sus manos empujaron mi cintura contra la suya y procedieron a revolotear bajo mi camisa. Aproveché el breve momento que nos separamos para tomar aire para tirar suavemente de él, intentando sacarle del camino. Sus manos sin embargo se cernieron firmemente sobre mi cintura, y su tibio aliento cosquilleó mi oreja.
-¿Desde cuándo crees que puedes darme órdenes, Cyn?
Antes de que pudiese siquiera reaccionar, Lance me elevó del suelo, cargándome esta vez sobre su hombro.
-¡Hey! - grité, pero el chico hizo caso omiso de mis quejas, continuando su marcha. - Umpf, ¿qué ha sido del dragón reaccionario e impaciente que...?
-Verás - me cortó, y la mano que no me sujetaba sobre su hombro comenzó a recorrer mi pierna hasta alcanzar peligrosamente mis muslos, haciéndome dar un respingo. - Sé ser paciente cuando la situación lo requiere.

Lance me soltó no muy cuidadosamente sobre el catre de su tienda, peligrosamente situada en el centro del campamento. Era bastante posible que mi expresión de ligero pánico fuese el desencadenante de su carcajada. Comenzó a quitarse la oscura coraza que cubría siempre su pecho, y una vez desnudo de cintura para arriba, volvió a dedicarme una sonrisa de superioridad. Sentándose junto a mí sobre la cama dejó su mano deambular por mi torso hasta mi barbilla, mientras me dedicaba una mirada a medio camino entre la depredación y la diversión.
-No suelo ser tan benevolente, pero me has hecho pasar un buen rato. Si quieres dejar de jugar a hacerte la valiente, esta es tu última oportunidad para marcharte.
Tragué saliva. ¿Quería marcharme?
....
No.
Me incorporé ligeramente, y por toda respuesta comencé a quitarme la camisa, haciendo que el muchacho me mirase con interés renovado. Apenas había sacado la prenda cuando de un empujón volvió a tirarme de nuevo en el catre, colocándose a horcajadas sobre mí. Por un momento pareció dispuesto a decir algo, pero harta de que se riese de mí, coloqué mis manos en su nuca y lo atraje, besándole con una urgencia que parecía divertirle. Lance me devolvió el beso, pero no parecía muy interesado en quedarse ahí, y rápidamente su lengua y sus labios bajaron de nuevo a mi cuello y clavícula, arrancándome suspiros mientras una de sus rodillas dejaba su puesto rodeando mis caderas y se abría paso entre mis muslos. Al presionar ligeramente mi entrepierna un gemido se escapó de mis labios, para mi propia sorpresa y regocijo de Lance. En un intento de equilibrar la balanza, deslicé mis manos a lo largo de su torso en dirección a su cintura, pero el muchacho me detuvo de forma bastante brusca.
-No, no, Cyn. Espero que no pienses que puedes hacer lo que quieras. - Siseó, mientras apartaba mis manos y recorría ligeramente mi abdomen con el índice. - Sé una buena chica y estate quieta.
-Oblígame. - Respondí, más por inercia que por verdadera intención. Lance sonrió mezquinamente y se reclinó sobre mí.
-Créeme que lo haré. - Susurró en mi oreja, y sin previo aviso aumentó la presión de su rodilla contra mi entrepierna, haciendo que me estremeciese y cerrase los ojos para contener un gemido lastimero.
Oí entonces el ruido de la tela rompiéndose, y cuando quise darme cuenta Lance me había tomado por las muñecas y, colocándolas por encima de mi cabeza sobre la cama, las había atado con un trozo de sábana recién cortado. Sonriendo orgullosamente ante mi expresión de confusión, paseó sus manos desde mis muñecas recién atadas, recorriendo mis brazos hasta llegar a mis pechos, aún cubiertos por el sujetador.
-No creo que necesites ya esto. - Sentenció, y sacando un pequeño puñal de su pantalón, cortó los tirantes y la parte central de la prenda.
-¡Hey...! -comencé a protestar, pero el muchacho acalló mi queja presionando su boca salvajemente contra la mía, en un beso furioso que me arrebató el aire. Sus colmillos comenzaron a mordisquear mi labio inferior mientras una de sus manos trazaba el contorno de mi seno izquierdo. Cuando su boca abandonó la mía, me dedicó una rápida mirada de superioridad, disfrutando visiblemente de mi turbación. Sus labios recorrieron mi cuello y mi clavícula, una vez más, acercándose peligrosamente a mis senos desnudos, que no tardó en recorrer con la lengua. Un ligero mordisco en uno de ellos hizo que arquease la espalda, sobresaltada, ocasionando que mis caderas fuesen a aumentar la fricción entre su rodilla y el interior de mis muslos. Mi reacción pareció darle ideas al muchacho, que comenzó a deslizar una mano por mi bajo abdomen hasta introducirla en mi pantalón.
-Esp-espera...-mascullé, forcejando para librarme de las ataduras que me impedían usar las manos.
-¿Um? - Contestó, levantando la mirada para sostener la mía, mientras su lengua todavía trazaba la punta de uno de mis sonrosados senos. Mantuvo los ojos fijos en los míos, de una forma hechizante que me impedía apartar la mirada, mientras acababa de recorrer mi pecho con un par de movimientos circulares de su lengua. Después se incorporó ligeramente, llevando su rostro al mío.
-No eres quién para darme órdenes, humana. -Musitó contra mi boca, y la mano situada bajo mi ropa interior comenzó a explorar mi entrepierna con avidez. Pillada totalmente por sorpresa dejé escapar un pequeño grito, que no hizo más que avivar el toque del chico. Mordiéndome el labio giré la cabeza, intentando esconder mi rostro probablemente sonrojado y sudoroso de su mirada ladina. -No, no, no. - Canturreó, sujetándome la barbilla con la mano libre y obligándome a mirarle a la cara. Un dedo curioso se introdujo en mi intimidad, haciéndome jadear en sus labios, que me sonreían con cierta superioridad, disfrutando probablemente de mi desasosiego. El muchacho aumentó ligeramente la velocidad de su toque, y sin poder controlarlos, tímidos gemidos comenzaron a escaparse entre mis labios.
-¿De verdad quieres ser tan ruidosa, Cyn? - Y su comentario hizo que recordase dónde y con quién estaba, obligándome a mí misma a cerrar firmemente la boca. No obstante mi autocontrol no pareció agradar al chico, y su toque se hizo más rápido e intenso, haciéndome imposible acallar mis suspiros. Su ritmo se volvió demencial, y, quizá sintiendo lástima de mis tristes intentos por mantener mis labios sellados, cubrió mi boca con la suya, ahogando mis gemidos al mismo tiempo que me permitía dejar de reprimirme. Cuando mi espalda se arqueó, llevando mis caderas más cerca de su mano en busca de la fricción liberadora que me estaba llevando al clímax, el chico se detuvo de golpe. Su mano se retiró de mi entrepierna y su boca volvió a mis pechos, pero mi cuerpo ya a duras penas respondía a mis órdenes y mis caderas continuaron moviéndose, frotando mi entrepierna contra su rodilla.
-Vaya, vaya. - Musitó Lance, incorporándose ligeramente y clavando un poco más su pierna entre mis muslos, haciéndome soltar un suspiro. - ¿Querías que siguiese?
No quería darle el gusto de una respuesta, pero el muchacho pareció complacido por el desafío, aumentando ligeramente la presión en mi entrepierna.
-Te he hecho una pregunta, Cyn.
-S-sí...-mascullé, mientras intentaba serenarme haciendo uso de todo mi autocontrol. 
-Bueno -  susurró inclinándose de nuevo sobre mí, y su aliento me hizo cosquillas en la oreja. - Si me lo pides bien, quizá podamos llegar a un acuerdo.
Una de sus manos comenzó a pasear descuidadamente por mi torso, acercándose peligrosamente de nuevo a mi entrepierna, esta vez por encima de la ropa.
No le iba a suplicar, no le iba a suplicar, no le iba...
Pero mis pensamientos no eran más que un hilo lejano que se perdía entre la urgencia del momento, y mi cuerpo solo quería que siguiese.
-Por...favor...Lan-lance... sigue... 
-A tus órdenes, pequeña. -Respondió complacido, y tras morderme ligeramente el labio inferior, su mano volvió a insinuarse entre mis muslos, esta vez sin ningún reparo, haciendo que mi espalda se arquease y que gimiese su nombre sin poder evitarlo, llevándome al clímax tras unos largos y deliciosos segundos. Cerré los ojos, dejándome llevar completamente. Una vez finalizada su tarea, Lance retiró la mano y deshizo las ataduras que sujetaban mis muñecas, para después deshacerse también de la ropa que aún me cubría de cintura para abajo. Todavía jadeante y sudorosa, intenté incorporarme aprovechando la libertad recuperada de mis brazos, ante la mirada curiosa de un Lance que observaba paciente cuál sería mi próximo movimiento. Alargué un brazo hasta que mi mano se enredó en el cabello corto que cubría ligeramente su nuca y lo atraje hacia mí, en un beso algo dubitativo que sin embargo fue respondido firmemente por el chico, cuyas manos fueron a parar a mi baja espalda y a mi entrepierna de nuevo, respectivamente. Mis temblorosas piernas se cerraron, de manera instintiva, ocasionando que Lance soltase una pequeña carcajada entre mis labios. Ya harta de que se riese de mí, conduje mi mano libre hasta el abdomen del chico, descendiendo lentamente. Pillado por sorpresa, el chico retiró de pronto la mano que descansaba entre mis muslos, seguramente para intentar detener la mía, pero esta vez yo ya había introducido mis dedos curiosos bajo la tela de su pantalón. Con un gruñido de frustración, la mano del muchacho fue a parar al colchón, sirviéndole de punto de apoyo mientras su otro brazo aún me sujetaba por la cintura y su beso se volvía más salvaje. Comencé a acariciarle, primero tímidamente y después con más seguridad, encendida por las reacciones del muchacho, que parecía realmente molesto por no llevar el control. Volvió a hundir su rostro en mi cuello, clavando ligeramente los dientes cada vez que mi mano aumentaba la presión o la velocidad. 
-Nng...Cyn...- masculló entre jadeos, y pude apreciar sus grandes intentos por evitar que su respiración pesada se transformase en gemidos. Alcé una ceja, divertida.
-¿Ahora me vas a suplicar tú? -Canturreé, y sacando mi mano de entre sus ropas me incorporé lo suficiente como para sentarme sobre la cama. Lance se incorporó ligeramente también, pillado por sorpresa por mi repentino cambio de postura, y arrodillado sobre el colchón me miró con ligera turbación durante los cinco segundos que tardé en empujarle hacia atrás, obligándole a tumbarse para sentarme sobre su abdomen. La sorpresa de su rostro dio paso a la satisfacción.
-Ah no, esto no funciona así, pequeña. -El chico se incorporó de nuevo hasta acabar sentado conmigo en su regazo. Le sostuve la mirada, una mezcla entre desafío y tentación. - No me vas a tener a tu merced.
Sonreí, paseando mis manos y mi mirada con aire ausente por su torso.
-Ya te tengo. - Musité, y con un ligero movimiento de caderas froté mi entrepierna contra la suya, arrancándole un gruñido involuntario que sorprendió al propio chico. Sus manos fueron instintivamente a mis caderas, presionándome aún más contra su cuerpo vibrante. Volví a introducir mi mano bajo la tela de su pantalón, y sin mucha ceremonia aceleré mi toque hasta que la respiración pesada del chico inundó el silencio de la tienda. Lance dejó caer la cabeza ligeramente hacia atrás, cerrando los ojos con fuerza, en un esfuerzo un poco pobre por controlarse. Cuando consideré que ya había jugado bastante con él, retiré mi mano, recibiendo como toda respuesta un gruñido de frustración por parte del chico, que de forma instintiva basculó bruscamente sus caderas contra las mías, haciéndome dar un respingo. Pese a todo, respondí a su triste intento por conseguir algo de fricción y comencé a mover las caderas a mi vez. 
-Lance...-ronroneé, disfrutando de ver cómo el chico perdía poco a poco los papeles. Sus dedos se clavaron en mis nalgas mientras intentaba reducir a cero la distancia que separaba nuestros cuerpos, pero la presencia de sus ropas parecía frustrar su tarea. Sin mucha ceremonia me empujó hacia atrás, dejándome caer sobre el colchón, y en cuestión de segundos se libró de las molestas prendas que aún le cubrían. En un abrir y cerrar de ojos su lengua volvía a estar explorando mi boca mientras una de sus manos separaba mis piernas, volviendo a rozar mi intimidad en el proceso. Lo que debió ser un roce involuntario me arrancó un gemido quizá demasiado intenso, que hizo que el chico se lo pensase mejor y se detuviese ahí, volviendo a introducir un par de dedos sin ningún tipo de compasión. Mordiéndome los labios hasta casi hacerme sangre intenté no ser demasiado ruidosa mientras mis caderas danzaban al ritmo que la mano del muchacho me marcaba. Su otra mano fue entonces directa a mi boca, introduciendo un dedo entre mis labios y obligándome así a abrirlos.
-Mírame. - Me ordenó, ya que mis ojos habían permanecido cerrados desde que había comenzado de nuevo a tocarme. Al no recibir respuesta, introdujo otro dedo en mi boca...y en mi entrepierna. - Cyn...
Entreabrí los ojos al mismo tiempo que un jadeo desesperado abandonó mis labios, por los que aún se paseaba la mano de Lance. El chico volvió a llevarme a mi límite, convirtiéndome esta vez en un caos de sudor y gemidos mientras mis manos aferraban con fuerza las sábanas del catre. Lance se detuvo de nuevo dejándome justo al borde del clímax, y de forma algo brusca levantó mi pierna izquierda hasta reposarla sobre su hombro.
Con la mirada fija en mis ojos entreabiertos, acercó su intimidad a mi entrepierna, rozando el lugar donde antes había estado su mano. De forma involuntaria mis caderas se movieron buscando aquella fricción que no acababa de darme.
-Pídemelo. - Susurró con voz ronca el chico, disfrutando de la visión que le estaba ofreciendo. Mi mente ya era incapaz de oponer ninguna resistencia, y arqueando la espalda para llevar mis caderas más cerca de él, no dudé en responder.
-Lanc..e...por favor....
Satisfecho, el muchacho se fundió en mí lentamente, arrancándome un jadeo y haciendo que clavase las uñas en las sábanas. Con un gruñido ronco, comenzó a moverse lentamente, desesperándome y causando que mi cuerpo buscase por sí solo aumentar la fricción, y recibiendo como sola respuesta que el chico se detuviese. 
-Por fav..or...sigue...-musité, esta vez sin necesidad de que él me lo ordenase; Lance clavaba sus ojos depredadores en mí al mismo tiempo que su lengua recorría de forma ausente mi tobillo, apoyado sobre su hombro izquierdo. 
-Solo...por esta vez...-respondió, y pude notar por su voz que a él mismo le estaba costando no continuar con el movimiento solo para torturarme. En cuestión de segundos sus caderas volvieron a moverse con unas embestidas más rápidas y potentes, y su nombre comenzó a escaparse entre mis labios sin que pudiese retenerlo. Sus manos fueron a parar a mi cintura, aumentando aún más la velocidad a medida que nos acercábamos al clímax. Entre sus roncos jadeos pude escuchar cómo también murmuraba desesperado mi nombre, lo que no hizo sino encenderme aún más. Lance se detuvo durante una décima de segundo para bajar mi pierna de su hombro e inclinarse sobre mí, haciendo que la fricción entre nuestros dos cuerpos aumentase y que su boca pudiese venir finalmente a acallar mis descontrolados gemidos, cerca ya del dulce final.
-Lance...!
Clavé las uñas en su espalda mientras me dejaba llevar por el liberador placer. El muchacho continuó aún durante unos segundo más, hasta que el clímax se apoderó de él también.


Sudando y jadeando, y con las uñas clavadas en los omóplatos del chico, intenté recuperar el aliento. 
-Veo que eres ruidosa para todo. -Masculló con cierta satisfacción el chico, devolviéndome de golpe a la realidad. 
-Oh por el Oráculo...- la realidad de golpeó de pronto, y muerta de vergüenza ante la certeza de que mi voz habría despertado a todo el campamento, me llevé las manos a la cara. El chico rió por lo bajo, e hizo amago de separar nuestros cuerpos. No obstante, pareció pensárselo mejor en el último momento, y retomó, lento pero seguro, las embestidas. - ¿Lanc.e... qué...?
-Vamos a ver cuánto más puedes gritar, Cyn. - Y pasando la lengua por mi cuello, volvió a comenzar.



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Bueno ea, esto ha sido todo.
Estoy un poco desentrenada, puede ser.
Como siempre digo, no me juzguéis muy duramente por la calidad y el contenido de los fics porno porque una no ha nacido para esto xD
Y ahora, procederé a recoger del suelo mi dignidad y mi vergüenza por escribir esto y por haber tardado tanto en escribirlo y me iré de vuelta a mi cueva, aunque espero poder traeros algún fic o alguna cosita más del Randomdarya.

Whatever whatever, espero que os haya gustado, que al menos os haya tenido entretenidos un largo y angustioso rato (?) y que estéis todos bien ^^)/
Ruegos, preguntas y pedradas, como siempre, aquí tenéis los coments~

See you~~ 



lunes, 13 de abril de 2020

Anime. Yume oukoku to nemureru 100-nin no ouji sama


Hi!
Vengo de nuevo con animes~~ 
Hoy os traigo un anime que me vi hace ya unos cuantos meses, pero la reseña se me traspapeló y se me olvidó publicarla jaja. Haciendo limpieza por el blog ha aparecido, así que Hela AQUÍ.


 Bien, como siempre y antes de empezar :buena parte de la reseña es mi opinión personal e intransferible, y como digo siempre, cualquier otra es perfectamente respetable. 

Whatever, hoy os vengo a hablar de:

Yume oukoku to nemureru 100 nin no ouji sama




Título: Yume oukoku to nemureru 100 nin no ouji-sama (para los amigos, 100 nin no ouji-sama)
Año: 2018
Género: fantasía/otome

Reseña: Nuestra prota, que no tiene nombre, se despierta de pronto en un prado en compañía de un peluche parlante que le dice que es la Princesa de Traumere y que ha "vuelto" al Reino de los Sueños para liberar a una serie de príncipes. Resulta que unos seres llamados Devoradores de Sueños aparecieron por los diferentes reinos que conforman el Reino de los Sueños y comenzaron a atacar a sus pobladores. Los príncipes de dichos reinos se unieron para luchar contra los malvados seres, pero cayeron víctimas de un conjuro que los puso a dormir y los encerró a cada uno en un anillo. Solo la Princesa de Traumere y su poder puede liberar a los príncipes de los anillos, razón por la cual nuestra prota ha aparecido allí.
Justo en una cueva cerca de allí se encuentra un anillo mágico, y la muchacha se pone a rezar siguiendo las órdenes del peluchito (que se llama Navi) y con su poder libera a un lozano joven llamado Avi. El chaval se une a la comitiva y los 3 se dedican a viajar por los reinos luchando contra los Devoradores de Sueños (y en teoría liberando príncipes). Se les une al poco un muchacho extraño llamado Kihel, que resulta ser un príncipe pero que no recuerda su pasado.
Y así, los 4 comienzan su viaje por el Reino de los Sueños.


Es un anime de 12 episodios, basado en un juego otome para android del mismo nombre que vio la luz en 2015.
Lo he llamado "otome" porque tenemos a una prota atontada rodeada por una cantidad INGENTE de maromos, pero no hay ni el más mínimo romance. Ni siquiera los chicos muestran interés (ni romántico ni del otro) en la protagonista, y el anime es más bien un anime de BROMANCES entre príncipes con una prota de por medio.
Por cierto, por Youtube encontraréis OTRO "anime" con el mismo nombre y que está basado en el mismo juego, y por lo visto fue emitido antes que este.


Los personajes: tenemos una tropa grandísima. Excepto la protagonista, los demás personajes que aparecen son todo príncipes maromos de diferentes reinos. Como mencionarlos todos nos llevaría mucho, hablaré de los principales (el séquito de nuestra prota) y al resto os los mencionaré por alto.

Navi. Pues es un conejito/algo así, que resulta ser el mayordomo de la Princesa Traumere.

Avi. Maromo pelirrojo que resulta ser el único príncipe encerrado en un anillo.

Kihel. Un chaval alegre y despreocupado que siempre está bromeando y molestando a Avi, y que para sorpresa de todos, resulta ser el Verdadero Protagonista de este anime. Tiene amnesia,así que solo recuerda su nombre y que es príncipe, pero no recuerda de qué reino ni qué le ha pasado. La trama se centra poco a poco en como recupera sus recuerdos.

La prota/princesa de Traumere. Que no tiene nombre y que resulta ser la única princesa entre tantos príncipes. En realidad es una joven común y corriente que procede del mundo real, donde trabaja en una oficina y su mayor interés es jugar otomes a apps  de móvil. Como siempre, es un poco atontada y lenta: no le sorprende mucho todo lo que le está pasando, y se cree sin rechistar lo que le cuentan y comienza su viaje para salvar príncipes. No es inútil del todo, pues tiene un poder que se activa cuando reza como en Neo Angelique Abyss y que da fuerza a los príncipes o los libera de sus anillos.

Tenemos luego una serie de maromos para todos los gustos, que suelen ir de 2 en 2 para que podamos shipearlos con tranquilidad. Tenemos piratas, sirenos, silkies, príncipes malditos, un montón de maromos de Alicia en el País de las Maravillas, unos príncipes de un reino de hielo...hay de todo, como en botica.
La verdad, desconozco si de verdad en el juego habrá 100 maromos, pero en el anime habrá casi una veintena y al buscar imágenes me salen chicos diferentes que ni aparecen en la serie, así que todo parece apuntar a que SÍ que son 100 príncipes.






La trama: puede que el planteamiento original sea un poco pobre (ir liberando a Bellos Durmientes encerrados en anillos), pero a la hora de la verdad la trama no tiene nada que ver. Para bien o para mal, nos plantean un problema del que se olvidan totalmente durante todo el dichoso anime. Es más, todos los príncipes que aparecen están libres y cada uno en su reino tranquilamente (???). Así que en ese aspecto, es un poco decepcionante que te planteen una trama que a la hora de la verdad no desarrollan y hacen como si no existiera.
La verdadera trama del anime se basa en la prota, Avi, Navi y Kihel viajando por diferentes reinos en los que 1, 2 o media docena de príncipes tienen algún problema y les deben ayudar. Solo se encuentran con príncipes eh, el porcentaje de gente con sangre real entre la población de este anime es de un 90%.  Así pues pasan por el Reino de Claireboore y ayudan a un príncipe maldito y a su hermano a reconciliarse; son invitados a un barco donde 2 príncipes piratas y 3 príncipes sirenos les convidan a un banquete; van al reino de las nieves a ayudar a los 3 príncipes de las nieves a arreglar sus problemillas...y todo así.
Con el avance de la trama todo se va centrando más en Kihel, que comienza a recuperar parte de sus recuerdos, aunque solo sabe que "alguien importante para él quiere matarlo". Poco a poco el tema del pasado de Kihel y la verdad sobre su persona se vuelve el tema central, que si bien es interesante, no tiene nada que ver con lo que nos prometía el anime en un principio.


Como decía, el anime NO tiene NADA de romance, y lo llamo otome por llamarlo de alguna forma. Los chicos pasan olímpicamente de la prota, y la prota de ellos. De vez en cuando se sonroja alguien, pero nunca hay segundas intenciones ni primeras, ni romance, ni frases bonitas, ni nada de nada.
Es un anime muy gay es un anime que nos plantea más relaciones entre príncipes (de colegueo, amistad, hermandad....pero que tú los ves y los shippeas) que entre los príncipes y la chica.



Resumen de la trama y spoilers .
No hay mucho que contar, la verdad.
Avi, Navi, Kihel y la prota viajan por diversos reinos ayudando a príncipes (que no están encerrados en anillos) con sus problemas personales en general, y de vez en cuando con algún devorador de sueños.
No obstante, en todos los episodios aparece una sospechosa mariposa y al final de cada episodio, un par de señores sentados ante un órgano hablando de cosas crípticas y malvadas.
La mencionada mariposa es uno de esos señores, que se encarga en ir sembrando el mal (y creando devoradores de sueños) así que podemos decir: ¡FUE LA MARIPOSA! 
En fin, referencia de los simpson a parte.
El SeñorMariposa y su colega, llamado Setiq, acosan a nuestros protas y en especial a Kihel, que comienza a recordar cosas de su pasado mediante trances que casi siempre lo llevan a intentar matarse. Recuerda que había una persona especial para él, Setiq, y que es ese Setiq el mismo que quiere matarlo.
Ya hacia el final nos desvelan que Setiq era el amante, a mí no me engañáis amigo del padre de Kihel, el rey, que murió de forma trágica dejando a su hijo huérfano a cargo de su fiel y adorado compañero. En cierto momento del luto, Kihel que era un alma cándida y positiva, se propone dejar de lamentarse y esforzarse por ser tan buen rey como su padre. Setiq, loco de celos ante la idea de que alguien pueda PRETENDER igualar a su amado, decide que tiene que deshacerse el príncipe.
Después de engañar a Kihel para que le regale un anillo que el Rey tenía sellado y oculto, se libra del muchacho empujándolo desde lo alto del castillo, al lago que lo rodea.
En el presente, Kihel recuerda todo esto y decide ir a su reino a preguntarle en persona a Setiq el porqué de sus acciones. Así pues todos llegan ante el señor, que le come la cabeza a Kihel y lo convence para unirse a él y sacrificar sus "sueños" para con su poder, revivir al rey.  También nos cuentan una milonga sobre que el reino de Kihel, Atlas, es la "sombra" del reino de Traumere, y que mientras el segundo se encarga de crear sueños, el otro se encarga de arrebatarlos.
En fin, que intentan revivir al rey, sin éxito, así que Setiq se vuelve loco y el SeñorMariposa (que era la personificación de su dolor) lo posee e intenta matarlos a todos.
Se enfrentan a él, la prota usa su poder para ayudar a sus amigos y derrotan al Malo. Setiq tiene un momento de redención, muere y Kihel se despide de Avi y la prota y se queda en su reino para hacerlo próspero. Avi y la prota se van a seguir con su viaje.
Y Fin.

Fin de los spoilers 


Opinión personal:  en primer lugar, me escama/ofende que la trama que plantean al principio no tenga nada que ver con el anime en sí, y que se hayan olvidado por completo de que el objetivo era liberar príncipes en anillos (pues todos ya estaban libres por ahí). A parte de esto, como los otomes en general, la trama no es que sea muy complicada y cada episodio/par de episodios se centra en unos chicos determinados y en sus problemas sentimentales. Todo bastante banal, la verdad.
Lo único interesante es que Kihel, que aparece de la nada como un timador sin más, resulte ser más relevante casi que la prota misma, y que el anime se centre en él. Sin embargo,creo que incluso la trama de la vida de Kihel al final cojea un poco. Las verdaderas razones de Setiq no quedan muy claras ni su relación con el padre de Kihel y toda la explicación que dan sobre cómo funcionan los sueños o el Reino de Atlas es muy confusa y a veces, carente de sentido.

Sobre el dibujo y la animación:  la animación tiene sus momentos álgidos y sus momentos bajos, pero en general no es nada de otro mundo. Y el dibujo pues bueno, es un otome así que tenemos un montón de maromos ikemen para todos los gustos, y a una muchacha de ojos grandes y siempre confusa.

El final: es un final abierto, ya que solo cierra el "arco" de Kihel, y Avi y la prota se van a seguir con su misión de salvar a príncipes que no necesitan ser salvados. Podría haber una segunda temporada, quiero decir, aunque no sé si sería mínimamente interesante.



En resumen: si queréis un anime ligerito, para ver por los maromos, el bromance y donde poder shippear a gusto a un montón de chavales, pues os gustará. No esperéis romance, no esperéis interés por la prota ni esperéis una prota espabilada. Quizá el único atractivo especial fuera del tema "otome" es que se centra en la vida de Kihel, y poco más. Es un anime que está bien para pasar el rato o para ver maromos, pero poco más.


Si tuviese que puntuarlo, le daría un 6.



Well Well, esto es todo~ Si lo habéis visto pues ya sabéis, contadme cositas. Contadme qué os ha parecido o si tenéis algún maromo favorito o si entendéis de donde salen los 100 maromos (?)


Esto es todo por el momento~~
See you~~~

martes, 7 de abril de 2020

Libros. En el Japón fantasmal.



Hi!

Últimamente me ha dado por la literatura japonesa, así que si no es mucho vuestra temática, siento el monopolio de entradas de este tipo (?) Pero de momento creo que este será el último libro de ese estilo que reseñe hasta que vuelva a casa~

So, esta vez no es un libro de Historia, es un libro de historias varias, de temática "sobrenatural".

Hoy os traigo:

En el Japón fantasmal





•Autor: Lafcadio Hearn
•Editorial: Satori Ediciones
•Ambientación/género: conjunto de historias y reflexiones del autor sobre leyendas, cuentos o aspectos "sobrenaturales" de Japón y su cultura
•Páginas: 213

•Reseña: se trata de un libro que agrupa media docena de leyendas/historias del folklore japonés, todas relacionadas con el ámbito sobrenatural y los espectros, y presentadas por el autor como si él mismo nos las estuviese contando. El autor incluye también pequeños capítulos en los que habla de sus reflexiones sobre diferentes aspectos, como puede ser la doctrina budista o un capítulo entero dedicado a una pequeña introducción al incienso en la cultura japonesa. Cuenta además con poemas y fragmentos budistas, y una breve recopilación de fragmentos japoneses. Al ser el autor un gran entusiasta y conocedor de la cultura japonesa, el libro es un poupurri de diferentes aspectos de dicha cultura que se pueden relacionar con los relatos de espíritus que se encuentran en el libro.

En resumen, es un libro que tiene un poco de todo, como una especie de diario del autor, que narra historias que le han contado a su vez, e intercala poemas budistas, dichos japoneses e información sobre la cultura japonesa relacionada con las historias.

•La historia: pues tenemos unas 8 historias cortas que tienen en común la ambientación sobrenatural. Creo que ninguna es de invención del autor, sino que se ha limitado a recoger leyendas orales o historias famosas en el Japón de la época para hacerlas accesibles al resto del mundo. La temática de todas ellas gira en torno al Japón de los siglos XVII-XVIII-XIX y tienen en común la presencia de espíritus y seres del folklore japonés.
No diría que son de "miedo" pero la temática que tratan es a veces un poco macabra.

No voy a resumir las 8 historias, pero para que os hagáis una idea de la temática, os cuento por alto la primera: una joven de buena familia se enamora a primera vista de un samurái, al que sin embargo no vuelve a ver. Decide hacerse un kimono idéntico a las ropas del samurái con la esperanza de que si él la ve a ella, se le acerque para hablarle. No obstante, esto no sucede y la joven muere de pena. La familia dona el kimono a un templo, y el sacerdote revende la prenda a otra muchacha, que tras ponerlo una vez, muere también. La historia se repite 4 veces más, muriendo 4 jóvenes tras ponerse el kimono, que estaba imbuido por el dolor de la  primera joven por su amor hacia el desconocido. El sacerdote decide finalmente quemar la prenda, pero al hacerlo, las chispas prenden fuego al templo y rápidamente todo el pueblo arde.
Moraleja: no juegues con espíritus.
Vale no.
Cómo véis, es el típico relato tradicional japonés en el que muere mucha gente y en general el final no es feliz, sino que acaba en algún tipo de desgracia/catástrofe/muerte debido a espíritus.

Los capítulos dedicados a otros temas, como aspectos de la vida japonesa (el incienso, los gusanos de seda, el budismo...) son interesantes a título anecdótico, pues nos dan una información adicional sobre el Japón de la época o sobre aspectos diarios del mismo. Sin embargo, tengo que admitir que el episodio sobre el incienso es un petardo un poco aburrido, si bien al final del mismo nos pone la receta para hacer inciensos. Era un señor muy práctico, el Lafcadio.


El libro está organizado en 14 capítulos, e intercala cada historia con un capítulo dedicado a otro aspecto más "real" como puede ser hablar sobre el incienso y sus funciones, los gusanos de seda, o la doctrina budista. En general da unas pinceladas muy superficiales sobre cada tema, para que el lector occidental tenga un mínimo conocimiento sobre temas que pueden aparecer en las  historias que va a narrar.

El señor Lafcadio (Yas, ESE Lafcadio, el mismo que sale en Meiji Tokyo Renka) quiso crear un libro sobre folklore japonés para acercar a occidente como "de verdad" era la cultura japonesa, más en profundidad, y no solo por las ideas populares que se tenía a principios del siglo XX sobre el país. Introduce cada historia contando un pequeño relato de su vida, estilo "iba yo paseando por las calles de Tokyo y me encontré con un monje mendicante que me contó esta historia" pero mucho más largo, el señor se va mucho por las ramas. Así pues, el autor va presentando las historias como cosas que le han contado, ha visto/leído, y finaliza el relato volviendo a retomar el inicio de "y esto es lo que me contó Fulanito-san, después nos fuimos a tomar algo". Intercala relatos de sucesos de su vida con las historias que cuenta.

El libro tiene también dibujitos, presumo que de la época o incluso anteriores, que ilustran alguna de las historias.




•¿Cómo acabé yo leyendo esto?: fue un regalo que me hicieron hace ya 7 años, y como apenas recordaba de qué trataba y tras ver Meiji Tokyo Renka decidí echarle de nuevo un vistazo.

•¿Conclusión?: si bien algunas partes (el episodio sobre el incienso) pueden resultar un poco tediosas, y las introducciones a cada leyenda también (el señor se enrolla como las persianas), los cuentos resultan interesantes ya que es puro folklore japonés. Si os gusta la temática (anime, libros) y no lo habéis leído aún, os lo recomiendo, porque no dejan de ser historias típicas japonesas sobre espíritus, karma y demás. 


Y bueno,esto es todo~~ Perdonad que de nuevo la reseña sea cortita, pero al ser un manual de historia, tampoco quiero profundizar mucho en la temática en sí. Espero que si os interesa la historia de Japón esta recomendación os haya gustado u os sirva en un futuro para ampliar conocimientos~


En fin, seguiré con los libros en la medida que mi tiempo me lo permita~
See you~~