miércoles, 31 de octubre de 2018

Randomdarya: Feliz Halloween~~



Hi again!
Siento mucho, mucho, la desaparición casi mensual, los exámenes querían aplastarme pero he sobrevivido!

Well, well~
Seguro que os estaréis preguntando qué carajos haces aquí que no estás traduciendo, so vaga  que es esto.
Pues bueno, hoy es Halloween y como nunca tengo tiempo para preparar nada, este año he querido hacer un pequeño intento de relato halloweeneño, a ver qué tal.
Como siempre bueno, os pido perdón por las estupideces y demás que váis a leer, espero que al menos os saque una sonrisa. De nuevo os traigo a la loca de mi niña Cyn, para que disfrutéis de sus ideas peregrinas.

Sobre la traducción, esta misma noche me pongo con ello, no os preocupéis~
En fin, disfrutad del relato y del día!


HALLOWEEN~


-Hola Cy...¡¿Cyn?! 
Valkyon me miraba ojiplático tras interrumpir mi paso ligero los pasillos del QG. Lancé una mirada orgullosa a mi jefe de guardia mientras daba una vuelta sobre mí misma, haciendo que mi vestido flotase.
-¿Y bien? - canturreé llena de orgullo, esperando algún comentario positivo por parte del peliblanco; tampoco le creía capaz de elaborar piropos complejos.
-¿Qué te ha pasado? 
-¿Eh?  ¿Cómo que qué me ha pasado? -La sonrisa se esfumó de mi rostro, y fruncí el ceño. -Hoy es Halloween, ¿no?
-¿Es...qué? - Mi superior seguía mirando mi atuendo confuso. Seguro que estaba pensando que me había vuelto loca. Otra vez. Puse los ojos en blanco y me armé de paciencia.
-Hoy, en la tierra al menos, es Halloween. El año pasado habíais celebrado algo similar aquí, creo.O bueno, habíais recogido calabazas. Algo es algo. No sé como lo llamáis, pero da igual. Este año he decidido que estaría preparada para celebrarlo, por primera vez no me ha coincidido ninguna misión molesta.
-Ah...ya, "Halloween"... - Valkyon seguía sin estar muy convencido. Volvió a echarme un vistazo crítico. - ¿Y es necesario que te vistas...así?
-¿Qué tiene de malo mi disfraz? - repliqué. Me había costado mucho encontrar cosas que pudiesen servirme, y estaba bastante orgullosa del resultado. Más o menos. Para haber sido la primera vez que cosía, podría haber acabado sensiblemente peor.
Valkyon me miró con escepticismo.
-Tienes cuernos. - señaló.
-¿Y qué?
-¿No te parece que quizá pueda ofender a alguien que...te "disfraces" de su especie? -apuntó mi superior.
-No estoy disfrazada de ninguna especie. Soy una sacerdotisa del Señor Oscuro. - Rebatí con los brazos cruzados sobre el pecho. Los cuernos de carnero los había logrado robar de la sala de alquimia, y esperaba que Ezarel tardase en darse cuenta. Valkyon puso los ojos en blanco.
-¿Qué querías que hiciese? ¿Que me disfrazase de vampira? Ya lo intenté un año y Nevra sigue sacudiendo la cabeza con desaprobación cada vez que me ve.
El peliblanco suspiró, rindiéndose a la evidencia.
-Haz lo que quieras. Intenta que no te vea mucha gente...así. Puedes tener problemas.
Asentí obedientemente y Valkyon volvió a suspirar antes de continuar su camino.
Pero bueno, ¿de verdad cree que me voy quedar encerrada en mi habitación después de lo que me ha costado preparar mi disfraz? En tus sueños, cielo.
Me coloqué bien la diadema con mis cuernos y flores secas, me alisé la falda del vestido y después de entrar discretamente en la habitación de Nevra para tomar prestado su broche para mi cinturón,me fui alegremente a buscar una calabaza con la que hacer una linterna.

Llegada a la despensa, y con todo el disimulo posible, eché un vistazo en busca de una preciada calabaza. Hacía poco que Karuto había mandado recoger las del huerto para hacer puré y dulces, así que esperaba que alguna se hubiese salvado de su implacable ansia de triturar aquellas hortalizas. Por fortuna, en una esquina de la despensa continuaban amontonadas unas cuantas supervivientes. Me acerqué de puntillas y tras descartar un par de ellas porque eran demasiado grandes, encontré La Calabaza. Perfecta. Ya solo tenía que vaciarla y...
-¿Se puede saber que haces?
Me giré de golpe para encontrarme cara a cara con Karuto, cuya expresión pasó del enfado a la perplejidad.
-¿Qué demonios...?
-Oh Karuto, verás, querría tomar prestada una calabaza si no es mucha molestia. La necesito para una cosita, te la devolveré sin...
-¡¿Qué tienes puesto en la cabeza?!
-¿Eh? -La advertencia de Valkyon volvió a mi cabeza. Ups. Venga, tampoco creo que nadie sea tan susceptible como para enfadarse por unos cuernos de mentira... - Ah pues verás, hoy es Halloween y quería disfrazarme...
-¡¿Disfrazarte?! ¡¡¿Te estás riendo de mí?!! - Rugió el cocinero, al cual parecía no hacerle mucha gracia mi diadema diabólica. - Primero vienes a robarme una calabaza y ENCIMA AHORA ME VIENES CON ESO. ¿TE PARECE DIVERTIDO? 
-Vamos Karuto cálmante, son unos cuernos de nada, son una chorrada, por favor...
-¡¡¿QUÉ INSINUAS?!! ¿Qué los cuernos no tienen valor alguno? ¿Te estás riendo de mi raza?! Maldita humana ignorante,  !!¿acaso no sabes el valor que tienen para mi gente?!! 
- ¿Qué? No, no, no, no, no, yo solo... -comencé a retroceder mientras lanzaba una mirada rápida a la puerta. Ahora o nunca.
Sujetando la calabaza fuertemente contra el pecho, comencé a correr como alma que lleva el diablo.
-Lo siento Karuto tengo mucha prisa, ya me disculparé con tu raza más tarde!!!
-CYYYNNNNN!!!! -rugió, y por el amor a mi vida corrí como nunca había corrido jamás.
Una vez fuera del territorio de Karuto, me detuve en seco.
-Ya...estoy...a..salvo...- jadée.
-VEN AQUÍ! -la voz iracunda de Karuto sonó demasiado cerca de mí. Me giré de sopetón para ver al cocinero acercarse a grandes zancadas.
-¡AH! ¡No sabía que podías salir de la cocina! - Solté sorprendida. La imagen que tenía de Karuto respondía más a un Final Boss de algún juego que no podía salir de los límites de su territorio. Para mi desgracia parecía que no era así.
-Tú....-pude leer en su rostro que un nuevo nivel de cabreo, que creía inalcanzable, había sido superado. Tragué saliva y dignamente, volví a emprender la carrera. - VEN ACÁ, MALDITA BLASFEMA! ¡TE VOY A HACER PURÉ DE CALABAZA!

Esta vez decidí correr lo más lejos posible, y tras varias vueltas de despiste, puse fin a mi huida en el cerezo, dejándome caer sobre el césped. Una cosa había que admitir, la experiencia había sido aterradora. Supongo que estaba bien, siendo Halloween.
Tras recuperar el aliento, comencé mi labor de vaciar y tallar la calabaza. Había pensado llevarle el relleno a Karuto en señal de paz, pero no tenía ningún recipiente a mano, así que muy a mi pesar, lo usé para abonar el cerezo. Una vez mi linterna estuvo terminada, saqué la velita que traía especialmente para la ocasión y tras atarle una cuerda a modo de asa, tuve lista mi linterna.
El sol estaba ya comenzando a ponerse, así que decidí que era hora de volver a mi habitación a por los dulces que había...er....obtenido de manera poco lícita gracias a la inestimable ayuda de Corko, y prepararme para ir a repartirlos entre los niños.

Entré de puntillas en el QG ,evitando cualquier posible futuro encuentro con un furibundo Karuto, y creía que mi recorrido transcurriría sin incidentes, cuando una sombra a la vuelta de la esquina me hizo dar un respingo.
-¿Qué demonios haces, humana? - masculló Ezarel, al que por lo visto yo también había asustado. Me apunté una dulce victoria halloweeneña.
-¿Yo? Nada en absoluto. Lo típico, ya sabes, buenas obras, misiones, ayudar a los demás...soy un angelito. Ahora si me disculpas...
-¿Un ángel? Pues te está saliendo algo en la cabeza... -apuntó el elfo, riéndose entre dientes. Por lo visto no se había dado cuenta de quién eran esos cuernos en realidad.
-Eh ya ves, cosas que pasan. Ahora mismo me iba a mi habitación a purificarme.  -Le dediqué una sonrisa y comencé a caminar. Ezarel me retuvo por el brazo.
-Espera, espera...estás rara. Bueno, más de lo habitual. La verdad es que siempre estás rara. ERES rara. No sé cómo aún te tenemos por aquí, eres como....
-¿Qué quieres Ez? - mascullé molesta. El elfo me dedicó una sonrisa dulzona.
-Nada querida, solamente estaba pensando en que esos cuernos que te han salido en tu vacía cabecita se parecen un poco a ciertos cuernos que había sobre la mesa de mi laboratorio...¿qué coincidencias tiene la vida, verdad?
-¿De verdad? La vida está llena de coincidencias, ¿no es maravilloso? -batí los párpados cual mariposa, con la esperanza de transmitir toda la candidez posible, mientras delicadamente me deshacía de su mano. - Ahora mismo voy a mi habitación a darle gracias al Oráculo por la bendición de esa coincidencia tan inesperada.
Ezarel sonrió y se agachó para dejar su rostro a escasos centímetros del mío.
-Devuélvemelos.
-Oblígame.
-Oh, sabes que puedo hacerlo.
-¿Ah sí? Bueno,entonces tendré que gritar. Todo el mundo sabe que te encanta hacerme la vida imposible. ¿A quién creerían si digo que me estabas intentando quitar el disfraz que tanto me ha costado hacer solo para molestarme?
-Claro,grita. Seguro que Karuto agradece que le des una pista sobre dónde estás para venir a tener unas palabras contigo. Creo que esa calabaza era suya. El relleno por lo que se ve, ya lo ha encontrado.
Entrecerré los ojos con odio. Maldito Ezarel.
-Como estoy de buen humor, si me entregas los cuernos, no iré a avisar inmediatamente a Karuto de que te he visto. Es una buena oferta, créeme.
-Te odio, elfo del demonio. El próximo año me disfrazaré de ti.
-Oh, es mucho suponer que seguirás viva un año más. -Ezarel enredó las manos en mi pelo y me quitó la diadema. Lanzó una mirada censuradora al ver cómo había pegado los cuernos a la diadema, y tras esto, se marchó sin decir nada más.
Pues bueno, plan B.
Entré en mi habitación, recogí la bolsa con caramelos y dulces y el sombrero de bruja que había preparado por si las cosas se torcían. Me calé el sombrero, coloqué bien las flores secas y tras comprobar que el vestido estuviese bien, me fui con mi calabaza a repartir caramelos y si la cosa se ponía propicia, robar alguno también.
Comencé por el refugio, seguro que a los niños les gustaba aquello.
O eso pensaba yo.
No obstante, intentar el truco o trato en Eldarya era agotador. Nadie sabía muy bien qué pretendía,y tuve que explicar mil veces en cada casa que me tenían que dar caramelos. Apenas recibí nada, y estoy bastante segura de que las pocas personas que se apiadaron de mí fue más bien por lástima que por haber entendido en qué consistía la fiesta. Pude escuchar más de un "pobre loca, los humanos aquí acaban perdiendo siempre un poco la cabeza" y cosas en esa línea. Para rematar, nadie parecía tener dulces en casa, así que en lugar de caramelos muchas veces recibí frutas, verduras, alimento para familiares, y en una ocasión, una anciana me dio una bolsa con basura creyendo que me encargaba de recogerla a domicilio.
Ya algo mosqueada, decidí que simplemente daría caramelos por ahí a quien me encontrase, y le contaría en qué consistía la fiesta con la esperanza de que el próximo año se asentase y más gente me secundase, en lugar de tratarme de loca.
Los niños no parecían muy seguros de entender lo que les explicaba, pero nadie puso objeciones a los caramelos.Tras un par de horas de vagabundeo, me encontré con Ykhar. Para mi emoción, la brownie SÍ sabía qué estaba haciendo, gracias a su amplia cultura y su avidez literaria, y entusiasmada con la idea, corrió a comprar dulces para acompañarme en mi misión. La conejita comprobó en primera persona el chasco que resultaba celebrar aquello allí, pero en lugar de deprimirse, se prometió fieramente organizar una fiesta de Halloween el año venidero. Se emocionó tanto que olvidó su labor de repartidora y salió a la carrera dirección a la biblioteca para ir comenzando a organizarlo todo YA.

Por mi parte, me quedaba aún un puñado de dulces. La luz comenzaba a desaparecer y las farolas ya se habían encendido cuando Leiftan apareció paseando por el kiosko.
-Buenas tardes Cyn, ¿sigues con los caramelos?
-Sí, pero ya estoy... espera, ¿cómo lo sabes? - repuse curiosa, mientras me dejaba caer en el banco del kiosko. Leiftan rió con esa risa suya cristalina.
-Unos niños me han contado que la chica humana estaba regalando caramelos.
-¿Y te han dicho por qué? -pregunté esperanzada. Leiftan parecía un poco incómodo, pero intentó conservar la sonrisa.
-Porque te habías vuelto loca o algo así. -Murmuró.
-Ah...qué razón tienen. - Suspiré. Malditos niños. Me partía el espinazo intentando que tuviesen un día especial y dándoles caramelos y así me lo pagaban. El año que viene regalaría ajos. O la comida de Karuto.
-Venga, no te desmotives. Lo que haces está muy bien. -Me intentó animar el muchacho, mientras se sentaba a mi lado. - Ykhar me ha explicado más o menos eso de Halloween. Sabes, hoy es un día especial también en Eldarya. El maana se altera. Incluso en el bosque florecen unas flores incandescentes solo hoy.
-¿En serio?
-Sí, brillan en la oscuridad. Aunque solo el día de hoy. El resto del año son flores normales. Son muy bonitas, deberías ir a verlas si tienes oportunidad. -Leiftan me sonrió y se levantó. -Si me disculpas, creo que tengo que ir a hablar con Miiko. Ten buena tarde.
-Ummm...-agité la mano en dirección a Leiftan mientras pensaba en lo que acababa de decir. Flores que brillan solo hoy... Quedarían genial dentro de mi calabaza.Eché un rápido vistazo al cielo. Aún no era noche cerrada. No creo que pasase nada por una inocente escapada al bosque.

Ir sola al bosque de noche es una de esas decisiones de las que acabas arrepintiéndote no importa el día o el mundo en el que te encuentres. La entrada al bosque estaba inusitadamente tranquila. O igual eran cosas mías. O quizá siempre estaba así de noche. Quizá los bosques en Eldarya tenían un botón de off nocturno.
Lo que estaba claro es que aquel silencio no era normal.
Entré lentamente, echando un vistazo a mi espalda, por donde el sol ya había desaparecido y de cuyo paso solo quedaba un pedazo de cielo un poco más claro. Las estrellas comenzaban a dejarse ver.
-Venga Cyn, entras, cortas unas flores y te vas.
Eché a andar por aquel camino que tanto había usado en mis misiones. Mis misiones de día. Todo parecía como siempre, y solo mis pasos se escuchaban.
A medida que me adentraba en la espesura, el silencio se hacía más pesado. Aquello no podía ser normal. No se oían las hojas de los árboles, no se oían grillos ni insectos. Nada. La oscuridad comenzaba a caer lentamente y las formas que podía distinguir disminuían. Mi calabaza proyectaba su cara feliz -y un poco amorfa, tallar nunca había sido mi fuerte- sobre el suelo y las hojas de los arbustos.
¿Dónde estaban aquellas malditas flores? Se supone que brillaban. Continué andando en total silencio, mientras me debatía entre buscar con la mirada a mi alrededor alguna señal, o mantenerme fija en el frente por miedo a lo que pudiese ver.
Pero, ¿qué iba a ver?
Cyn por favor cálmate. No seas dramática. Estás en un bosque, ¿qué hay en un bosque? Nada.
...
Aunque bueno. Esto es Eldarya...literalmente estará lleno de seres peligrosos que me estarán observando y querrán matarme o comemerme o secuestrarme o...
Cuando ese razonamiento llegó a mi cabeza, un estremecimiento me recorrió por completo. Aquello no había sido buena idea. El bosque no era seguro, Yvonni había sido prueba de ello. Sería mejor que me fuese ya.
Di la vuelta sobre mis talones dispuesta a deshacer lo ya andando cuando tropecé con algo.
-AH!
 Perdí el equilibrio y estuve a punto de dejarme los dientes en el suelo, pero logré equilibrarme y no tuve que lamentar ningún encuentro con las piedras del camino. No obstante, en mis aspavientos mi calabaza salió disparada, la vela se apagó, y se perdió rodando en la oscuridad.
Me quedé muy quieta, con el corazón a mil, en la oscuridad.
El silencio seguía siendo absoluto.
No podía haber ido muy lejos.
Me agaché lentamente, cuando se escuchó el frusfrus de unos arbustos.
Con el corazón a cien, me volví a incorporar lentamente. Quizá no fuese buena idea buscar la calabaza.
Aunque ahora estaba sola, sin ninguna luz, en medio del bosque.
Cerré los ojos intentando calmarme.
Venga Cyn haz el favor, no pasa nada. Ahora te das la vuelta y vuelves por donde has venido. Más o menos. Cuanto más tardes más anochecerá y menos verás el camino. Muévete.
Abrí ojos y di un respingo al ver una luz ante mí. Entre los árboles, a lo lejos, se veía un brillo azulado muy leve. Antes no estaba pero...quizá la luz de la calabaza me impedía verlo. Seguro que eran las flores que había mencionado Leiftan; no parecía estar muy lejos, así que simplemente tenía que ir hasta allí, ecortarr las flores, y con su luz salir de ese bosque de una vez.
Con paso acelerado, me dejé guiar por la luz. El silencio seguía siendo sepulcral, aunque de vez en cuando era interrumpido por una sacudida de hojas o de arbustos a lo lejos, que no me tranquilizaba lo más mínimo.
El volumen y la frecuencia de las sacudidas aumentaba a medida que me acercaba a luz. Por un momento recordé aquellos peces de las profundidades que ponían una atrayente lucecita delante de sus mandíbulas abiertas para que los peces curiosos fuesen su cena. ¿Y si aquello era un ser que buscaba atraer a animalitos -o humanitas- despistadas a sus fauces?
Sacudí la cabeza para alejar aquellos pensamientos. No podía estar acercándome a nada peligroso porque el ruido se escuchaba...¿detrás de mí?
Me giré lentamente. La oscuridad me devolvió la mirada, y aguanté la respiración. Cuando ya pensaba que, fuese lo que fuese, ya se había ido, un nuevo movimiento de hojas me alarmó.
-¿...Cryllis....? -murmuré. Quizá el enorme oso del bosque anduviese por allí. La verdad, incluso si hubiese sido Ashkore me habría tranquilizado.
No hubo respuesta. Respiré y volví a caminar hacia la luz azulada, que brillaba con más intensidad. Ya casi estaba, solo tenía que coger las flores e irme.
Paso a paso me acerqué a la luz, hasta estar solo separada de ella por unos arbustos que me dispuse a atravesar cuando un nuevo ruido a mi espalda. Más cerca. Más fuerte. Algo rozó mi brazo.
-AAAHHHHHHH!!!!!
Mi grito, quizá demasiado exagerado, sacudió el bosque por completo. El silencio cayó de golpe y con el corazón a cien por hora volví a girarme hacia la luz.
Ya no estaba.
El brillo azul que hacía unos segundos estaba a dos pasos de mí, había desparecido. Me encontraba de nuevo en la más total oscuridad. ¿Las flores...podían apagarse...o...?
Cyn cálmate, cálmate, cálmate, cálmate, cálm...
Mi cerebro en ese momento solo encontró una solución, y haciendo gala de toda mi valentía, eché a correr por donde había venido. Al cuerno las flores, al cuerno todo, solo quería salir de allí YA. En mi ramalazo de pánico olvidé cosas básicas como que me había salido del camino cuando había perdido mi calabaza, y que correr sin dirección clara era una muy mala idea. Pero no estaba para pensar en esas cosas.
Corrí durante unos gloriosos 5 segundos antes de tropezar y caer de bruces contra el suelo.
Un pitido se apoderó de mis oídos mientras me duró el atontamiento, pero rápidamente recuperé mi agudeza auditiva para encontrarme de nuevo en el total silencio.
De nuevo, una nueva sacudida de hojas, a mi izquierda. Cerca, muy cerca. Las hojas del arbusto acariciaron mi mejilla. Noté como algo salía del arbusto y se cernía sobre mí.
-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!
-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!!!!
-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!
-¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿¿¿CYN???!!!! ¡¡¿QUÉ DEMONIOS..??! 
-AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!
-CYN, SOY YO. DEJA DE GRITAR Y DE DARME PATADAS! 
-¡¡AAAAAAAHh...¿Ah? ¿Ne-nevra? -Mascullé confusa y todavía aterrada, preparada para mi siguiente grito.
-Sí, soy yo, cálmate! -El vampiro urgó en lo que supuse era su bolsa y sacó algo con un brillo iridiscente que iluminó su rostro...una flor. -Por el Oráculo, ¿qué demonios haces aquí, además de gritar?
-Y-y-y-o había...quería...Leiftan me dijo que había flores...como esa...
-¿Y te parece normal internarte en el bosque a estas horas? ¿Sin una luz siquiera?
-Perdí mi calabaza. - Nevra me miró frunciendo el ceño. Supongo que llena de arañazos, tierra y vestida como estaba, aquella frase no decía gran cosa a favor de mi cordura. - Tú tampoco tienes luz.
-Yo soy un vampiro y veo bien de noche. Anda, ven. -El muchacho me tendió la mano y tiró de mí hacia arriba. En cuanto me hube incorporado, me agarré a su brazo como una lapa. -¿Qué haces?
-Por favor sácame de aquí por lo que más quieras. -solté de sopetón mientras miraba a todos lados.
Nevra dejó escapar un suspiro seguido de una risita.
-Y pensar que conseguiría que te acercases tanto a mí...no sabía que me deseases tanto...-comenzó juguetón el vampiro, pero le di unos tironcitos impacientes de la manga.
-Primero salir. Luego el peloteo.
-Vale, vale. -Suspiró, y comenzó a andar conmigo sujeta a él como un koala al último eucalipto de Australia.
Cuando hube recuperado mi ritmo cardíaco habitual, comencé a interrogar a mi salvador.
-¿Y tú qué hacías aquí?
-Vine por lo mismo que tú. A Karenn le encantan estas flores, quería llevarle un ramo. Por lo que veo, tu no las has encontrado...
-Bueno...creo que las he visto pero no tuve tiempo a cortar ninguna...- mascullé.
-Por cierto, -continuó el chico- ¿eso que llevas en el cinturón no es mío?
-No sé de qué me hablas.
Nevra suspiró de nuevo, y se desembarazó levemente de mí para poder alcanzar su bolsa y enseñarme las flores. Sacó un par de ellas y me las tendió.
-Toma, estas te las regalo por permitirme estar tan cerca de ti. -Comentó con un guiño, y tomé las flores con una mano mientras con la otra seguía sujetando firmemente el brazo del vampiro. -No es que quiera que te separes de mí, pero ya estamos llegando a la salida.
-Hoy estás de suerte, no pienso soltarte hasta que no esté delante de mi habitación. Disfruta del momento.
Nevra dejó escapar un ruidito satisfecho que pude interpretar como una sonrisa, y continuó andando. Por mi parte centré mi atención en el par de hermosas flores que brillaban en mi mano. Similares a orquídeas, sus pétalos desprendían un dulce brillo rosáceo.
-Son preciosas. -Murmuré.
-Sí, es una pena que solo brillen una vez al año. A Karenn le encanta decorar la habitación con ellas.
-Ojalá hubiese podido llegar a aquellas azules, hubiesen quedado muy bien en mi habitación.
Nevra giró la cabeza hacia mí, noté la extrañeza en su voz.
-¿Azules? No hay flores azules.
-¿Qué?
-Las flores de esa planta son siempre rosas. En todos mis años de vida, nunca las he visto de otro color. Cyn, ¿pasa algo?
-Por favor salgamos de aquí ya.



Y bueeeeeno, esto es todo~~
Espero que os haya gustado, o al menos os haya entretenido un poco.
Como he dicho, volveré con las traducciones en breve -aunque vista la movida que hay con el servidor, traduciré desde gameplays que me lleva un poquito más de tiempo.

En fin, tened buen día y buena noche! ¡Feliz Halloween!

See you~~














10 comentarios:

  1. Hola Lyn ^u^ adoro lo que haces en serio <3 te llevo siguiendo desde hace bastante, pero no suelo comentar, no es algo que me guste (espero que no te importe xd) suelo leer tus blogs sobre todo las reseñas de libros, lo cierto es que recomiendas siempre libros muy geniales xD ~bueh basta de peloteo~ lo que quiero decir con esto es que yo te empecé a seguir por Eldarya como muchos, supongo, pero empecé a leer tus otros blogs fuera de eldarya como las reseñas o tus fics xd y he llegado a la conclusión de que no tienes toda la atención que te mereces, haces cosas geniales y adoro tu forma de escribir y tu humor xd
    Terminando ya,! no sé si este comentario se perderá entre muchos pero espero puedas leerlo QvQ

    Un abrazo ;v;

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  2. ¿Qué es lo que ha pasado que todos están enojados con beemoov? aparte del enorme bug que nos agrio el evento de halloween.

    Gracias por el randomdarya! feliz halloween!

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  3. No he entendido el final pero me ha encantadooooooooooooooo
    lyn te quiero, sigue escribiendo pls

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  4. Lyn me ha encantado mucho, adoro como escribes, como te expresas eres genial

    Este especial de Halloween me encantó, me quedé con .la curiosidad de saber que fue esa luz.

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  5. Me encantóoo este randomaryaa. EL personaje de cyn está muyy bien hecho y los diálogos y la "historia" fue muy divertida de leer. Sería genial si algún día hicieras algo así pero con un poco de romance con el chico que quieras. Igual no me esperaba que subieras un especial de halloween, me alegraste el día <3

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  6. Necesito que lo sigas!!! Jajajajjae ancantooooo!!!

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  7. La verdad es que estaaba teniendo un mal día y este fic si que me alegro, gracias! <3 si soy sincera no me esperaba un especial de Halloween. Me gusta que hayas agregado a todos los chicos jajaja la verdad es que Cyn debe dar mucho miedo en la guardia con sus ideas xDD

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  8. ¡Ay fue hermoso! Estaba buscando cositas para leer durante estas fechas sin que me produjeran insomnio, pero no encontraba nada bueno hasta que leí tu actualización. Muy buena historia, morí con la escena del susto, mi reacción en esas situaciones es la misma, primero lanzo el golpe y luego averiguo.
    Gracias por escribirla. Saludos.

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  9. Me encantan tus historias, son mejores que las del juego original eres una artistaza

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  10. Jajajaja, me encantó, necesito una continuación porfavor!!

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