Las aventuras de Corko 4/?

Estoy trabajando en cambiar los separadores. 
Hi criaturas!
Lo sé, lo sé.
Hace ya casi 4 AÑOS que no hay aventuras de Corko oficiales.
Pero la larga espera se ha acabado.

Enfin, como han pasado largos años desde las última entrada de este tipo, me dispongo a hacer una breve introducción sobre el tema a tratar aunque si queréis, en la sección de Eldarya están todas las entradas anteriores por si os apetece echar un vistazo. : En los orígenes, yo tenía unos separadores hermosos en los que os prometía riquezas y poder desnudos integrales de los chicos si comentabais en las entradas de Eldarya. El Corko de mi gardienne era el encargado de llevar a cabo dicha tarea, y yo os traía un relato chorra y desvarístico junto con un dibujo penosillo. 
Pero con el tiempo me centré en escribir Randomdarya de otras cosas y el tema se fue perdiendo.
Hasta ahora.
Ya que hubo gente en la encuesta que lo mencionó, aquí vengo a haceros felices o al menos, haceros pasar un rato de vergüenza ajena.

Efectivamente
CORKO RETURNS.
Y aunque estoy planteándome traer nuevas entregas sobre los chicos principales -recuerdo que hay entrada para cada chico, incluido Leiftan en un especial de Navidad-, he decidido seguir explotando a la nueva víctima del blog.
Yes.

Quiero hacer un pequeño disclaimer aquí: esta entrada estaba prácticamente acabada y proyectada para ser subida ANTES del episodio 24, así que en parte quiero pediros perdón por no haber podido subirla antes, ya que ahora la opinión popular ha cambiado un poco y puede que no sea "lo que se esperaba". (?)


Así que pasemos al cogollo del meollo:

"Un día cualquiera en el QG....

Paseaba tranquilamente con Corkito por el interior del QG. Hacía mucho tiempo ya que el animalillo no montaba ningún espectáculo ni aterraba a los transeúntes, y como últimamente yo había sido la única responsable de todas mis meteduras de pata, los chicos y demás compañía habían comenzado a olvidarse de mi familiar y su potencial destructor. 
Ahora siempre tenían un ojo puesto encima de mí por si acaso, pero qué le íbamos a hacer.
Claro está, mi historial delictivo -y el de Corko- hacía que todo el mundo estuviese más o menos alerta y por tanto, no hubo que lamentar más robos de ropa por parte del animalillo, ni muchas más ocurrencias por mi parte. Con deciros que en San Valentín me encerraron en la habitación -presumo que fue el elfo en una extraña coalición con Chrome- para que no pudiese ni siquiera hacer inocentes ramos de flores este año...

Sea como fuere, si no había ninguna fecha importante a la vista y Corko paseaba bajo mi supervisión, nadie tenía ningún problema con nosotros, aunque tampoco se nos acercaban mucho. El hecho de que huyesen de nosotros como de la peste no dejaba de tener sus ventajas, pues perseguir a Ezarel siempre alegraba el corazón.
Sin embargo, aquella tarde el elfo parecía haber presentido nuestra presencia y sus cabellos azules no se dejaban ver por ningún lado. 
Quién si estaba por allí era Nevra, al cual Corko sobresaltó al correr hacia él y comenzar a mordisquear el bajo de su pantalón.
-Mira que tenemos aquí, el dúo terrible...Veo que has logrado domesticar a tu familiar...más o menos.
-Si bueno. -Mascullé, agarrando a Corko y separándolo de los pantalones de Nevra. - Se está reinsertando lentamente en la sociedad.
-Mientras deje de robar ropa...
-Por favor, Nevra. -Suspiré- Hace AÑOS que no roba nada. Su cleptomanía ropil está casi curada. 
-Si tú lo dices... -respondió, mostrando el poco interés que tenía en la evolución de mi bichito. - Pero la próxima vez que quieras que me desnude para ti, puedes pedírmelo simplemente...
-Ya bueno...-murmuré, poniendo las manos entre ambos para detener su avance hacia mí. -Otra vez será, Nevra. Ten buen día.
Haciendo un gesto a Corko, comencé a alejarme a paso rápido.
-¡Hey Cyn, no te recordaba tan tímida! -gritó con cierto tono bromista, pero no hizo ademán de seguirme.
-¡Es que si te ofreces tú, no tiene gracia! -Vociferé, y me alejé con Corko dirección al bosque. 

Aunque desde mi Experiencia Cercana a la Muerte en aquel bosque, no solía acercarme mucho por allí, aún era de día y llevaba al valiente y fiel Corko de mi lado. Así pues, confiada, me adentré en el bosque que parecía inofensivo y tranquilo.
Tras adentrarme unos metros en la espesura y dar un tranquilo paseo, concluí que la luz solar comenzaba a disminuir lentamente y que lo más sensato era volver al QG antes de que cualquier bicho saliese a mi encuentro.
Estaba ya rehaciendo el camino de regreso al QG cuando un murmullo de hojas hizo que Corko se pusiese en guardia. Me quedé clavada en el sitio, con el corazón latiéndome a cien por hora, mientras Corko fijaba su atención en un arbusto en particular.
-Vá...vámonos...será un animalillo...-dije no muy convencida, y comencé a andar esperando que Corko me siguiese.
Obviamente, mi familiar nunca tenía las mismas ideas que yo, y en cuanto yo moví un pie, él se internó a toda velocidad entre los arbustos, probablemente persiguiendo lo que quiera que fuese que se encontraba entre la espesura.
Dicha acción dio lugar a uno de mis ya habituales numeritos consistentes en vociferar, correr sin dirección fija y en general, hacer el ridículo mientras buscaba sin éxito a Corko. Gracias al Oráculo que en mitad del bosque no había nadie que pudiese verme histérica perdida persiguiendo a mi familiar, que parecía huir de mí.
Desgraciadamente, en cierto momento el condenado desapareció de mi vista, y yo me vi sola y perdida en medio de la nada.
Así que recurrí a otro de mis grandes planes para salir de estas circunstancias: salir corriendo y gritando.
Quiso la suerte que Valkyon anduviese de guardia por allí, y cuando me vio abalanzarme sobre sus brazos mientras gritaba como si me persiguiese el diablo, estoy segura de que dudó entre ayudarme o salir corriendo a su vez.
-¿Cyn...qué...estás bien? ¿Qué pasa?
-Ah...Val...kyon...qué...bien que te encuen...tro... -jadeé, intentando mantener el tipo aunque me encontraba literalmente entre sus brazos. El muchacho intentó separarse de mí lentamente, y muy a mi pesar no pude alargar mi cómoda situación.
-¿Ha pasado algo?
-No...solamente mi familiar me ha abandonado en mitad del bosque y...eh...me he asustado un poquito.
Valkyon frunció el ceño mientras me miraba de arriba abajo, pero no añadió nada. Lanzó una mirada rápida al cielo, que comenzaba a teñirse de añil.
-Bueno, ya he finalizado mi guardia. Si no me necesitas, volveré al QG, se hace tarde.
-¿Qué? Digo...¿vas a dejarme aquí,sola? -Barboté, mientras lanzaba una mirada nerviosa al bosque.
-Me encantaría ayudarte a buscar a...Corko, pero tengo cosas que hacer. Suerte con ello, Cyn. -Y con una honesta palmadita en el hombro, mi jefe de guardia me dio la espalda y echó a andar. Supongo que la idea de que mi familiar se perdiese debía ser demasiado tentadora.
Miré de nuevo al bosque, cada vez más oscuro y tenebroso. Tras unos segundos de duda, llegué a la conclusión de Corko era mayorcito para cuidarse solo y que seguro sabía volver solo a casa cuando acabase de cazar lo que quiera que hubiese cazado. Así que haciendo gala de un temple envidiable, di media vuelta.
-¡¡Valkyon, espérame!!

La noche ya había caído hacía rato en el QG, y tras la cena decidí dar un pequeño paseo por los jardines, para ver si Corko había vuelto de su expedición. El animalillo me preocupaba un poco, pero conociendo su carácter, seguro que quien debía preocuparme era la pobre víctima de su persecución.
Pasaron las horas y la medianoche se fue acercando, sin rastro del animalito. Comenzaba a preocuparme de verdad, pero como gritando por los jardines tampoco iba a lograr nada que no fuese ganarme más odio por parte de Ezarel, decidí abandonar mi misión y volver a la habitación.
Cuando rehacía mi camino, escuché un murmullo de hojas procedente del cerezo. Me detuve, atenta, pero el ruido no pareció repetirse, así que continué mi camino.
De nuevo el murmullo, esta vez seguido de otro ruido que no supe identificar, más alto. Pese a mi miedo incipiente, me dije que no podía pasar nada por echar un vistazo; con suerte se trataría de Corko, y si no lo era, siempre podría recurrir a mi arma secreta: gritar.
Así pues, avancé con cautela rumbo al cerezo, pero lo que se suponía era un lento acercamiento se transformó en una carrera al escuchar muchos más ruidos y lo que parecía alguien lanzando maldiciones. Me puse en lo peor y supuse que Corko había vuelto, y había retomado su delicioso hábito de robar cosas.

Obviamente, nada me había preparado para lo que iba a ver.

Porque efectivamente, en una esquina del jardín se encontraba Corko, con una amalgama de trapos entre los dientes, meneando la cola alegremente. 
Frente a él, un muchacho que no supe reconocer, intentaba acorralarlo.
-¡Pequeño demonio...! -rugió una voz que, en lo profundo de mi memoria, me sonaba familiar.
Corko meneó la cola, supongo que sintiéndose identificado con aquella denominación, y echó a correr alegremente con las prendas entre los dientes. Para mi gran desconcierto, de entre aquella amalgama de trapos algo cayó con un sonido metálico. Mientras mi familiar huía, no pude sino clavar la mirada en el objeto que había perdido en su huida: una máscara.
LA máscara.
-¿Pero qué...? -mascullé, agachándome lentamente para recogerla, pero una rápida mano se me adelantó.  
Alcé la vista para encontrarme a un semi desnudo muchacho que, por la máscara negra que ahora usaba para cubrirse sus partes nobles, supuse sería Ashkore. Siempre me había causado curiosidad saber cómo era su rostro bajo la máscara, pero nunca supuse que lo vería en circunstancias tan surrealistas como aquella. Ni que vería bastante más que su rostro.
Supongo que me debí quedar con la boca abierta en trance, intentando procesar la imagen ante mis ojos, porque el chico me lanzó una mirada asesina.
-¡¿Se puede saber qué demonios miras, maldita humana?! ¡¡Ayúdame a atrapar a ese bicho o apártate de mi camino!! -Rugió de nuevo, pero solo consiguió que parpadease levemente un par de veces, intentando digerir la escena.
-Eh...eh...sí..eh...yo....
-¡¡Rahh!! ¡Apártate! -El empellón que me propinó fue suficiente para devolverme a la realidad. 
-¡Espera, espera, espera! ¿No irás a entrar en el QG...eh....así?
Ashkore se giró totalmente para fulminarme con la mirada. Tragué saliva e intenté mantener mis ojos fijos en su cara, aunque también era un reto pues se notaba por su expresión que estaba pasando por el bochorno de su vida.
Si me reía podría darme por muerta, pero la verdad es que en aquel momento ser asesinada por haberme reído de él me parecía la mejor manera de morir.
-Te doy 5 minutos para que entres ahí y me traigas a ese bichejo junto con mi ropa si quieres vivir para ver el amanecer, humana. 
Asentí levemente, aunque costaba tomarse en serio las amenazas de alguien separado de la total desnudez solo por una máscara.
-Mira eh...Ashkore...- comencé, extendiendo las manos ante mí para mostrarle que iba en son de paz -Yo entro en el QG, busco a mi corko y te traigo...
-Espera, ¡¡¿TÚ QUÉ??!! ¡¡¿HAS SIDO TÚ, MALDITA...?!!!
-Eh EH EH te me calmas, ¿vale? -Ashkore parecía estar a punto de lanzárseme al cuello, pero en el último momento pareció recordar que necesitaba las manos para otra cosa además de para estrangularme. - Yo no tengo nada que ver, es un espíritu libre. Dame 2 minutos y vuelvo.

Sin esperar ningún tipo de respuesta por parte del muchacho, entré a la carrera en el QG. Para mi gran alivio Corko se encontraba sobre mi cama, mordisqueando una de las telas rojas del traje de Ashkore muy entretenido. Sin muchos miramientos tiré de las ropas hasta librarlas de las fauces de Corko, y volví diligentemente al cerezo.
Cuando llegué no había ni rastro de Ash, pero rápidamente escuché un leve "chsst" procedente de detrás de unos arbustos. Tuve que hacer uso de todo mi autocontrol para no estallar allí mismo en una carcajada histérica. 
-A-aquí tienes tu ropa...- se la tendí, pero en el último momento me lo pensé mejor y retiré los trapos fuera de su alcance.
-Humana, no juegues con mi paciencia porque te advierto que hace mucho que se ha agotado...
-No. -Dije, con más aplomo del que esperaba. - Primero me tienes que prometer que no nos harás nada ni a Corko ni a mí.
Un leve tic cruzó el rostro y la ceja izquierda del chico. Tomó aire con fuerza, como si buscase la más ínfima razón para no matarme allí.
-¿Por qué debería prometer semejante cosa?
-Porque te estoy ayudando. Te he devuelto la ropa y no voy a decir al QG que te he visto. Podría gritar ahora mismo y...creo que hay situaciones mejores en las que ser capturado. -Murmuré, lanzando una rápida mirada a su máscara. - Así que deberías agradecerme mi discreción y perdonar a mi familiar. Prometo no hablar nunca de esto, tampoco.
Ashkore me miró durante unos largos segundos, probablemente barajando si matarme ya o dejarlo para después.
No obstante, la fría brisa nocturna pareció convencerle de que necesitaba la ropa mucho más que acabar con mi vida. Con un gruñido de asentimiento, me arrancó las ropas de las manos.
-Lárgate antes de que cambie de idea.

Sin esperar más instrucciones, me di media vuelta y regresé a paso ligero a mi habitación. Cuando me hube asegurado de que Corko seguía allí -mirándome consternado, por cierto- y que el pestillo estaba echado, entonces sí, dejé que el ataque de risa que llevaba aguantando 15 minutos saliese a la luz.
La mejor noche de mi vida. "





Well well esto es todo~~ es cortito y no es gran cosa pero espero que os haya gustado~~ Esta vez no he hecho dibujo porque creo que no es justo seguir amargándoos con mis nulas nociones de anatomía~ De todas formas espero que lo hayáis disfrutado y espero poder seguir trayendo Randomdarya (tengo una lista con vuestras sugerencias, aunque avanzo poco a poco).

Ah también me gustaría avisar de que en breves separaré la sección de Randomdarya de la de Eldarya. Eso quiere decir que habrá un índice y una pestañita desplegable solo para el Random, para que así no quede tan largo el índice que tenemos ahora~~

Y well, esto es todo por el momento~~
See you~~