lunes, 27 de julio de 2015

Utapri Revolutions! Episodio 3:en el que no hicieron nada reseñable. Salvo robar vajilla.


Antes de que nadie se me tire al cuello, estoy acabando ya con el episodio 7 de eldarya.
¿Y por qué no lo subo?
Porque me quedé sin maana a un par de diálogos del final.
Putavida.

Enfin, os dejo esto mientras.

Un día más, vamos a por otro capítulo de Utapri. Paso de copiar todos los avisos sobre esto, así que os resumo que nadie se ofenda porque me paso tres pueblos con el bulling. Si queréis la explicación, os miráis la reseña del primer episodio dónde aclaro este punto (?) Libertad de expresión y eso.


Episodio 3:


Que comienza con Ringo-sensei dando la murga sobre el TripleS, y el director repitiendo esa maldita frasecilla de " es un evento internacional..." Que sí, que ya, que Ok. Lo hemos pillado. Pero los chicos quieren y punto, así que, o les dices que NO como dios manda, o les dejas entrar. Leñes.

Si te parece poco  excepcional que salgan corazoncitos y estrellitas cuando cantan....


Y como siempre, el señor Shining despacha el asunto jugando su baza del Cross-Unit, y disuadiendo así a la peña del asunto del TripleS. Hasta el siguiente capítulo.

Ah, esto del Cross-Unit vuelve a recordarme a las characters songs de Bakumatsu Rock...
Sigo quemada porque Katsura y Perry no cantan juntos. Pero lo superaré. Ok, no, me vengaré por ello. Y eso que casi consiguen que se me olvide con las 3 previus que han sacado ya (solo falta una previus ñañañaña) ....
esto....
nada.

Continuando con lo que nos ocupa, tras muchos aspavientos innecesarios, Saotome comunica a Nat y Otoyi que van a tener que participar en un musical de rock, dirigido por un prestigiosísimo director cuyo nombre nos es irrelevante. Como de costumbre, Otoyi y Nat, como el resto de STARISH, (a excepción de mi muy respetado Senpai Toki) viven en la inopia y no tienen ni repajolera idea de los grandes artistas del momento.
 Que no sois el ombligo del mundo,majos. Un poco de culturilla general no viene nunca de más. Hay más cosas en el mundo que STARISH. o no.

A Otoyi no parece emocionarle mucho...


El numerito de Shining finaliza con una amenaza para que se aprendan sus papeles, y los tres, ya dispensados, viven un momento Típico Utapri: andar por los pasillos sin rumbo aparente comentando lo que les acaba de pasar, con más o menos emoción, pero con la misma profundidad dialéctica que la que tiene un charco.

Pasando por altos los "¡que emocionante!" , "¡sí!" , etc, nos centramos en la trama de la obra, que tampoco es de gran lucidez. Dos príncipes que deciden detener la guerra con la música. Bien por ellos.
No sé vosotros,pero yo creo que si vas viola en mano a cantarle al ejército contrario, no te da tiempo a tocar dos notas antes de que un ballestero te atraviese de lado a lado.  Pero bueno, Nat seguro que es más positivo que yo.

Nat me comprende.


En fin, tras las palabras de ánimo de siempre, nos saltan directamente a la acción. Fijaos en cómo nos muestran esa Luna, que no está llena, señal de que la magia de STARISH está Off y que tendrán que depender de sus propios esfuerzos. El caso, ambos príncipes dejan todo su empeño en el ensayo, aunque no parece ser suficiente para el afamado director. Bah, yo creo que ya es todo un logro que hayan sido capaces de mostrarse tan serios. Si parecían Masato y Ren, casi. Casi.
Como iba diciendo, el director no da el visto bueno al esfuerzo titánico de ambos chicos, y con un par de palmadas se carga todos los efectos especiales  o ya me diréis a donde a ido a parar el castillo  . Es tal el poder de sus palmadas que hasta les cambia la ropa sin que se den cuenta. O eso,o en su trance artístico tenían mucha imaginación....En fin.
La magia del teatro.

Acto seguido,nos muestran un primer plano del temido y muy respetado Director -cuyo nombre me trae bastante al fresco- , que, con una mecha -natural, por supuesto-, unas gafas de #fuckthepolice y la camisa metida por dentro de los pantalones, les deja claro en pocas palabras que dan pena.
El resto del equipo les sueltan un par de palabras de ánimo, que sin embargo no son suficientes para alegrar esos morritos de cachorrito abandonado que se les quedan.

De vuelta a la agencia, ambos descargan su frustración....but wait.
WAIT.

...sea La Taza. 


Ok, no es EXACTAMENTE la misma taza que en el capítulo anterior, pero sólo porque ésta de aquí presenta más filigranas.
Pero a mi no me engañan.
La verdad oculta tras esta nueva apariencia de la ya citada taza es que Camus es un gran amante de la decoración y bueno, todas esas cosillas domésticas:  hacer salvamanteles, pintar marcos y tarros para meter cubiertos, adornar tulipas de lámparas, y cómo no, decorar vajillas. Es todo un manitas, el hombre. Así que es obvio que, simplemente le ha dado un nuevo aire a la vajilla anteriormente robada, para que no se notase tanto su procedencia sospechosa, y ya de paso, para que fuese digna de un Conde como él.
Pero como podéis ver, no la tiene muy bien escondida.
Debe de ser horrible vivir en un lugar en el que tienes que cerrar con llave hasta las tazas para que tus compis y demás inmundicia no te choriceen lo que tu previamente has choriceado.
Ya nadie respeta la propiedad robada.
Horrible.

En fin, hay dos cosas que aparecen casi sin falta, en cada capítulo, y una de ella es la vajilla de Camus, generalmente, en manos ajenas.

Volviendo al capítulo, Nat y Otoyi se dan cuenta de una vez de que esos papeles no les pegan ni con cola, pero antes de que Haruka pueda decir alguna insulsez , vienen en plan cotilla Tomo-chan, Reny no me matéis, me encaaaanta llamarle así, , Masa y Cesshi, que previamente se habían dividido el diálogo para poder decir todos algo y que así no pasase un capítulo sin que no oigamos a todos sus sagrados seiyuus.
Mientras Ren se interesa por lo que se interesa, y no son sus compis precisamente, Masato hace gala de un poco de sentido común y les pregunta sobre sus personajes, cuyas descripciones me dan, por no variar, un poco de vergüenza ajena.Ya véis que tengo la vergüenza ajena muy sensible. En fin.
Entre todos y es que era muy difícil  llegan a la conclusión, de nuevo, de que esos personajes no tienen nada que ver con Otoyi-always-happy y Nat-all-is-cute-let's-cooking-biscuits.
Como siempre, Cecil parece ser el único que procesa lo que escucha y les recomienda que hablen con sus compis de habitación, que parecen adaptarse mejor a los papeles ya citados.

Y ahora comienza la mejor parte del capítulo, el maravilloso número de mímica de Otoyi y Toki. Bendita la paciencia de Toki. Pero más importante aún, si os fijáis, esas tazas ya no son las de Camus, si no que son tazas normales y corrientes. Probablemente porque hayan dejado las otras abandonadas en alguna mesa de esa ingente mansión, o porque las esté usando su legítimo si se le puede llamar así dueño.

En fin, Senpai Toki se acaba cansando de tanta tontería y ....me pregunto cómo es que no tiene calor con tanta ropa.Chaqueta, camisa, y una camiseta debajo...por dios... Estttttoooo.  Como iba diciendo, se acaba cansando de tanta tontería y despacha a Otoyi con algo muy parecido a un "búscate la vida y no molestes" pero en plan fino.

Pasamos a Nat que, junto a Syo, está viendo una de las fantasmadas de Ryuya.

Que sea una fantasmada no impide que yo no pueda admirar esos abdominales.

Syo sin embargo, parece realmente emocionado con la película en si, como cuando recuerdas que eras muy fan de cierta película de hace años, cuando aún los efectos especiales dejaban mucho que desear, y tú eras más joven y fácil de sorprender, y ahora la ves y te das vergüenza ajena. Pues lo mismo. Solo que Syo aún está en la fase de "muy fan".

Pero Nat es Nat, y los ojos del caballo eran redondos y lindos, y punto. La cabra siempre tira al monte, como se suele decir, de la misma manera que él se fijo en los ojitos del caballo, yo me fijé ne los abdominales de Ryuya. Y así va el mundo.

En todo caso, Nat hace otro esfuerzo titánico por parecer un príncipe de la lucha y Syo parece verdaderamente emocionado, aunque yo apenas he notado la diferencia. Luego se dan cuenta de que no era ese el princípe que tenían que imitar. Gajes del oficio.

Luego nos meten unos segundos de Haruka que paso de mencionar en más profundidad,y volvemos de nuevo al apasionante mundo del Teatro, en el cual nos resumen los ensayos a base de escenas en Mute llenas de brillitos y purpurina, por no variar. Todo finaliza con los pobrecillos agotados y sudorosos pero nunca tanto como los chicos de Kuroko No Basket,  para que Mister Director PokerFace aparezca con cara de pocos amigos a decirles que siguen haciéndolo mal. Es increíble lo exigente que es el mundo del espectáculo.
Lo que me crispa es ese "traten de actuar más como ustedes mismos" ¿Hola? ¡¡Pero si se han puesto a trabajar muy duro precisamente porque los papeles no se adecuaban a su forma de ser!! Y ahora viene el tipo este a decirles que sean ellos mismos. Flipando quedo.
El hombre se marcha llevándose la poca dignidad que les quedaba a Otoyi y Nat, y pasamos a....

YEAH.
Quartet Night.
Porque, como he mencionado más arriba, hay dos cosas que aparecen casi en cada capítulo:
la vajilla de Camus
y el bulling a Reiji.
No es un capítulo de Utapri Revolutions sin su dosis de bulling al pobre Rei-chan.

Mi pobre criaturita, aún inconsciente de lo que le espera, observa como su kohai y Nat-chan ensayan duramente y sin descanso, y como buena persona que es, se compadece de ellos. No se puede decir lo mismo de sus compañeros.

Alguien está molesto por el asunto de la vajilla...

Pero, ¿no os parece que hay demasiada subliminalidad hacia Camus? Su vajilla en todos los rincones, que hace que ahora me fije cada vez que veo una taza... y esa manera tan personal de animar al personal...
Sospecho que este hombre esconde algo...
...el verdadero secreto de Utapri Revolutions.
Todo se verá.

Volviendo tema:

Para alivio de Rei-chan, esta vez, al haber víctimas externas, han pasado por alto su bulling. De momento. El mal nunca descansa.

Volviendo a lo que de verdad nos ocupa aunque no por eso nos interese , Haruka acude al encuentro de Nat y Otoyi, que ahora ensayan por los pasillos, y sin mediar palabra se sienta al piano que....
wait.
¿Ese piano no estaba situado en lo alto de unas escaleras?
¿Lo han cambiado de sitio, por fin?
¿Se habrá caído escaleras abajo? Ya había dicho y que ese no era un buen lugar para un piano... a no ser que quisieses matar a alguien con él.
¿O es que hay pianos diseminados por aquí y por allá? Debe ser todo un estorbo si decides moverte en bici por la mansión...

Volviendo al tema, Haruka les vende la historia de que cada uno es un color y tiene una melodía y esas cosas que sobrepasan mi limitada comprensión, y después de decir que se va a esforzar cuando nadie se lo ha pedido, y esta vez, ella no es el centro del problema  los deja motivados y con las pilas renovadas para seguir ensayando y dándolo todo. Ea.

Sigo pensando que ese piano ha caído de algún sitio.

El caso, que después de automotivarse y lanzarse piropos y decirse cosas bonitas el uno al otro, se vienen arriba y se ponen a ensayar en plan serio. Pls, que tensión de música.

De repente nos plantan ya directamente en escena, con ambos príncipes ya vestidos y en plena performance.
Otoyi, con todo su porte, saca la guitarra más bizarra que he visto hasta la fecha y lo único que me pregunto es ¿cómo piensan explicar el desajuste espacio-tiempo al introducir una guitarra eléctrica en plena era medieval? Aunque bueno, desde que vi Bakumatsu Rock, estas cosas no deberían sorprenderme....
Otoyi se pone a tocar, y Nat flipa un poco, pero después recuerda que él también tiene que hacer el ridículo, pero en su caso, saca un instrumento un poco más acorde al periodo...o que por lo menos, no necesita enchufe.

Suerte con ello....


En fin, ambos se ponen a cantar y mientras nos muestran lo que sería el resto de la performance, la cual veo muy ambiciosa en cuanto a decorados para ser  sólo una obra de teatro...pero bueno, ya sabéis que el director era muy famoso y tal...y esto es Utapri.
Y, sabe dios porqué, Haruka se nos cuela....pero si ni siquiera se mencionaba una princesa en la obra, ¿puede saberse que hace ella ahí?  Por suerte, todo acaba con los tres volando en un cielo azul, rodeados de brillitos y un arcoíris infinito.

Después Haruka se va a casita con uno de cada mano y se quejará....  y se acaba lo bueno.
Y el episodio, de paso.
Lo bueno no se acaba, nos queda ese ending asalta hormonas.

En fin, esto ha sido todo por hoy y por el momento respeto a Uta.

No sé que nos deparará el siguiente capítulo, a excepción de más planos de la vajilla robada y del bulling a Reiji.
See you~



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