domingo, 28 de marzo de 2021

Randomdarya. Especial Pascua

 

 

Hi again! Debido a todo el cataclismo relacionado con la caída de Eldarya y el hecho de que no sabemos qué pasará ni cuándo se podrá volver a jugar, he decidido traeros un pequeño fic para amenizar un poco la espera. 


Como ya sabéis, cualquier idea/sugerencia para fics o para Randomdarya será bien recibida, y más ahora que parece que el contenido de Eldarya estará un poco en stand by hasta nuevo aviso debido al parón del juego.  Me gustaría ir escribiendo algún fic con más sentido y una trama trabajada, aparte de estos pequeños one-shots de mi mi Gardienne liándola por ahí.
En fin, pese a todo espero que os guste, o que al menos os tenga entretenidos un rato~ 


Este fic está ambientado en Eldarya New Era así que tiene spoilers de Eldarya hasta dicho punto. Avisados estáis~

Randomdarya: Pascua


-¿Pascua?
-Sí, Pascua. Que yo recuerde lo celebrabais, ¿no es así? ¿O es otro de esos cambios con los que me tengo que tropezar en el mercado para enterarme? -Rebatí con cierta sorna, pese a que hacía tiempo que mi enfado se había transformado en fría indiferencia. Huang Hua suspiró, contrariada, pero decidió no caer en la provocación.
-Sí, aún la celebramos. Se hace una pequeña cena con baile y...
-Perfecto, perfecto. Supongo que no habrá ningún problema entonces con que organice algo también. - Comenté, con aire risueño, mientras comenzaba a pasear en círculos. - Había pensado en organizar una caza de huevos de chocolate...primero habría que hacerlos, claro, tendría que...
-Cyn...-la mirada de Huang Hua me suplicaba silenciosa que no diera rienda suelta a mi imaginación. - Creía que...después de todo este tiempo, ya no estarías interesada en...bueno, organizar..."cosas".
-Oh, para mí ya sabes que solo han pasado unos meses. Mis ganas de organizar siguen intactas, no te preocupes.
-Lo que me preocupa es lo que vayas a hacer, ¿no crees que deberías...avanzar un poco? -Admiré el tacto con el que la fenghuang había elegido el término "avanzar" para referirse a que debería madurar. Le sonreí con cierta maldad mal disimulada.
-Oh, he avanzado. Te estoy pidiendo permiso, antes ni siquiera comentaba mis planes con Miiko. Créeme, es un gran avance.
La muchacha suspiró, derrotada. 
-Está bien. Haz lo que quieras, pero por favor...
-¡Gracias! ¡No te preocupes, nadie saldrá herido! -Y sin dejar que acabase la frase o le diese tiempo a retractarse de sus palabras, salí zumbando de la sala del consejo.


En honor a la verdad, debía admitir que esta vez mis intenciones iniciales eran puras...aunque bueno, en la mayoría de mis planes también lo habían sido, solamente las cosas se acababan torciendo con caótico resultado. Sin embargo, esta vez solo buscaba hacer algo que me tuviese entretenida un rato y me recordase a los buenos viejos tiempos, aunque mis amigos ya no estuviesen por allí. Intentaba no pensar mucho en ese último hecho para centrarme en lo importante, osease, mi plan de este año.
A primera vista no le había dado demasiadas vueltas, porque al no contar con Ezarel como blanco de mis bromas, cualquier plan perdía un poco el interés. Tras meditarlo me había decantado por simplemente hacer algo para celebrar la pascua: preparar una serie de huevos de chocolate y esconderlos por el jardín. Estaba aún pensando si poner al corriente de mi plan al resto del QG o simplemente diseminar huevos de chocolate en secreto para crear el caos y la confusión. 

Sea como fuere, el primer paso era por tanto pasarse por la cocina para convencer a Karuto de que me diese vía libre para usarla. El sátiro había cambiado mucho en aquellos años y los tiempos en los que se dedicaba a perseguirme cada vez que tocaba una cacerola habían quedado atrás, o eso esperaba.
-Buenos días Karuto, ¿todo bien por aquí?
-Oh, hola Cyn. ¿Vienes a comer? Es un poco pronto, pero...
-Oh, no, no. -Sacudí las manos ante mí para después poner la expresión más inocente que fui capaz de componer. - Venía a pedirte un favor.
-Claro, dime. 
Alentada porque de entrada no hubiese mostrado ni el más mínimo reparo en acceder a escucharme, procedí a contar mi plan. En su versión sencilla, legal y apta para todos los públicos, claro estaba.
-Verás, en un par de días será Pascua y había pensado...bueno, desde que he despertado no he tenido mucho que hacer y hecho de menos organizar cosas para los demás. -El sátiro seguía observándome con una sonrisa en los labios pese a que uno de sus párpados había comenzado a temblar. - Había pensado en hacer unos inocentes huevos de chocolate para repartirlos por el QG y organizar una caza del huevo o algo así. Será divertido, ¿no crees?
-Bu-bueno, sí, pero....verás Cyn, no creo que puedas hacer eso sin...
-Oh, le he preguntado a Huang Hua y me ha dado permiso. Por eso venía a preguntarte ahora a ti si te importaría dejarme la cocina un par de horas. Esta tarde. Es solo fundir chocolate y meterlo en moldes, no ensuciaré mucho ni estaré mucho tiempo. ¿Qué me dices?
-Bu-bu-bueno...-el sátiro parecía ciertamente reticente a dejarme sus dominios, pero se notaba en su tono no sólo cuánto había madurado en aquellos años, sino también lo sorprendido que estaba de que yo también lo hubiese hecho. Era la primera vez que le pedía permiso para profanar su reino, aquello merecía una muestra de confianza, ¿no? 
Intenté ponerle ojitos, pero Karuto no tardó mucho en suspirar derrotado y asentir.
-Está bien, pero intenta ser cuidadosa, ¿De acuerdo?
-¡Claro! ¡Muchas gracias Karuto, no te arrepentirás!
La sonrisa cansada que me dedicó me dio a entender que ya había empezado a hacerlo.


Tras haber conseguido su aprobación, me di cuenta de que necesitaba un partner in crime. Nunca jamás había contado con la ayuda de nadie en mis maquiavélicos tejemanejes, pero si quería hacer tantos huevos como fuese posible en tan poco tiempo, iba a necesitar ayuda. Repasé mi lista de posibles compinches, empezando por el bueno de Leif, que en más de una ocasión me había echado una mano desde la total inocencia; no obstante el chico seguía bastante reacio a tener compañía, y de todas formas daría bastante que hablar que los dos aengels salvadores se dedicasen a sembrar huevos de chocolate por el QG. Pensando en mis antiguos amigos, los descarté a todos rápidamente, puesto que me tocaría tragarme algún sermón o reprimenda sobre que "debía madurar" y  que ellos "no tienen edad para juegos". Mientras cavilaba sobre este hecho en dirección al mercado, capté por el rabillo del ojo una silueta blanca que parecía salir del laboratorio.
Bingo.
-Kooooooriii! - Canturreé acercándome a toda prisa. La chica me miró sorprendida durante una fracción de segundo antes de dedicarme una sonrisa zalamera.
-Oh, Cyn, ¿me buscabas? Dime, ¿en que puedo ayudarte?
-Oh, verás...¿tienes mucho trabajo para hoy?
-¿Por qué, vas a pedirme una cita? Puedo liberar mi agenda totalmente si es para pasar el tiempo con la salvadora de Eldarya. -Me dedicó un seductor alzamiento de cejas que no hizo más que ensanchar mi sonrisa ladina.
-¿Qué me dirías de participar en un intrincado plan secreto para animar un poco el QG?


-¿Así que antes te dedicabas a hacer estas cosas? - Inquirió con curiosidad la kitsune, mientras ambas portábamos nuestra preciada carga de chocolate a la cocina. Tras explicarle que mi objetivo consistía en cocinar unos inocentes huevos de chocolate y repartirlos por el QG para celebrar la Pascua, la chica se mostró interesada en ayudar. Para que no creyese que me había vuelto loca de pronto, había decidido ponerla en antecedentes y explicarle que Organizar Cosas Inocentes Que Luego No Lo Eran Tanto había sido mi pasatiempo desde mi llegada al QG, y que había decidido volver a las andadas visto lo aburrida que se había vuelto la vida allí. Koori parecía estar hecha de la misma pasta que yo, pues rápidamente esbozó una gran sonrisa y pareció entusiasmada con la idea de participar en cualquier cosa que alterase el pacífico orden que reinaba en el cuartel.
-Sí, ¿nadie te lo había contado? ¿Ni Karenn, ni Chrome?
-Umm, dudo que las anécdotas relacionadas con intentos de envenenamiento con fines puramente lúdicos sean el tipo de historias que deben asociarse a la salvadora de Eldarya.
-Oh vamos, nunca intenté envenenar a nadie. - Hice una pausa, recordando ciertos incidentes de mi pasado. - O al menos a propósito. Solo quería festejar diversas festividades y...dar un poco de alegría al QG. Quiero verlo como una función...social.
-Antes de salvar Eldarya, los salvabas del aburrimiento. - Apuntó con una mirada cómplice Koori. Le guiñé un ojo.
-¡Exacto! La vida es mucho más excitante cuando alguien pone patas arriba el QG de vez en cuando, o te regala galletitas de dudoso contenido, ¿no crees?  
-Creo que es una magnífica idea que retomes tus viejas costumbres.
-Estoy bastante segura de que Nevra no opina lo mismo. -Comenté con cierta sorna al ver que al vampiro salía en ese mismo momento de la cocina.
-Hola Koori, Cyn. -La mirada del chico se posó rápidamente en las dos grandes cestas que cargábamos mi compañera y yo.- ¿Qué estáis haciendo con todo eso?
-Vamos a cocinar. -Contesté escuetamente, mientras Koori asentía diligente. Nevra observó largo y tendido nuestra carga hasta que algo pareció hacer clic en su cabeza y sus ojos se volvieron hacia mí.
-Cyn, ¿no estarás...? 
-¿Deseando ponerme a cocinar? Puedes apostar a que sí. - Le corté, con una sonrisa. El chico abrió la boca para replicar, pero no le di oportunidad de añadir nada más y pasé a su lado sin titubear, seguida por mi compañera. - Karuto nos ha dejado la cocina por un par de horas solo así que no podemos quedarnos a charlar Nevra, lo siento. Nos vemos~
Noté la mirada escrutadora del vampiro en mi nuca, pero intenté no darle importancia. 


Mi pinche y yo nos pusimos manos a la obra: tras preparar moldes, boles, cucharas y cacerolas, organizamos una cadena de montaje en la que una derretía el chocolate y la otra lo vertía en los moldes que dejaba enfriar en la ventana. Karuto se asomó en un par de ocasiones a comprobar que no estábamos prendiéndole fuego a su cocina, pero debíamos de dar una imagen realmente trabajadora y formal, pues finalmente dejó de asomar la cabeza por la puerta y pudimos seguir con nuestra tarea en soledad. 
-Y dime, ¿qué más hacías además de cocinar? 
-Umm....por Navidad decoraba el QG, y por Halloween también...y a veces por San Valentín intentaba hacer bombones de amor para los jefes de guardia, aunque aquello no salió bien nunca. - Ahora que lo pensaba el 80% de mis planes habían acabado en desastre, pero al menos las anécdotas que quedaban eran buenas. La risita de Koori me devolvió a la realidad.
-Apuntabas alto, ¿no?
-Por supuesto. - Alcé el mentón, henchida de orgullo. - Pero ahora es distinto. Si intentase hacer algo así ahora, tendría que soportar los sermones de Nevra, o lo que es peor, de Chrome. O de Huang Chu....Uff, los nuevos jefes no me inspiran mucho, la verdad.
-Quizá deberías bajar tus estándares...-comenzó la kitsune, con cierto deje malicioso. 
-Y eso estoy haciendo. - Mascullé, removiendo el chocolate para que no se pegase. Tras un par de intentos descubrimos que Koori era mucho más mañosa que yo a la hora de rellenar los moldes. - Por eso me limito a sembrar el QG con huevos de pascua, inocentes huevos de...
-¿Y porqué inocentes?
-¿Qué?
-¿No sería más interesante si alguno llevase...no sé, sorpresa? - La chica me miró por encima del hombro mientras acababa de rellenar uno de los moldes. Tras unos segundos de confusión, comprendí lo que quería decir y la sonrisa se dibujó en mi rostro.
-Sería...interesante, sí. ¿Qué tipo de sorpresa me aconsejas? Nunca he contado con el asesoramiento de alguien de la Absynthe en este aspecto.
-¿Ah no?
-No. Digamos que...al jefe de la Absynthe no le interesaba que yo tuviese esos conocimientos...por su propio bien.
Koori rio por lo bajo antes de meditar durante unos segundos la respuesta.
-No sé, quizá podíamos echarles algo a algunos de los huevos. Polvos somníferos, suero de la verdad...no me atrevería a usar pociones de amor porque...
-¿Huang Chu te mataría?
-No, porque si se lo tomase Mathieu no sé si estaría preparada para esa situación.
Dejé escapar una sonora carcajada. 
-Está bien, ¿y qué podríamos darle a...digamos, Mathieu, y que fuese divertido de ver?
-Ummm....- Koori se limpió con la lengua unas gotas de chocolate del reverso de su mano mientras sopesaba la respuesta y probablemente, si merecería el castigo consiguiente que nos caería en función de lo usado. - ¿Cuál era el familiar que se asociaba a la Pascua en tu mundo?
-¿En la Tierra? ¿Familiar? ¿Te refieres a un animal? - La muchacha asintió mientras seguía con su labor. - Un conejo de Pascua, ya sabes, es como...un Pimpel.
-Ajá. ¿No crees que sería interesante que quien comiese determinados huevos de chocolate...se comportase como uno y se pasase el día dando saltitos por el QG?
Observé a la chica con renovado respeto ante aquella demostración de maldad, y ella me devolvió una dulce e inocente sonrisa. 
-¿Puedes hacer eso? ¿Qué quien se lo coma crea que es un conejo durante todo el día? 
-Con la poción adecuada sí, alguien puede pasarse el día mordisqueando florecillas y pegando brincos por el jardín.
¿De verdad se pueden hacer cosas así? Ahora entiendo porqué Ezarel no quería que aprendiese ni lo más mínimo de alquimia.
-Koori, creo que eres lo mejor que me ha pasado. 

Tras acabar nuestro trabajo en la cocina y dejarlo todo ordenado y pulcro como había prometido a Karuto, llenamos sendas cestas con los huevos que habíamos preparado, que resultaron ser una cantidad nada despreciable. La suficiente para poder diseminarlos por los jardines sin problema alguno. Con total disimulo nos fuimos al laboratorio de alquimia, que tuvimos la suerte de encontrar vacío. Observé con gran admiración como la eficiente Koori preparaba un extraño brebaje que una vez estuvo listo, solo hubo que introducirlo dentro de los huevos a través de un pequeño agujerito que logramos hacerles sin romperlos. Aunque Koori pretendía inicialmente que la mitad de los huevos fuesen "sorpresa", pronto nos dimos cuenta de que de esa forma sería más fácil que asociasen la proliferación de gente pegando saltitos con los misteriosos huevos de pascua, así que lo dejamos en unas cómodas y discretas 10 unidades, que nos repartimos. La siguiente fase del plan consistía en que, bien temprano la mañana siguiente, por separado fuésemos diseminando nuestra mercancía por el QG. Aunque oficialmente tenía la aprobación de Huang Hua, y Karuto podía dar fe de que había usado la cocina sin malas intenciones, lo más sensato era pasar lo más desapercibidas posible.


-Bueno, manos a la obra. 
Cesta en mano, ya vestida y desayunada a una hora inusitadamente temprana para mí, me planté en la puerta del QG. Koori se iba a encargar del mercado y del refugio, así que a mí me tocaban los jardines. En principio no era una labor demasiado complicada ni tenía que llevarme demasiado tiempo, pero era mejor hacerlo cuando había poca gente. Para mi personal contrariedad, todo el mundo en aquel lugar era bastante madrugador, y no pasaron ni quince minutos desde que había comenzado a depositar huevos de chocolate entre la hierba cuando noté un toquecito en el brazo.
-Oh, buenos días Adalric.
-Buenos días, Cyn. ¿Hace un viento estupendo esta mañana, verdad? 
-S-sí, y que lo digas. - Paseé la mirada de la sonrisa del chico a su mano, en la que portaba uno de los huevos que acababa de depositar en el suelo. Al ver que estaba observándolo, el silfo miró a su vez mi cesta repleta de dulces y sonrió aliviado.
-Así que efectivamente es tuyo. - Constató, con tono aliviado. - La brisa del sur me lo había susurrado pero no suelo creer a sus habladurías.
Lo que me faltaba, ahora el viento se va a chivar de mí.
-Sí, es mío pero...
-Pues toma, aquí tienes, se te ha caído.
-¿Qué? - musité mientras el muchacho depositaba el huevo entre mis manos. - Espera, no se me ha caído, Adalric, es solo que...
-¿Ah no? Sin embargo lo he encontrado en el suelo, ahí atrás. -Su expresión de genuina confusión me resultó hasta adorable. Pues nada, habría que explicarle el plan.
-No, no, no se me ha caído, yo lo he dejado allí. 
Adalric me miró como si estuviese genuinamente loca mientras echaba un vistazo de nuevo a mi cesta repleta.
-¿Y porqué? ¿Es que tienes demasiados y por eso los tiras?
Oh por el Oráculo, ¿no podría el viento haberle explicado esto también?
-N-no, ¡claro que no! Verás, hoy es Pascua y Huang Hua me ha dejado hacer algo para festejarlo. En la tierra es común hacer huevos de chocolate y esconderlos por ahí para que la gente los encuentre. Bueno, en teoría los huevos los esconde el Conejo de Pascua, que es como un Pimpel pero que hace huevos de chocolate y... - Continuó mirándome en silencio, probablemente concluyendo que efectivamente, estaba loca. Sonreí algo azorada. - En resumen, es algo de la Tierra. Yo escondo los huevos y así la gente los encuentra y se los come y todos contentos.
-¿Y porqué no dárselos directamente?
Mi sonrisa se crispó un tanto.
-Porque pierde la emoción de la búsqueda.
-Pero nadie sabe que tiene que buscarlos. - Apuntó el silfo.
-En la Tierra sí.
-Ya pero...esto no es la Tierra.
Créeme que lo lamento cada momento de mi vida.
-Lo sé, por eso es más divertido. - Mentí, exasperada e intentando que el tic bajo el párpado izquierdo no me delatase. - Así la gente se encontrará huevos de chocolate y se llevará una grata sorpresa.
Adalric volvió a observarme en silencio durante unos eternos segundos, antes de asentir.
-Sí, puede ser divertido. Es todo un detalle que te esfuerces tanto.
-Oh, no es nada, verás, antes yo... - comencé, pero el silfo había comenzado a llevarse el huevo a la boca y observé aterrorizada el pequeño agujerito en su superficie, que indicaba que era uno de los que tenía sorpresa. Si se lo comía ahora se sabría rápidamente que era por culpa del huevo y mi plan no habría llegado ni a su fase 1. Azorada, le arrebaté el huevo de las manos ante su expresión ojiplática.
-¿Pero no decías que eran para que la gente se los comiese?
-¿Eh? S-sí, sí, pero...he visto que ese está un poco sucio, toma otro. -Rápidamente le tendí otro de mi cesta, totalmente inofensivo. Adalric me miró con cierta ternura.
-Es normal que se ensucien si los dejas por ahí tirados. - Comentó, dándole un mordisquito al nuevo. Hice uso de todo mi autocontrol para no responderle. - Está delicioso Cyn, muchas gracias.
-No es nada. Si me disculpas, debo seguir con mi trabajo. - Y tras agitar efusivamente la mano, me alejé a saltitos de allí.

Pese a la interrupción de Adalric -al cual me crucé un par de veces más por el jardín, y pude comprobar cómo se comía al menos otro de los huevos de chocolate - logré diseminar toda mi mercancía sin mayor contratiempo. Me quedaban aún un par de huevos de chocolate, uno con sorpresa y otro normal. Suspiré al verlos en el fondo de la cesta: ahora me tenía que conformar con sembrar el caos anónimamente porque ya no contaba con víctimas a las que mereciera la pena molestar. Ya no había nadie el QG cuyo sufrimiento fuese a producirme satisfacción....o bueno, quizá...
¿por qué no había pensado antes en Lance?
Mi mente tenía la tendencia a olvidar su existencia para que así la mía fuese un poco más llevadera, pese a que al ser mi jefe de Guardia no tenía más remedio que relacionarme con él. Volví a observar detenidamente el huevo maligno que aún estaba en mi poder: ¿Y si se lo daba a él?
Nada me garantizaba que fuese a comerse uno de los malos, ni siquiera uno de los buenos, porque con lo sieso que era aquel hombre me costaba horrores imaginármelo recolectando huevos de chocolate con una cestita. 
Cyn,  ¿no es muy inmaduro hechizar a tu mayor enemigo y superior para que salte como un conejito durante todo el día?
...
Nah.
Tenía derecho a una merecida venganza, ¿no es cierto? A decir verdad, Lance y todo el cuartel deberían de darme las gracias si me conformaba solo con convertirle en conejo durante un día. Mis planes originales eran bastante peores y a su lado, esto no sería más que un paseíto. Además, también les había hecho cosas peores a Ezarel, Nevra y Valkyon en el pasado, y no tenía nada especial en su contra salvo mi peligroso aburrimiento. Es más, Lance e incluso Huang Hua deberían dar gracias de que me dignase a incluirlo en mis planes, porque como todo el mundo sabe, no hay mayor castigo que la indiferencia, y yo estaba haciendo el esfuerzo de atentar contra él.
Eso, eso, esto no es más que una muestra de mi buena fe y mi deseo de tratarle como a los demás, solo eso.
Cargada con mis sólidos argumentos, dejé caer disimuladamente el huevo normal junto a un arbusto y portando aquella pequeña bomba de relojería, me dispuse a hacer algo que jamás habría pensado: buscar a Lance.


 -¡Hey, Cyn! - Karenn me saludó desde la lejanía para reunirse conmigo poco después. Portaba entre las manos uno de los huevos de chocolate, y su mirada se posó rápidamente en el que yo portaba con sumo cuidado. - Así que ha sido idea tuya todo esto, ¿no?
-Sí bueno, quería hacer algo por Pascua, ya sabes... -comenté encogiéndome de hombros, intentando restarle importancia. La chica sonrió con cierta malicia.
-Pues es todo un detalle por tu parte, es raro que no hayas planeado nada malévolo...
-Oh, vamos Karenn, solo son inocentes huevos de chocolate. - Rebatí, preparada para huir. La joven sin embargo volvió a lanzar una miradita al huevo que yo portaba.
-¿Y a dónde vas con ese?
-Ah, ¿esto? Es para Lance, ¿no le habrás visto? Voy a...
-¿Envenenarlo? -Sugirió mi interlocutora, alzando una ceja ante la mención del muchacho. 
-....- Puse los ojos en blanco, suspirando. - Noooo.
-Cyn...-comenzó Karenn con cierto deje de sermón ya presente en la voz. Volví a suspirar, alzando una mano ante ella para evitar que continuase.
-Quiero hacer las paces...o bueno, no sé. Quiero dárselo en señal de paz, ya está. No es nada raro ni es venenoso, lo juro.
-Ya...- no parecía nada convencida, pero seguro que en el fondo probablemente sabía que no contaba con conocimientos alquímicos como para causar nada grave, y de todas formas tampoco le importaba mucho qué le pasase a Lance. Tras lanzarme una rápida mirada, se giró y se marchó despidiéndose. - No lo he visto, pero si lo veo le diré que lo buscas. No la líes mucho, Cyn.


-Hola Leif. - Saludé alegremente, siendo recompensada con una cálida sonrisa.
-Hola Cyn, te veo muy animada hoy.
-Sí, es que hoy es Pascua y...-comencé, pero la expresión del chico mutó a otra de genuina sorpresa.
-¿Ah sí? Creía que lo que te tenía de buen humor era la repentina aparición de huevos de chocolate por el cuartel, ¿no los has visto?
-Juju...-no pude evitar que la sonrisa orgullosa llegase a mis labios. Así que mis huevos de chocolate estaban causando sensación...de momento. Ante mi despampanante sonrisa el chico pareció entender lo que había pasado.
-¿Has sido tú, verdad? - En su voz no había reproche alguno, más bien cierto deje de melancólica felicidad.
-¡Sip! Y me alegro de que mi obra haya llamado la atención.
-Sí, hay que admitir que ha sido una sorpresa...agradable, para tratarse de ti. - Comentó con tacto el chico, pero al ver su expresión incómoda no pude replicarle.
-Hay que retomar las viejas costumbres, ya sabes.
-Espero que no las retomes todas.. ¿qué llevas ahí?
-Ah, es uno de los huevos de chocolate. Es para Lance. - Leiftan se crispó al escuchar aquello último, y después me miró con una mezcla de respeto y lástima solidaria.
-No soy quién para juzgarte, pero no creo que sea una buena idea envenenar a Lance, por mucho que...
-Oh Leif, ¿también tú?- Suspiré, con exagerado dramatismo. - ¿Esa es la confianza que hay en mí?
-Bueno...-el chico parecía algo incómodo, como pillando en falta. -...tienes que admitir que no es que tengas muy buena fama con respecto a tus...ideas.
-Vamos, por favor, Leif, eso es cosa del pasado.
-Pero acabas de decir que ibas a retomar las... -señalizó el chico, visiblemente incómodo.
-Las Buenas costumbres, sí. Cuando cocinaba para vosotros y esas cosas. Además, ¿Cuándo he atentado yo contra tu vida?
Leiftan extendió las manos ante mí, con aire pacifista.
-N-nunca que yo sepa, pero...
-Exacto. Y como no lo sabes, no puedes desconfiar de mí. Ahora, si me disculpas, procederé a entregarle este huevo de Pascua a mi querido amigo Lance en señal de paz.
Leiftan suspiró, resignado, y sonrió.
-Te deseo suerte, entonces...sea cual sea tu objetivo.


-¡Hey Cyn, ¿has visto lo que ha pasado? 
Me crispé instintivamente al comprobar que ya no había forma de esquivar a Mathieu, que se acercaba al trote hacia mí con una sonrisa de oreja a oreja. Intenté sonreír.
-¿Y...qué ha pasado exactamente? -tanteé, no fuese a ser que ya hubiese gente saltando como un conejito y cualquier palabra que saliese de mis labios podría ser usada en mi contra.
-¡Han aparecido un montón de huevos de chocolate! ¿Crees que el conejo de Pascua habrá llegado hasta Eldarya? - El muchacho parecía genuinamente alegre por el hecho, así que no pude evitar alzar el mentón con orgullo. Pese a la parte malévola del plan, que parecía no haberse manifestado aún, todo apuntaba a que ahora la gente sabía apreciar mis planes.
-Siento desilusionarse, pero el conejo de Pascua no existe. Aunque podrías darme las gracias, si tanto te ha gustado mi plan.
El chico arrugó la nariz, visiblemente confuso.
-¿Tu plan? ¿Has sido tú?
-¡Sip!- Contesté orgullosa. Mathieu me contempló durante unos segundos antes de soltar una pequeña carcajada.
-Oh vamos Cyn, ¿de verdad piensas que me voy a creer eso?
-En ef...espera, ¿Qué? ¿No me crees? -Nunca en toda mi trayectoria como habitante del QG hubiese pensado que alguien no le achacaría mi autoría a cualquier evento fuera de lo normal. Era verdad que habían cambiado muchas cosas, parecía ser. 
-Verás Cyn, que tú sola hayas hecho todos esos huevos y los hayas repartido...
-Eh, no he sido yo sola, Koori me ha ayudado. - Rebatí, mandando al traste todos los propósitos de evitar mencionar a mi cómplice. Si llegaba a oídos de Huang Hua o de quien fuese que había contado con ayuda de una alquimista, rápidamente sospecharían de que no eran inocentes huevos de chocolate.
-Sí claro, casualmente te ha ayudado Koori, ¿no? Sabes que si voy a preguntarle me dirá cualquier cosa para llevarme la contraria.
Volví a mirar ojiplática al chico. De verdad no me creía.
La sorpresa pasó a convertirse en ofensa, y estaba a punto de cantarle las cuarenta cuando casualmente Chrome entró en mi campo de visión, un par de metros más allá.
-Espera, vamos a arreglar esto ahora. ¡CHROMEEEEE! 
El muchacho se volvió hacia mí, sobresaltado, pero no dio ni un solo paso. Comencé a agitar los brazos.
-¡CHROMEEE, VEN AQUÍ UN MOMENTITO! -Pese a la distancia pude ver cómo el chico ponía los ojos en blanco antes de sonreír nerviosamente y acercarse precavido.
-Veo que hoy estás llena de energía Cyn, me ale...
-¿Has visto los huevos de chocolate? -solté a bocajarro. Mi interlocutor alzó una ceja.
-¿Qué? 
-Qué si has visto los huevos de chocolate. Por ahí diseminados. 
-Cyn dice que ha sido ella, pero yo no creo que....-intervino Mathieu, ganándose una mirada cargada de odio por mi parte.
-¿Has sido tú? -Preguntó a su vez Chrome.
-¿Me lo estás preguntando en serio? - Rebatí, a punto de perder los papeles ante la sonrisa de triunfal satisfacción del otro chico. Chrome se llevó una mano al mentón, con aire pensativo, pero su expresión mutó rápidamente a otra de ligero de temor. Seguro que estaba recordando mis planes anteriores.
-Sí, es algo que tú harías.
-¿Veees? - Me volví de nuevo a Mathieu, sacándole la lengua. - Ahora por favor, cuéntale a este humano incrédulo si soy o no soy capaz de hacer cosas como esa.
-O peores. - Masculló Chrome, pero aquello solo hizo que asintiese orgullosa.
-Exacto.
-¿Es en serio...? -Mathieu seguía dudando sobre si creérselo o no, haciendo que naciese en mí una nueva necesidad: entregarle el huevo maldito a él y no a Lance.
Tranquila, no puedes flaquear ahora, Mathieu es solo un obstáculo en el camino. Seguro que Koori se ocupa de é.
-Sí, hace 7 años Cyn era muy dada a organizar...cosas. Que no acababan siempre bien. O a atentar contra la vida de los demás, directamente.
-Contra ti atenté muy poco así que no seas dramático. - Rebatí, y Chrome me dedicó una risita nerviosa. El otro muchacho nos observaba con renovado interés. Después su mirada se posó en el solitario huevo que descansaba en mi cesta.
-La verdad es que no he tenido oportunidad de probar ninguno de los huevos de chocolate...he visto unos cuantos pero siempre se  me han adelantado. -Comentó, con aire despreocupado. Le miré, escéptica.
-Es una pena.
-¿No me darías un trocito de ese...? Me gustaría probarlo.
Y a mí me gustaría verte saltar como un conejito pero tengo un objetivo mayor.
-Tú sueñas. Va contra las normas de la Caza del Huevo pedirle uno a la árbitro.
-¿Qu...? 
-¿Sabes cómo no conseguirás probar ninguno? Estando aquí de charla. Venga Mathieu, pon un poco de tu parte y vete a la caza del huevo.
El chico suspiró pero decidió por una vez no contradecirme.
-Está bien, iré a buscar alguno. Deseadme suerte.
-Sí, sí, venga. - Murmuré mientras agitaba la mano efusivamente a modo de despedida. Por el rabillo del ojo pude percatarme de que la mirada de Chrome estaba posada en mí.
-¿Qué pasa?
-¿Por qué no le has dado ese que tienes ahí? -Inquirió el chico. Maldición, con los años se había vuelto bastante más perspicaz. 
-Este lo tengo reservado. - Respondí escuetamente, sonriendo inocente. Pude ver un pequeño atisbo de sonrisa en la comisura de sus labios.
-¿Para Nevra, quizá? -sugirió, dándome a entender que sabía que ese huevo de chocolate escondía algo.
-Nope.
-...para Lance.
-Quién sabe. - Comenté, encogiéndome de hombros. Chrome suspiró, sonriendo más abiertamente esta vez.
-¿Echas de menos a Ezarel, verdad?
-No sabes cuánto. - Mascullé. - Y es por eso...que necesito buscar a alguien con quién entretenerme. 
-Cyn, quizá deberías... -comenzó, con cierto tono de hermano mayor que no dejaba de chocarme viniendo de alguien que hasta hacía unos meses era más pequeño que yo. Pese a sus palabras, no había ni el más mínimo atisbo de reproche en su voz, así que hice un gesto con la mano para interrumpir su sermón sin fundamento.
-¿Madurar? No, no, no, querido. Vosotros tendréis siete años más, pero yo no. Legalmente no tengo obligación de madurar. 
-Así que vas a vengarte de Lance a tu manera.
-Quién sabe. - Canturreé una vez más. 
-Soy jefe de Guardia ahora, ¿lo sabes verdad? No deberías de contarme estas cosas. - Comentó, dándose por vencido en cuanto a hacerme entrar en razón se trataba.
-Es solo una confidencia a mi viejo amigo. Te prometo que es solo una broma inocente.
Me observó con benevolencia, pero finalmente asintió.
-Haré como que no he escuchado nada. No te metas en un lío demasiado grande, ¿De acuerdo?
-Nunca lo he hecho, tranquilo. -Apunté, y tras despedirme de él, continué con mi búsqueda. 


Estaba a punto de darme por vencida; ¿por qué era tan difícil encontrar a aquel condenado dragón cuando no hacía más que toparme con él cuando no quería? Quizá debería haberle dado el huevo maligno a Mathieu cuando tuve ocasión. No era el plan inicial pero me habría proporcionado unas buenas risas. En fin, nunca era tarde para intentarlo: buscaría primero a Koori y luego iríamos a incordiar a Mathieu un poco, así al menos no me iría de vacío.
Mientras cavilaba sobre todo eso, mi nuevo jefe de guardia pasó a mi lado, ignorando por completo mi existencia. Me giré de golpe, sin poder evitar el gritito que escapó de mi garganta.
-¡Lance!
La espalda del muchacho se crispó, pero se detuvo y se dignó a mirarme por encima del hombro, tras un casi imperceptible suspiro.
-¿Sí, Cyn? No quiero problemas, ¿está bi..?
-De esos ya has tenido bastantes, ¿no? - Respondí con mordacidad, de forma totalmente automática. Lance se giró completamente para encararme, y suspiró, esta vez de manera obvia, mientras cruzaba los brazos sobre el pecho.
-¿En qué puedo ayudarte?
Luché contra todos mis impulsos que me llevaban a comenzar una pelea verbal y acabé concluyendo que lo más rápido sería darle el huevo intercambiando las menos palabras posibles.
-Toma. -Solté secamente, ofreciéndole el dulce. El dragón no descruzó los brazos y se limitó a alzar una ceja mientras su mirada paseaba del huevo de pascua a mí.
-¿Qué es esto?
-Un huevo de chocolate.
-Puedo verlo.
-¿Entonces qué demon...? - Cyn, respira, así no lograrás nada. Tras hacer un esfuerzo de autocontrol del que todo el QG debería de estar orgulloso, volví a intentarlo con voz suave. - Es un huevo de Pascua, porque hoy es Pascua y me apetecía hacer algo para celebrarlo.
-¿Hacer algo? 
-Sí, antes de que tú...bueno. -Inspiré. No Cyn, así no. - Antes siempre cocinaba u organizaba algo en las festividades, para animar un poco el QG. Y quiero seguir haciéndolo.
-Como tu jefe de guardia no sé si apruebo que pierdas el tiempo en...
Por lo más sagrado si no se calla vamos a acabar a puñetazos otra vez.
-Es un hobby que mantiene mi mente alejada de los dolorosos recuerdos y vivencias de mi vida en este inhóspito mundo en el que se me ha obligado a vivir, así que como mi jefe de Guardia deberías respetar que mi terapia sea cocinar postres y no hacerme un par de botas nuevas de piel de dr...féericos.
Lance me observó sin expresión alguna, sopesando si responderme, pero finalmente lo dejó pasar y su rostro pareció relajarse un tanto.
-De acuerdo. ¿Y por qué me cuentas esto?
-Porque me has preguntado. 
-Está bien. Puedes irte, no voy a impedir que...celebres lo que quieras. 
-Eh, espera, ¡no he acabado contigo! -El dragón se giró ligeramente molesto, alzando una ceja interrogativa. - Venía a darte esto. 
-¿Por qué? 
-Pues porque he hecho muchos y eh...no sé. Te entrego este huevo como muestra de mi voluntad de...bueno...soportar tu existencia sin quejarme. 
El chico dejó escapar un sonidito que bien podría haber sido una risa contenida, a juzgar por la expresión ligeramente divertida de su rostro.
-Agradezco el gesto y tendré en cuenta tu resolución, se que te habrá costado...mucho. -Me observó con una benevolencia que apunto estuvo de provocarme un tic en una ceja. Extendí un poco más el huevo hacia él, pero lo rechazó con un gesto vago de su mano. - Puedes quedártelo.
-¿Qué?
-Te lo agradezco, pero no me gusta el chocolate.
-¿QUÉ? - Aunque no sé de qué me sorprendía, ese hombre era malvado por naturaleza, era normal que no tuviese cabida en su cuerpo ni una sola molécula de dulzor. Mi grito fue quizá más estridente de lo esperado, a juzgar por la mueca de sospecha que el chico profirió. - Es...lo he hecho para ti y me he tomado la molestia en venir a hablar contigo y dártelo, ¡no puedes rechazarlo!
-Me quedo con tus palabras y con tu gesto, no te preocupes. -El chico me lanzó una sonrisa de autosuficiencia que no me gustó nada.
-Cómete el dichoso huevo.
-Te lo he dicho ya, no me gusta el chocolate. Además,  - añadió, mientras echaba a andar en mi dirección, deteniéndose un momento al pasar a mi lado - Nevra me ha aconsejado que no comiese nada hecho por ti...parece ser que no tenías muy buena fama como cocinera, ¿no?
-Qu....
Lo sabe.
-Teniendo en cuenta tu buena voluntad, te espero mañana en el entrenamiento pues.
-Qu...- observé en silencio y con la boca ligeramente entreabierta como se alejaba. No solo no había conseguido llevar a acabo mi pequeño acto de venganza sino que mañana tendría que entrar con él por culpa de toda la milonga que le había soltado para intentar que se comiese el huevo.
¿Y de quién era la culpa?
De Nevra.
Ese dichoso vampiro se va a enterar.
 

FIN~~~



Bueno, pues hasta aquí este pequeño y humilde fic. Espero que os haya gustado o al menos os haya librado de un ratito de aburrimiento mientras esperamos por el regreso de Eldarya. Como siempre, cualquier sugerencia sobre contenido de Eldarya es bien recibida~
Esto es todo por el momento queridos.
Nos leemos~~ 


8 comentarios:

  1. Adoro estas entradas! Aunque no voy a negar que es sumamente extraño no tener a Ezarel inmiscuido en las locuras de Cyn después de tantos años:(... Muchas gracias Lyn! Me levantas en ánimo con esto. Falta esperar a que se suba el capítulo 4 pero esto aligera la espera.

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    1. Todos echamos de menos a Ezarel, era la pizca de sal de la vida (?) Muchas gracias a ti por leer y venir a comentar <33

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  2. Muchas gracias por todo lo que haces de verdad. He venido aquí en busca de alguien que me animara porque Eldarya ya ha vuelto y estoy muy feliz, pero ¡sorpresa sorpresa! no han podido recuperar nuestras cuentas :( Aun así han hecho todo lo que han podido y les estoy muy agradecida a beemov. Problema: todos los diálogos están en inglés y yo no sé casi nada de inglés la verdad, así que nada, tendré que volver a echarle un ojo a tus traducciones, menos mal que estás aquí. Gracias Lyn!

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    1. Hola! Muchas gracias a ti por tus palabras ;; no sabía que los episodios estarían en inglés, primera noticia (?) espero entonces que las traducciones te ayuden <33 Gracias a ti por pasarte y comentar!

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  3. Seria genial que ahora Cyn consiguiese que Nevra se comiese el huevo XD, el maldito nos arruino la venganza. La verdad es que se extraña a Ezarel por lo que me releere tus otros fanfic's TnT. Adoro a Cyn la verdad he ido leyendo tus escritos de New Era al día y solo me faltaba este que por culpa de la uni no pude leer en su momento. Oye si algún día puedes escribir algo en lo que viejos personajes aparezcan de nuevo seria genial, creo que eres la única escritora de Eldarya que realmente me hacen sentir emoción con sus historias por lo que es genial que sigas con esto. Gracias por tus entradas hacen mil veces más disfrutable eldarya. Por cierto ¿Qué te pareció la reaparición de Eldarya? Ten un hermoso día.
    Pd. había sido lectora fantasma hasta ahora pero me canse y aquí estoy, decidida a darte tus merecidas felicitaciones.

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    1. Primero de todo, muchas gracias por haberte decidido a pasarte por aquí y comentar, te lo agradezco de veras <33 Umm me gusta tu idea, tomo nota para un futuro fic con una aparición estelar de Ezarel siete años después (??) Muchas gracias por tus palabras, jo, me alegro de leer eso y espero seguir escribiendo cosas que estén a la altura ;;
      Sobre la reaparición agradezco mucho que nos dejen completar nuestro armario, aunque creo que deberían de habernos dado más maana para los episodios. De todas formas entiendo que tienen que compensar un poco los gastos y pérdidas de este tiempo sin juego.
      Gracias por leer y comentar, ten buen día igualmente <33

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  4. Me reí como una foca a unas horas que debería estar durmiendo :'v Quizá me faltó más insistencia de por parte de Cyn para que Lance se comiese el "para-nada-sospechoso" huevo de chocolate. Me hubiese gustado también que éste tuviese un digno final aunque quizá te hayas reservado esta baza para futuras e inocentes ocasiones, con lo cual me callo y sigo disfrutando entre las sombras de estas divagaciones que me hacen más amenos algunos días c:

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    1. Créeme, habrá una futura venganza, la cosa no se quedará así (???) Muchas gracias por leer y pasarte a comentar <33

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