miércoles, 15 de agosto de 2018

Randomdarya: fic cap17 pt2.

Hi criaturas!!
Sé que solo un par de personas lo han pedido, pero bueno, así hago bulto y os tengo entretenidos con mis tonterías entre entrada y entrada (?)

Si alguien no sabe de qué hablo o de qué va esto, aquí está la primera parte del Fic del episodio 17 de Eldarya, que me habíais pedido ficcionar hacía medio año y que como mi retraso es como es, lo traigo ahora y en dos entregas.
Así que no os distraigo más y vamos al tema.

Disclaimer: disculpad que no me realice mucho en la angustia, dolor y miedo de la batalla con Naytili, pero es que visto como gestionan las cosas en el juego, no me lo he tomado muy en serio , y además sino esto me quedaba un poco largo.

Fic episodio 17, parte 2:

Me puse a ayudar frenéticamente a la gente, indicándoles que se refugiasen dentro del QG, cargando a un par de niños y en resumen, comprobando que nadie se quedase fuera, todo bajo la continua luz rosa que iluminaba el cielo. Cuando revisaba si quedaba algún rezagado en el refugio, Miiko apareció ante mí. Le expliqué porqué estaba fuera antes de que me gritase, y tras comprobar que efectivamente todo el mundo estaba a cubierto, me hizo acompañarla a la sala del cristal donde todos estaban refugiados.

Todo el mundo parecía estar allí congregado. Incluso los familiares correteaban por la sala del cristal, tranquilamente. Espera. ¿Tranquilamente? ¿Dónde está Corko?
Corko no estaba allí. De haberlo estado, habría estado persiguiendo a algún pobre e ingenuo familiar, o en su defecto, a Chrome. Pero el lobito estaba tranquilo en una esquina y de mi bicho no se veía ni rastro.
Oh genial, perfecto. Ahora voy a tener que pasar por encima de Miiko.
Intenté obviar la mirada penetrante de la kitsune y me acerqué con aplomo hacia la salida, como si fuese lo más natural. Quizá si lo hacía como si fuese lo más normal, no se daría cuenta de que no podía salir. Obviamente no hubo suerte y Miiko me agarró por un brazo justo cuando iba a cruzar el umbral.
-¿Pero dónde crees que vas?!
-Tengo que ir a buscar a Corko, como puedes ver, no está aquí. -Miiko frunció el ceño, probablemente valorando si la pérdida no sería tan grave, pero su corazoncito y su debilidad por los familiares le pudo.
-Voy contigo.
Dimos una rápida vuelta por el QG desierto, y para mi gran alivio Corko apareció meneando la cola alegremente. Me abalancé sobre él antes de que huyese como solía hacer, y mientras lo sujetaba, una nueva explosión sacudió el QG. Una extraña y estridente risa se dejó oír claramente por aquellos lares, seguida de los gritos ininteligibles de los chicos. Miiko y yo nos pusimos en guardia.
-¿Oyes eso también?
-Sí...
-Acompáñame, hay algo en esta historia que no encaja. 
No pude evitar enarcar una ceja ante su orden. ¿Que la acompañase? ¿Así, sin más? Claro que pensaba hacerlo, pero mi mente ya había trabajado en una serie de escusas y razones con las cuales convencerla de que debía acompañarla, y por nada del mundo esperaba que ella misma me lo sugiriese.
Me encogí de hombros, ordené a Corko que volviese a mi habitación y la seguí a la carrera. Cuando llegamos sin aliento a la entrada del QG, la pintoresca estampa me pilló por sorpresa. Una mujer con aspecto malvado -solo los malvados visten de morado y verde neón mientras flotan en el cielo rodeados de un aura negra- comandaba a un par de blackdogs y se enfrentaba a los chicos, que parecían no estar pasando su mejor momento.
-Merecéis morir todos!! -Siseó la desconocida, y sólo con eso tuve claro que estaba loca.
-El cristal de su bastón...está corrupto.
Fijé mi mirada en el extraño cetro, que brillaba de forma sospechosa. Miiko avanzó hacia la mujer tras murmurar algo sobre "poner fin a esto". No tuve tiempo para hacer preguntas, pues Leiftan se acercó a nosotras a la carrera.
-Gardienne, ¿qué haces aquí?
-Miiko me ha dejad...eh, ayudar obviamente. No tenemos tiempo para esto! - grité, mientras sacaba de mi cinturón el puñal que siempre llevaba conmigo y me preparaba para ayudar.
Intercambié una mirada con los chicos para que me diesen el visto bueno, y me uní a ellos en su intento de distraer a los blackdogs para darle ventaja a Miiko. Los chicos se manejaban más o menos bien, pero mis entrenamientos con Cameria todavía no habían sido suficientes y tuve que limitarme a llamar la atención de las criaturas cuando éstas comenzaban a suponer un problema a mis compañeros. La loca de nuestra enemiga seguía riéndose e insultando a Miiko, que hacia lo posible por atacarla sin mucho más éxito que nosotros.
Entonces la desconocida comenzó a salmodiar lo que supuse sería un ataque, a juzgar por las sombras negras que estaban comenzando a brotar de su bastón. Aquello se estaba poniendo feo. Miiko parecía contra las cuerdas, y yo esperaba de corazón que pudiese hacer algo antes de que la desconocida lanzase su ataque. Justo cuando creía que moriría allí, una especie de escudo mágico azulado nos rodeó, frenando aquel golpe que sin duda habría sido mortal. 
Nuestra enemiga pareció ligeramente contrariada durante un instante, supongo que no entraba en sus planes que no nos dejásemos matar. La sonrisa demente volvió enseguida a su rostro seguida de una débil carcajada.
-Bien..habéis evolucionado un poco, ya veo. Volveré.No hacéis más que posponer vuestra destrucción.
Después su silueta se deshizo en sombras y el escudo que nos había salvado de la muerte se desvaneció, al igual que Miiko, quien acabó en el suelo.
-Miiko!!
Los chicos rodearon a su jefa y tan pronto como ella hubo recuperado de nuevo la consciencia, comenzaron a increparle por su osadía y temeridad al emplear más poder y energía del que debía. 

-Bueno, ya está bien de echarle la bronca. - Les corté yo, harta de tanto dramatismo. - Gracias a ella nos hemos salvado. Fin. No me parece muy seguro seguir aquí fuera.
-Gracias, Cyn...tienes razón. - Miiko tragó saliva y después centró de nuevo su atención en los chicos. - ¿Ha dicho...quién era?
-No, se ha contentado con atacarnos simplemente.
-No parecía venir a hablar...
La conversación no se alargó más y Valkyon ayudó a Miiko a caminar hasta el QG.
Lo que pasó después fue confuso y frenético. Una vez entramos en el QG Ewelein y Huang Hua aparecieron, examinaron a Miiko y junto con los chicos comenzaron a hablar de evacuaciones, discursos, y gente entrando en pánico. Nadie intentó incluirme en la conversación ni preguntaron mi opinión, y apesar de que todos estaban en contra de Miiko diese un discurso con su aspecto demacrado, la kitsune impuso su idea y entró en la sala del cristal para dirigirse al pueblo.
Me coloqué junto a ella y el resto de jefes en el centro de la sala, y escuché atenta cómo contaba a todo el mundo nuestro pequeño encuentro con aquella loca demente.
-Yo, Miiko, primera princesa del reino de las Tierras de Jade del Norte, declaro hoy mi incapacidad a mantener mi juramento de protección hacia los miembros del QG.
Hubo más caos y conmoción aunque yo solo me había quedado con el dato de que era una princesa. ¿En serio? 
No pude ahondar más en mi insana curiosidad porque supuse que estaría fuera de lugar preguntar por los títulos de Miiko cuando todo el QG se sumía en la confusión.  Rápidamente se habló de evacuación y Crislis y algunos más ofrecieron su ayuda y refugio. La gente no parecía muy convencida, y la guinda del pastel vino de manos de Miiko, que agotada y sobrepasada por lo que sucedía, acabó desmayándose.  La situación se iba volviendo más tensa y Huang Hua parecía estar en shock al ver a su amiga en el suelo, así que aproveché que nadie me lo impedía para tomar la palabra y de paso, intentar calmar un poco los ánimos.
-A ver,...calma, por favor, escuchadme... por favoor, silencio, calmaos.. - Por lo visto mi posición de humana y mi ausencia de títulos nobiliarios no imponía demasiado, y la gente seguía dejándose llevar por un pánico cada vez mayor, ignorando mi presencia. Tomé una honda respiración. -¡¿PERO OS PODÉIS CALLAR UN MINUTO?! 
Un silencio sepulcral se apoderó de la sala y miles de pares de ojos se fijaron en mí. Me aclaré la garganta, satisfecha.
-Bien. Sé que todos tenéis miedo. Es normal. He vivido el ataque en primera línea y creedme, es para tener miedo...Si vuelve estamos perdidos.
-Eres un As tranquilizando a la gente, Cyn. - Murmuró Ezarel, al cual le propiné una patada en la espinilla. 
-Ejem. Pero no podemos dejarnos llevar por el pánico. Debemos defendernos y organizarnos.  Nuestro objetivo es evacuar a los que lo necesiten en orden y rápido. Comenzaremos por eso, no hay tiempo que perder. Formaremos pequeños grupos de escoltas voluntarios para evacuar al resto.-
A medida que hablaba, el resto de jefes comenzaron a unirse a mi discurso y a repartir los equipos.
Horas después, la evacuación estaba completamente organizada.
En poco tiempo comenzamos con las misiones de evacuación. 
-Ya está, tenemos al primer grupo. ¿Valkyon, vienes? -pregunté de forma casual, aunque la verdad es que la imponente presencia de mi jefe de guardia me tranquilizaba a la hora de tener que cruzar el bosque .
-Claro, vamos.

Íbamos y veníamos sin descanso, cruzándonos con otros grupos por el camino. El día fue agotador, y ya nos encontrábamos escoltando al último grupo cuando comencé a sentirme...rara. Lo achaqué al cansancio. Poco después mi mirada,que vagaba escrutando los alrededores en busca de posibles enemigos, se topó con un brillo inusual en el suelo. 
Oculto entre la hierba había algo... me acerqué para comprobar que era, y cuando vi que se trataba de un trozo de cristal negro e intenté retroceder espantada, ya era demasiado tarde.
No recuerdo con claridad lo que pasó después. Dejé de tener control de mi cuerpo, Valkyon me hablaba pero al principio no lograba entenderlo, y después no lograba contestarle. Mi boca pronunciaba palabras que mi mente no pensaba, y cuando me di cuenta, me había abalanzado sobre él con el puñal en la mano. Lejos de esquivarme, sujetó la afilada hoja con su mano mientras me miraba a los ojos. ¿Qué demonios hacía? ¿No se daba cuenta de que no podía controlarme?!
-V-Valkyon...
Por suerte no se anduvo con miramientos ante mi segundo ataque, y me desarmó y noqueó con facilidad. Con demasiado facilidad incluso, pues me golpeó con demasiada fuerza y perdí el conocimiento.
Abrí los ojos poco después, aturdida por un incipiente dolor en mi cabeza.
-Joder Valkyon... -murmuré tratando de incorporarme.
-Lo siento...tuve que golpearte para que perdieses el conocimiento y dejases de atacarme. 
-Ya...no sé que ha pasado, yo...Tenemos que acabar de escoltar....
-No. - La voz del peliblanco fue tajante. Me sujetó con firmeza y pasó mi brazo sobre su hombro para ayudarme a levantarme. - Necesitas que te vea Ewelein. Abortamos la misión de momento.

-Obviando el golpe en la cabeza, no veo nada extraño. ¿Qué ha pasado?
-Algo la ha poseído y me ha atacado. He tenido que reducirla.
Miré de soslayo a Valkyon. "Reducir" no era la palabra que yo usaría, había intentado abrirme la cabeza como si fuese un melón. Aunque se lo perdonaba ya que había intentado cortarle el cuello sin saber muy bien porqué.
Al poco tiempo apareció Miiko seguida de Leiftan y los demás, y tuve que explicar mi confusa versión de los hechos, recalcando que un trozo de cristal oscuro había llamado mi atención.
-Ha tenido que ser esa loc...esa mujer que nos ha atacado. -Sentencié, y todos se miraban como si la que estuviese loca  fuese yo. -¿Se sabe ya quién es?
-Una antigua miembro de la guardia. Se llama Naytili. -Comenzó Miiko. - La echaron de la guardia hace años, por eso no la conocemos. La echaron por una falta grave, y en aquellos tiempos, una falta grave era MUY grave. Lo mejor es que huyáis.
-¿Qué?
-Tiene 3 familiares, es poderosa y usa un cristal corrompido. Te ha poseído. No podemos hacerle frente, pero yo debo quedarme a proteger el cristal. Vosotros marchaos.
Las palabras de Miiko desataron una acalorada discusión que para mi sorpresa no acabó en las manos, aunque bien podría haberlo hecho. La presión grupal consiguió que Miiko abandonase su empeño de morir sola y acabamos de evacuar a los pocos que quedaban para centrarnos en lo importante: buscar qué hacer.
Miiko nos reunió a todos poco después, para que Ykhar nos expusiese su posible solución. Tras mucha palabrería, la brownie nos contó que había encontrado le ritual por el cual Naytili podía controlar 3 familiares. El poder de esa loca residía en esa unión establecida con los blackdogs y catalizada por el cristal corrompido que poseía, y la solución pasaba por liberarlos. No obstante, y la parte peliaguda comenzaba allí, para liberarlos debíamos conocer el nombre de los daemons que Naytili había invocado para unir a los familiares a ella.  Las caras de los presentes eran un poema ante esa información.
-¿Y cómo piensas saber los nombres? Preguntándole "Eh, perdone señorita, puede decirnos el nombre de los tres daemons que ha invocado? gracias!"?
-Secundo la idea de Ezarel. - Dije, levantando la mano y lanzándole una mirada divertida al elfo, que me respondió con una sonrisilla torcida.
-Hay un ritual, no obstante, está prohibido y... -la voz de Ykhar, hablando de leyes y reglas del QG, se convirtió en un runrún en el fondo de mi cabeza, pero a juzgar por las miradas aterradas de mis compañeros, debía de ser algo importante. - Las puertas de Janus Geb.
-¿Y dónde están esas puertas? - Intervine distraída, intentando incorporarme a la conversación. Ykhar y Miiko me fumilnaron con la mirada y Ezarel soltó una carcajada.
-Como DECÍA... -siguió la brownie, clavando su mirada en mí de forma acusadora- es un RITUAL mediante el cual se permite que alguien entre en el alma de otra persona. La persona que entra en el alma es guiada por otra, que actúa de pasarela entre ambas. No obstante, la persona que hace de pasarela debe tener un vínculo fuerte con la víctima. En nuestro caso, creo que Cyn debería ser la pasarela...
-Espera, ¿qué? ¿Yo? ¿Por qué yo? Si no la conozco de nada,¿qué vínculo voy a tener?
-Porque te ha poseído y creo que así....
-Ah claro ya lo entiendo. La humana débil e inútil. Que la posee todo el mundo. Estornudas a mi lado y tu alma ya se me ha metido dentro. Es eso, ¿no?  Ha sido idea de Ezarel mientras yo no os escuchaba, ¿Verdad?
-¿Qué? - El interpelado me miró pillado por sorpresa, alzando una ceja.
-No, no, no. No es eso. Te ha poseído así que ya ha establecido un vínculo contigo.Por eso tú eres más apta para ser la pasarela.
-Me estás pidiendo que guíe a alguien dentro del alma de esa loca...¿y si me equivoco de camino y hago que se pierdan?
-Se perderán para siempre. -Sentenció Ykhar con tono serio.
-Sin presión... -mascullé por lo bajo.
-Es la única solución que tenemos.
Por tercera vez en el día tuvimos una acalorada discusión para decidir quiénes serían los exploradores. Huang Hua y Miiko entendieron que era su responsabilidad, y los chicos tuvieron que conformarse con gruñir y poner mala cara.  Hubo también un momento de tensión cuando Miiko se enteró de que era necesarios muchos ingredientes de partes de dragón, y hubo que votar si merecía la pena usarlos o no. Aunque en un primer momento se me excluyó de la votación, al obtener un empate se requirió de mi opinión. Expliqué que merecía la pena intentarlo, no solo porque de verdad era la única oportunidad que teníamos, sino también porque seguía un poco quemada con aquella gente y la idea de joderles un poquito me hacía infantilmente feliz.

Un rato después comenzamos con el primer entrenamiento. En esta ocasión iba a practicar como exploradora, a fin de poder entender el funcionamiento y que Ykhar, que sería la guía, me enseñase lo que debía hacer.
-Miiko y tú entraréis en el espíritu de Huang Hua. Tendréis que buscar un recuerdo suyo, hacia el que os guiaré. 
Nos situamos dentro del círculo de invocación, y comenzamos a repetir una y otra vez el encantamiento. Pasado un rato comencé a notar mi cuerpo pesado, mi voz lenta y la lengua pastosa. Los párpados se me cerraron sin poder evitarlo y cuando los abrí me encontraba de pie en un largo puente de adoquines rosas rodeado un cielo color pastel.
-¿Qué es esto? - pregunté al aire, aunque poco después vi a Miiko a pocos pasos de mí. - ¿Ha salido mal y hemos muerto? ¿Tengo que caminar hacia la luz? ¿El cielo de verdad es TAN rosa?
-No. -Miiko me fulminó con la mirada. - Es el espíritu de Huang Hua.
-Ah. ¿Lo ha decorado así a propósito? -Pregunté, mientras daba golpecitos con el tacón de la bota sobre uno de los adoquines. Un leve tic se dejó ver en la ceja derecha de Miiko.
-No. Cada espíritu es diferente. El de Huang Hua es sencillo, tranquilo y luminoso.
-Ah pues...
-Chicas, tenéis que seguir ese camino.
Obedeciendo a Ykhar, echamos a andar en dirección a ninguna parte. Miiko no parecía muy a gusto, y la voz de Ykhar volvió a hacer acto de presencia para decirnos que aún no había encontrado la puerta. El tener que ir sin dirección fija hacía que Miiko y yo tuviésemos roces.
-Ya te he dicho que por aquí no era.
-Disculpa, me he dejado el mapa en otro espíritu. - Mascullé de mala manera. Hacía tiempo que Ykhar no nos decía nada. -¡Eh, Ykhar!
-No es por aquí. Vamos a dar la vuelta. -La kitsune no esperó y cambió de dirección.
-Eh, espera! - Sin saber cómo, la había perdido de vista. Fantástico. Las palabras de Ykhar hablando de vagar eternamente volvieron a mi cabeza. Si tenía que pasarme la eternidad en aquel cielo de algodón de azúcar rosa, me iba a volver loca.
-Cyn, ¿Miiko no está contigo?
-No, se ha ido y no sé a dónde.
-Tienes que encontrarla, no logro localizarla. 
-Eso es fácil de decir, Ykhar!
-Llámala con el corazón. - Logré ahogar a duras penas un "¿qué?" por miedo a ofender a la brownie y que me dejase allí para la eternidad.
Intenté concentrarme: "Miiko por lo que más quieras, haz el favor de venir aquí. Estoy aquí". Cerré los ojos y pude percibir un leve destello en la oscuridad. Avancé hacia él, a tientas, llamando una y otra vez a Miiko hasta que, al alargar el brazo, mi mano rozó la de la kitsune.
-Lo siento...me perdí...
-Ha sido culpa mía chicas, nunca había hecho esto antes.. -Ykhar intentaba excusarse.
-No, ha sido culpa mía. Soy yo quien ha roto la confianza con Cyn. -Miiko se excusó a su turno, y no pude más que dedicarle una sonrisa tranquilizadora para que no se martirizase más y pudiésemos salir de allí.
Pusimos fin a ese intento. Tras un breve descanso, probamos otra cosa diferente; esta vez Huang Hua y yo entraríamos en el espíritu de Miiko.
Para mi grata sorpresa, un camino de hierba se abría paso en una noche estrellada, sembrado con alguna que otra farola de fuego azul que iluminaba tenuemente los alrededores.
-¿Qué son estas lámparas? - pregunté mientras me acercaba curiosa a una de ellas.
-Parece que son recuerdos de Miiko, mira. - Huang Hua señaló el interior de una llama azul, en la que se podían apreciar imágenes borrosas. Intenté acercar mi mano a la luz, pero la lámpara se apagó de pronto.
-Miiko va a cerrar todos sus recuerdos para añadir dificultad. Tenéis que encontrar una abertura. De momento, seguid recto.
Avanzamos en silencio, y aunque de vez en cuando Ykhar nos daba alguna indicación, yo por mi parte seguía sin tener muy claro cómo lograba saber hacia dónde teníamos que ir y si en su momento, yo lo sabría también.
-Es esa lámpara, ahora tenéis que abrir el recuerdo. 
Nos acercamos con cautela pero las llamas que iluminaban el farol descendieron de su lugar y comenzaron a rodearnos. Dejé escapar un grito.
-No te preocupes, no es real. Miiko intenta ponérnoslo difícil, dudo que Naytili nos deje entrar en sus recuerdos sin ofrecer resistencia. -Me intentó tranquilizar Huang Hua, pero la llama azul que comenzaba a lamer mi pierna no ayudaba a que me calmase.
Continuamos avanzando hacia el farol, rodeadas por unas agresivas llamas que, por mucho que Huang Hua quisiese convencerme de lo contrario, parecían muy reales. El calor se hizo insoportable, y tras un instante que se me hizo eterno, logramos alcanzar la lámpara y acceder por fin al recuerdo.
Miiko nos mostró un comprometido y lacrimógeno recuerdo de su infancia: los que supuse eran sus padres la despreciaron por no ser lo suficientemente poderosa para un miembro de la realeza. Si he de admitir que aquello, -y los sucesivos recuerdos dolorosos que tuvimos que presenciar- me tocó la fibra, mi parte rencorosa me hizo pensar que les hubiese dejado encantada entrar en mi espíritu para mostrarles todo aquello que me habían quitado, si era a eso a lo que querían jugar.
Continuamos avanzando y descubriendo más secretos de la kitsune hasta que una fuerte sacudida nos puso en guardia.
-Ykhar, ¿Qué...? -no pude acabar la frase, pues una fuerte presión se apoderó de mi pecho, robándome el aire y arrancándome del espíritu de Miiko de forma violenta. Cuando abrí los ojos nos encontrábamos de nuevo en el suelo de la biblioteca, y la kitsune yacía en el suelo, probablemente desmayada.
Una nueva sacudida nos hizo comprender que Naytili había vuelto a la carga. Me levanté a toda prisa y seguí a Huang Hua a fuera de nuevo, para encontrarme con la aterradora escena de nuestra enemiga y sus familiares preparados para atacar. Los chicos, que por lo visto la habían estado conteniendo hasta ahora, parecían agotados y estaban levemente heridos.
 Esta vez, la mujer posó su mirada demente en mí.
-Pero qué tenemos aquí...-ronroneó mientras clavaba sus ojos en mí y sus labios se curvaban en una escalofriante sonrisa. Silbó y uno de sus blackdogs se abalanzó sobre mí. Sin cuchillo, lo único que pude hacer fue poner mis brazos ante mí y esperar el golpe de gracia. Un golpe que no llegó.
Una luz rosada se filtró entre mis párpados cerrados con fuerza y cuando abrí de nuevo los ojos, el Oráculo se alzaba ante mí, protegiéndome.
El rostro de Naytili fue la viva imagen de la confusión durante unos segundos.
-Ya veo...así que eres la niñita del Oráculo...- murmuró, y su sonrisa gélida no llegó a reflejarse en sus ojos. - Disfruta de su bendición mientras puedas, pequeña. También acabaré con ella.
Y tal y como vino, se fue de nuevo entre unas oscuras brumas.
Me tambaleé ligeramente y Valkyon acudió en mi ayuda. En un gesto inusitadamente cercano por su parte, me sujetó por la cintura para que no me desplomase.
-¿Estás bien?! 
-S-sí...- mascullé, su presencia tan cerca de mí comenzaba a agobiarme. Mi jefe parecía realmente preocupado y intentó asegurase de que todo iba bien, hasta que las toses molestas de Ezarel -y para mi sorpresa, de Leiftan-  le hicieron darse cuenta de que aquello estaba de más.

Volvimos a dentro, donde Ykhar nos informó que algo -posiblemente la presencia de Naytili- había hecho que el vínculo se rompiese y la desconexión había agotado a Miiko.
-Apareció dentro del QG. Hemos tenido que expulsarla hasta los jardines... -comenzó a reportar Nevra.
-Sí, y también ha destrozado la sala de alquimia. 
-¿QUÉ?
-Hemos logrado salvar esto para el ritual... - Ezarel nos tendió dos frasquitos. Huang Hua comenzó a palidecer.
-¿Sol nos quedan..2 intentos?
-Uno. Solo nos queda un intento. El resto es para el ataque. -Huang Hua tomó las dosis y salió de la biblioteca. - Debo hablar con Miiko.
Ykhar corrió tras la fenghuang intentando disuadirla de molestar a Miiko, y el resto las seguimos por pura curiosidad. Huang Hua se encerró en la habitación con la kitsune y ante la impotencia de no poder hacer nada, los demás acampamos ante la puerta.
Me senté en el suelo de piernas cruzadas, con Valkyon, Ewelein e Ykhar en pie a ambos lados, mientras Leiftan descansaba apoyado junto a la puerta y Nevra y Ezarel intentaban, sin éxito, escuchar algo.
-No vais a escuchar nada, Miiko hizo cambiar su puerta por una más gruesa. 
-Vaya, voy a tener que hacer lo mismo con la mía para cuando vengas a verme, Cyn. - ronroneó Nevra guiñándome un ojo.
-Nevra, no es el momen...- comenzó Valkyon, con aire de pocos amigos.
-Mi habitación está junto a la tuya y nunca he oído nada, así que no te preocupes. Para lo que debes hacer ahí dentro,no creo que lo necesites. - Respondí con una sonrisa, cortando a mi jefe de guardia y dejando a Nevra con cara de pocos amigos, mientras Ezarel se reía.
Tras varios minutos, la puerta se abrió y una Miiko marcada visiblemente por el cansancio nos contó su plan: atraeríamos a Naytili a la sala del cristal para celebrar allí el ritual. Hubo quejas, como siempre, pero finalmente todos cedieron a la autoridad de Miiko y comenzaron los preparativos. Mientras tanto, nosotras regresamos a la biblioteca para el último entrenamiento.

-Esta vez tú harás de pasarela, Cyn. -Ykhar procedió a explicarme qué debía hacer, de forma un tanto confusa y rematando con un "cuando lo veas, lo sabrás", que en lugar de tranquilizarme tenía el efecto contrario.
Volvimos a efectuar el ritual, y cuando abrí los ojos de nuevo, contemplé una vez más aquel camino de hierba sobre fondo oscuro. Para mi sorpresa, parecía que yo era incorpórea y sobrevolaba la zona. Podía oír las voces de Ykhar y Huang Hua, y de fondo, de forma continua, el aterrado susurro de Miiko.
-Ykhar, estoy oyendo a Miiko...
-Tienes que llevarnos hasta su voz. ¿Está cerca? 
-No...- me intenté concentrar en el susurro. - Creo que viene de allá. Seguid todo recto.... ....  ¡parad! Esa...esa lámpara de vuestra derecha. Creo que es esa.
-Tienes razón. Tienes que abrirnos paso. Confiamos en ti. -Trató de alentarme Huang Hua.
Me concentré tanto como pude en abrir un resquicio, una grieta, en aquel recuerdo, hasta que finalmente lo logré.
Una vez más, un escabroso y desolador recuerdo se abrió ante nosotros. El momento exacto en el que Miiko y Valkyon se enteraban de la muerte del hermano de este último. Para mi sorpresa, parecía que Miiko había estado enamorada de Lance pero nunca se lo había dicho.
Empezaba a preguntarme qué ganaba Miiko mostrándonos estas cosas. No tuve mucho tiempo para pensarlo pues los llantos de Ykhar llegaron hasta a mí, y decidí que no estábamos en condiciones de seguir con aquello. Puse fin a la sesión de entrenamiento y una vez volvimos a la realidad, dejé que Ykhar y Huang Hua abrazasen a Miiko. Nunca había sido muy amiga del contacto humano ni de los momentos conmovedores, así que me limité a posar una mano en su hombro y a dedicarle una sonrisa tranquilizadora.
-Cyn, creo que estás preparada. Vamos a avisar a los demás. - Dijo por fin una vez se hubo calmado, y abandonamos la sala una vez más. Tras reunirnos con los chicos y poner a punto el plan, Miiko nos dejó vía libre para descansar, escribir testamento lo que creyésemos oportuno.
Como no tenía nada que dejar, ni nadie a quién dejárselo, descarté la opción de mi testamento. Tampoco podía dormir, así que me di un corto paseo por el pasillo, encontrándome con Valkyon en el trayecto.
-¿No has ido a dormir?
-No. Quería estirar las piernas. -Respondí secamente, encogiéndome de hombros.
-¿Quieres que duerma contigo?
-Sí, cla...¿Eh? ¿Disculpa?- Su ofrecimiento me pilló totalmente con la guardia baja. ¿Era porque pensaba que sería nuestra última noche con vida o algo así?
-Tras lo ataques de Naytili, no me gustaría dejarte sola. -  Continuó el peliblanco como si tal cosa, ignorando mi mandívula desencajada.
-No..eh...no hace falta. No creo que duerma mucho.
-De acuerdo. Si cambias de idea ya sabes dónde estoy. - Y tal como se vino, se fue, dejándome confusa y pensando si quizá había rechazado la mejor -y última- oportunidad de mi vida.

Tras el encuentro fortuito con Valkyon, mi paseo duró poco más, pues Jamon decidió que era hora de que me fuese a dormir sin tener muy en cuenta qué opinaba yo al respecto. Me cargó como un fardo, junto a Ykhar que por lo visto estaba en la misma tesitura que yo, y me plantó ante mi habitación con la prohibición de salir de allí.
Rindiéndome a la evidencia, entré y me tumbé en la cama hasta que logré conciliar el sueño.

Horas más tarde el propio Jamon llamó a mi puerta, y me arrastré fuera de la cama en dirección a la Sala del Cristal. Todos tomaron sus posiciones y Nevra, en su trabajo como señuelo, salió a dar una vuelta a la espera de la aparición de Naytili. La tensión se podía cortar en el aire, la angustia que nos envolvía era palpable, y sé que más de uno dudaba de que aquello fuese a salir como esperábamos.
Los minutos se convirtieron en horas, que pasaban perezosamente ajenas a nuestro nerviosismo. El continuo estado de tensión en el que nos encontrábamos me estaba agotando metalmente.
Cuando estaba apunto de quedarme sin uñas por el estrés, Valkyon y Jamon irrumpieron en la sala. No necesitaron decir nada para darnos a entender de que nuestra enemiga había llegado.
Me incorporé de un salto, y con el puñal en la mano, me acerqué temerariamente a la puerta. Necesitaba estar cerca de ella para comenzar el encantamiento.

Naytili entró en la estancia exhibiendo una dulzona sonrisa socarrona, mientras sujetaba a Nevra y colocaba un cuchillo en su garganta. Sus blackdogs se abalanzaron sobre Jamon y Valkyon.
-¿No vais a llamar a vuestro Oráculo esta vez? Me parece sensato que os rindáis. -Comenzó, mientras avanzaba lentamente hacia mí. Comencé a retroceder hasta que mis pies rozaron el círculo, que no pasó desapercibido a ojos de nuestra enemiga. - ¿Oh, un círculo? ¿Para qué?
Nevra aprovechó ese momento de distracción para zafarse de su captora y lanzarse a su cuello. Naytili lanzó un grito antes de arrojar al vampiro lejos de ella, y uno de los familiares de la mujer se lanzó contra el chico.
-AHORA! - gritó Miiko, y junto con Huang Hua y ella misma, comencé a salmodiar aquel encantamiento. El círculo comenzó a brillar, y en menos de un parpadeo, mi espíritu se había introducido en el suyo.

Abrí los ojos debido a que una fuerte presión oprimía mi pecho. Ante mi, un inmenso e interminable pasillo lleno de puertas se extendía hasta donde alcanzaba la vista. Traté de concentrarme, sin éxito.
-No logro orientarme...apenas escucho su voz.
-Es normal, su espíritu quiere expulsarnos. Concéntrate, Cyn. -Me alentó Huang Hua.
Las puertas parecían tentadoras e inusitadamente accesibles, pero cuando Miiko estuvo a punto de abrir una, percibí con toda claridad el peligro.
-Miiko, deja eso!! No toquéis las puertas. Son una trampa. Escucho muchas voces, ¿Cómo sé cuál es la que debemos seguir?
-Busca la más lejana, la que suene diferente. -replicó la kitsune, alejándose por fin de las condenadas puertas.
Concentré todos mis esfuerzos en las voces que resonaban en mi cabeza hasta que encontré una que parecía diferente.
-Seguid todo recto.
Tras un espacio de tiempo que se me antojó eterno, las chicas llegaron ante una puerta cubierta de cadenas. Examiné el candando con mi mente, buscando una grieta, un lugar por el cual colarme y forzarlo.
-Creo..que ya está. -Murmuré, y Huang Hua abrió la puerta. Ante nosotras se desplegó uno de los recuerdos de Naytili, oscuro y borroso. La mujer invocaba a un daemon: Alastor. A sus pies, un blackdog se retorcía entre horribles sufrimientos. Decidí que ya habíamos visto lo que necesitábamos y nos saqué de allí.

La siguiente puerta resultó ser sospechosamente fácil. Comencé a desconfiar, y alerté a las chicas de ello. La figura de Naytili se alzó ante Miiko y Huang Hua, decidida a echarnos de su espíritu desde dentro. No obstante, la destreza de la fenghuang logró sacarlas de aquella trampa a tiempo, y Miiko redujo la imagen de nuestra enemiga a cenizas. Ojalá fuese tan sencillo librarnos de la real. Tras deshacer a la falsa Naytili, accedimos a otro sórdido recuerdo del cual pudimos extraer el segundo nombre: Dagon.

Cuando salimos del segundo recuerdo, las voces en mi cabeza y el aura oscura del pasillo parecían haberse calmado. Lejos de tranquilizarme, aquella inusitada tranquilidad me alarmó más.
-Chicas, esta es la última puerta, pero..no me fío.
-Es el último nombre, tendremos cuidado.
Entramos en el recuerdo. En él, Naytili maldecía a la guardia. Una oscura y desconocida voz se hizo oír. Parecía susurrarle solamente a ella. Hablaba de venganza. Moloch, el familiar de Naytili, intentaba apartarse de ella, antes de ser sometido también..
El recuerdo finalizó sin obtener un tercer nombre.
-¿Qué pasa? Necesitamos ese nombre!
-¿Cyn?
-Miiko..ya no escucho nada, yo... -traté de concentrarme una última vez, pero una fuerte presión volvió a oprimir mi pecho, desgarrándome por dentro.
-SALID DE MI ESPÍRITU!

Abrí los ojos de golpe, me encontraba de nuevo en la sala del cristal. Mis compañeras habían recuperado el conocimiento también, pero Naytili seguía desmayada en el suelo.
Sería tan fácil matarla ahora...
-Vamos, ahora que está inconsciente! DOGON! - gritó Miiko, alejando mis pensamientos y devolviéndome a la realidad. Uno de los blackdogs aulló de dolor antes de caer al suelo.
-ALASTOR! - ante el grito de Huang Hua, la otra bestezuela agonizó en el suelo, y la negra cadena que lo unía a Naytili se deshizo.
Mis compañeras me miraron, apremiantes, y traté de buscar en mi cabeza ese tercer nombre.
No había oído más nombres que aquellos, salvo el de su familiar. Quizá...
-¿Moloch...?! - grité dubitativa. El familiar profirió un grito desgarrador y la cadena que le unía también se hizo pedazos. Naytili había dado a su familiar el nombre de un daemon.
Nuestra enemiga recuperó la consciencia justo a tiempo para ver cómo su familiar se libraba de su cautiverio y los blackdogs se volvían contra ella.
-¿QUÉ...qué habéis hecho?! ¡Soy vuestra ama! - sus gritos desquiciados solo obtuvieron como respuesta gruñidos. - Si no me obedecéis, os mataré.¡Sigo siendo más poderosa que vosotros!
Ambos blackdogs se lanzaron contra su ama, quien los rechazó con un fuerte golpe, mandándolos lejos. Uno aterrizó empalado sobre unas maderas rotas que antes habían formado parte de la barandilla. Otro golpeó el suelo con un chasquido horrible antes de permanecer inherte.
Miiko contempló la escena con el mismo espanto que todos nosotros, y avanzó furibunda hacia nuestra enemiga.
Los chicos comenzaron a atacarla a su vez, tratando de ganar tiempo a su jefa, que se vio obligada a usar de nuevo el poderoso oscuro de hacía unos días. Esta vez calló de rodillas, pero agarrada a su bastón, logró alzarse de nuevo.
Por mi parte, no sabía qué hacer. Miré al cristal y le pedí al Oráculo con todas mis fuerzas que nos ayudase.
Mis plegarias parecieron ser escuchadas y un enorme bucle azulado nos rodeó a todos, protegiéndonos. Mis compañeros aprovecharon dicha protección para encadenar ataques sin descanso contra nuestra enemiga. Ésta, al verse superada en número y poder, comenzó a gritar desesperada nombres de daemon.
-No me abandonéis ahora!! No he corrompido el cristal para esto! Soy vuestra sierva!
Valkyon se acercó y le propinó una patada, despojándola de su bastón. Vi mi oportunidad y corrí hacia la mujer, que me daba la espalda. Cuando se giró para encararme, le dediqué una sonrisa dulzona antes de descargar un puñetazo con todas mis fuerzas en su cara.
Naytili calló como un fardo en el suelo.

Lo demás pasó muy rápido. Sin perder tiempo, Miiko y compañía ataron y sometieron a nuestra enemiga y se la llevaron a las mazmorras. Retiraron los cuerpos inhertes de los familiares, ante la mirada horrorizada e inundada en lágrimas de Miiko.  Esta última tomó el bastón con el cristal corrompido; rápidamente Ezarel, Leiftan y ella llegaron a la conclusión de que aquella abominación había sido la razón por la cual la habían expulsado de la Guardia.
-Esto no puede saberse. Si alguien sabe que un féerico puede corromper un cristal de forma voluntaria....- Miiko dejó la frase a medias y me dedicó una mirada, ante la cual me encogí de hombros. Me parecía lógico que ocultasen esa información. Ya no solo por el pánico que se generaría, sino porque quizá alguien quisiese intentarlo. -Bueno, pongamos este trozo en su sitio.
-Espera, ¿qué? - intervine, confusa. Miiko no escuchó mi queja e introdujo el trozo oscuro en el resto del cristal.
Contuve la respiración un momento. ¿Era buena idea introducir un cristal corrupto? ¿No pasaría nada?
El trozo pareció incrustarse sin problema y los demás desviaron su atención a otras cosas. Yo seguía reticente ante esa maniobra. En Balenvia yo misma había descontaminado los cristales antes de unirlos al Gran Cristal. ¿Podía hacer eso...introducir un cristal contaminado, sin más...? ¿No sería peligroso? ¿Y sí...?
Cuando todos parecían abandonar la sala, el cristal brilló con un extraño brillo morado. Solo durante un segundo.
-¿Qué ha sido eso?
-¿Qué ha sido el qué?
-El cristal ha brillado...de forma rara.
Miiko se giró pero todo parecía como siempre. Nos miró con aire tranquilizador.
-No habrá sido nada grave. Id a descansar.
Lancé una última mirada al cristal. Ojalá me equivocase, pero aquello..no pintaba bien.


FIN~~

Bueeeno, esto ha sido todo. Admito que no me ha quedado todo lo bien que podría haberme quedado, pero no quería que se hiciese tan largo como el episodio en sí, así que las descripciones y los momentos de tensión me los he pasado un poco por el forro. Sorry  ^^U

De todas formas espero que os guste, os entretenga un rato y bueno, ya me contaréis qué tal os ha parecido.
Como siempre, se aceptan sugerencias para el Randomdarya. Soy todo oídos.
Tenía en lista, por cierto, que alguien me había pedido reescribir los sueños húmedos de gardienne, pero visto el porno que ya nos han dado, no creo que sea necesario (??)
En fin~
De momento esto es todo~
See you~~













7 comentarios:

  1. Hola Lyn. Tengo par de semanas entrando a tu página para reírme de tus ocurrencias. Vine buscando ayuda con un episodio y terminé haciéndome spoilers de todo Eldarya, hahaha. La interpretación que le das a la historia es lo que más me llama, y disfruto mucho de tus fics y tus comentarios. Me has dado ganas de avanzar en la historia para venir a despotricar y teorizar acá. Espero que mantengas el blog activo. Un beso.

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  2. Hola Lyn! La verdad es que me llama mucho que reescribieras el porno, creo que sería interesante saber que pensó tu guardiana sobre todo el rollo "amoroso" que te ha llevado a ser novia de uno de los chicos.

    ¡Me encanta tu blog! Saluditos ;D

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  3. Yayyy es genialll!!! La verdad es que me encanta la actitud de Cyn, tanto su forma de ver al mundo como su caracter con los chicos jajaja! Una idea que que tenia es que podrías hqcer tu propio episodio de Eldarya, en vez de seguir uno ya creado en el juego. Podrias añadirle cosas que te gustaria que pasaran :3!

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  4. Hola! (Te saluda mi mano)

    Ya se! Como se le ocurrió meter el cristal contaminado?!! y más en ese tono negro moradoso que tenía, a mi me parecía de sentido común que investigara primero antes de pensar unirlo, pero en fin, de algún lugar tenían que sacar drama.

    Sin duda tu guardiana (y probablemente cualquier otra) tiene mas raciocinio que la pobre Erika del juego y bueno... yo creo que yo si me hubiera alegrado de dormir con un osito de peluche tamaño Valkyon jejejejeje. Son ofertas que no hay que dejar pasar :/

    Muchas gracias por tu versión del capitulo, me ha gustado mucho n_n

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  5. Esta muy genial! Siempre tan buenas tus redacciones <3

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  6. No puedo leerlo bien por lo mucho que me río con cada frase 😂😂😂😂😂😂. Excelente como siempre, espero más 🙈💕

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  7. Como siempre, estuvo muy bueno! 🤗 Haz otro pronto!!! 💞

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